¿Qué se necesitaría para descubrir vida en la luna Encélado de Saturno?
22/12/2022 de The University of Arizona / The Planetary Science Journal
Esta infografía muestra el modo en que los científicos piensan que el agua interactúa con la roca en el fondo del océano de Encélado, creando sistemas de fumarolas hidrotermales. Estas mismas estructuras con forma de chimenea se encuentran en los bordes entre placas tectónicas en los océanos de la Tierra, a unos 11 000 kilómetros por debajo de la superficie. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Southwest Research Institute.
El misterio de si Encélado (una de las 83 lunas de Saturno) está habitado por microorganismos podría ser resuelto por una sonda espacial en órbita, según un estudio nuevo realizado por investigadores de la Universidad de Arizona. La gruesa capa de hielo de Encélado esconde un vasto océano de agua salada que emite metano, un gas que en la Tierra es creado, típicamente, por microbios. El metano, junto con otras moléculas orgánicas que constituyen los elementos básicos de la vida, fue detectado cuando Cassini sobrevoló por encima de varios penachos gigantes de agua expulsados desde la superficie de Encélado. A medida que la diminuta luna orbita el gigante de gas con anillos, sufre estiramientos y compresiones causados por el enorme campo gravitatorio de Saturno, calentando su interior debido a la fricción. Como resultado, plumas espectaculares de agua son lanzadas desde las fisuras y fracturas de la superficie helada hacia el espacio.
Si la vida hubiera aparecido en Encélado, sería muy probable que su presencia fuera la razón por la que la luna está eructando metano. Y, aunque la hipotética masa total de microbios presentes en el océano de Encélado sería pequeña, la visita de una nave en órbita es todo lo que haría falta para conocer con certeza si hay microbios parecidos a los de la Tierra poblando el océano que hay bajo la capa helada de Encélado.
El exceso de metano detectado por Cassini en las plumas hace pensar en imágenes de ecosistemas extraordinarios que se encuentran en las profundidades privadas de luz de los océanos en la Tierra: las fumarolas hidrotermales. Allí, en las fronteras entre dos placas tectónicas adyacentes, el magma debajo del fondo oceánico calienta el agua en rocas porosas, creando chimeneas que expulsan agua marian muy caliente y llena de minerales. Sin acceso a la luz solar, los organismos dependen de la energía almacenada en los compuestos químicos liberados por las chimeneas para prosperar. En Encélado, los investigadores piensan que podrían existir organismos metanogénicos viviendo en fumarolas hidrotermales oceánicas similares a los de la Tierra.
La pregunta que necesitan responder los investigadores es cuánto material orgánico podría haber en la superficie como máximo si no hubiera vida. Si todas las medidas resulta que superan este límite, entonces habría que considerar seriamente la posibilidad de que existan microbios en Encélado.
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