Resuelven el misterio de las «noches brillantes»
22/6/2017 de American Geophysical Union
Remontándonos al siglo I a.C., científicos, filósofos y cronistas han señalado la ocurrencia ocasional de «noches brillantes», cuando un resplandor inesperado en el firmamento permite a los observadores ver montañas lejanas, leer el periódico o consultar su reloj de pulsera. Un nuevo estudio ha utilizado datos de satélite para presentar una explicación posible a este fenómeno histórico misterioso.
Los autores sugieren que cuando las ondas de la alta atmósfera convergen sobre zonas específicas de la Tierra, amplifican el resplandor natural debido a una débil luz del cielo nocturno que a menudo se ve de color verde a causa de los átomos de oxígeno presentes en la alta atmósfera. Normalmente la gente no percibe esta luz, pero en las noches brillantes puede llegar a verse a simple vista, produciendo el resplandor inexplicable que se detalla en observaciones históricas.
Los relatos históricos de noches brillantes se remontan a siglos atrás. Plinio el Viejo describió noches brillantes diciendo: «El fenómeno comúnmente llamado ‘sol nocturno’, es decir, una luz que emana del cielo durante la noche, ha sido observado durante el consulado de C. Caecilius y Cn. Papirius (aproximadamente 113 a.C.) y en muchas otras ocasiones, haciendo que pareciera de día durante la noche». Periódicos europeos y la literatura científica registran observaciones de este fenómeno en 1783, 1908 y 1916. Las observaciones modernas de las noches brillantes en la Tierra ya no existen prácticamente debido a la contaminación lumínica, aunque los nuevos datos apuntan a que todavía podrían ser detectadas en zonas remotas.
Los investigadores observaron el fenómeno en datos del satélite de Investigación de la Alta Atmósfera de NASA. El resplandor del aire procede de las emisiones de luz de distintos colores a partir de reacciones químicas en las zonas altas de la atmósfera. En total los científicos identificaron 11 episodios de picos en el resplandor que habrían sido visibles a simple vista. Comparándolos con las ondas zonales (grandes ondas de la alta atmósfera que rodean el globo y dependen de la meteorología) observaron que cuando se alinean los picos de ciertas ondas, producen episodios de noches brillantes (hasta 10 veces más que el resplandor normal) que podrían durar hasta varias noches en lugares específicos.