Planetas rocosos son más extraños de lo que pensábamos
3/11/2021 de NOIRLab / Nature Communications
Un astrónomo de NOIRLab junto a un geólogo de la Universidad Estatal de California, Fresno realizaron el primer estudio de los tipos de rocas que existen en los planetas que orbitan estrellas cercanas. Después de estudiar la composición química de las enanas blancas «contaminadas», llegaron a la conclusión de que la mayoría de los planetas rocosos que orbitan estrellas cercanas son más diversos y exóticos de lo que se pensaba anteriormente, con tipos de rocas que no se encuentran en ningún lugar de nuestro Sistema Solar.
Los astrónomos han descubierto miles de planetas orbitando estrellas en nuestra galaxia, a los que se le conoce como exoplanetas. Sin embargo, es difícil saber exactamente de qué están compuestos o si alguno se parece a la Tierra. Para intentar averiguarlo, el astrónomo Siyi Xu de NOIRLab de NSF junto con el geólogo Keith Putirka de la Universidad Estatal de California, Fresno, estudiaron las atmósferas de lo que se conoce como estrellas enanas blancas contaminadas. Se trata de los núcleos densos y colapsados de estrellas que alguna vez fueron normales, como el Sol, y que contienen material que alguna vez fueron planetas, asteroides u otros cuerpos rocosos que en el pasado distante orbitaron la estrella, pero que en algún momento cayeron en la enana blanca y «contaminaron» su atmósfera. Al buscar elementos que no existirían naturalmente en la atmósfera de una enana blanca (es decir, cualquier otra cosa que no sea hidrógeno y helio), los científicos pueden averiguar de qué estaban hechos los objetos planetarios rocosos que cayeron en la estrella.
Putirka y Xu observaron 23 enanas blancas contaminadas, situadas a unos 650 años luz del Sol, en las cuales se habían detectado con precisión elementos como calcio, silicio, magnesio y hierro, gracias a las observaciones realizadas en el Observatorio WM Keck en Hawai’i, el Telescopio Espacial Hubble, y otros observatorios. Luego, los científicos usaron las abundancias medidas de esos elementos para reconstruir los minerales y rocas que se formarían a partir de ellos. Descubrieron que estas enanas blancas tienen una gama de composiciones mucho más amplia que cualquiera de los planetas interiores de nuestro Sistema Solar, lo que sugiere que sus planetas tenían una variedad más amplia de tipos de rocas. De hecho, algunas de las composiciones son tan inusuales que los investigadores tuvieron que crear nuevos nombres (como “piroxenitas de cuarzo” y “dunitas de periclasa”) para clasificar los nuevos tipos de rocas que alguna vez existieron en esos planetas.
Putirka describió algunas características de este nuevo tipo de rocas que en algún momento conformaron cuerpos rocosos distantes: “Algunos de los tipos de rocas que vemos a partir de los datos de la enana blanca disolverían más agua que las rocas en la Tierra y podrían afectar la forma en que se desarrollan los océanos”, explicó. «Algunos tipos de rocas pueden derretirse a temperaturas mucho más bajas y producir una corteza más gruesa que las rocas de la Tierra, y algunos tipos de rocas pueden ser más débiles, lo que podría facilitar el desarrollo de la tectónica de placas«, agregó.
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