Prueban un sistema propulsor cuyo destino será un mundo de metal
2/10/2017 de JPL
Con el propósito de explorar más lejos en nuestro sistema solar, una de las áreas de interés clave de NASA es el estudio de mundos que quizás nos permitan entender mejor nuestro sistema solar y el universo que nos rodea. Uno de esos destinos es un mundo raro llamado Psyche, situado en el cinturón de asteroides.
Psyche es diferente de los otros millones de asteroides porque parece tener al descubierto una superficie de níquel-hierro. Los investigadores piensan que podría tratarse de los restos del núcleo de un planeta primitivo. Psyche ofrece una rara imagen de la historia violenta de nuestro sistema solar.
«Psyche es un cuerpo único porque es, con diferencia, el asteroide de metal más grande de ahí fuera; tiene el tamaño de Massachusetts», comenta David Oh (JPL). «Explorando Psyche conoceremos información sobre el origen de los planetas, cómo se forman los núcleos planetarios, e igualmente importante, estamos explorando un nuevo tipo de mundo. Hemos mirado a mundos hechos de roca, hielo y gas, pero nunca hemos tenido la oportunidad de ver un mundo de metal, así que se trata de exploración completamente nueva en el estilo clásico de NASA».
Pero llegar a Psyche no será fácil. Es necesario un sistema de propulsión de tecnología punta con un rendimiento excepcional, que además sea seguro, fiable y económico. Por ello los responsables de la misión han elegido un sistema de propulsión eléctrica solar avanzada. Este sistema emplea gases inertes, como el xenon, a los que se transmite energía por la electricidad generada en paneles solares, lo que proporciona un impulso suave y constante. Requiere menos combustible que los sistemas de propulsión química convencionales porque es más eficiente, lo que se traduce en un menor peso de la nave y más espacio disponible en ella para instrumentos científicos.