Nuevos datos sobre las colas de cometas van con el viento solar
6/11/2018 de NASA / Icarus
El cometa C/2006 P1, también conocido como cometa McNaught, toma su nombre por el de su descubridor Robert McNaught y es uno de los más brillantes que han sido visibles desde la Tierra en los últimos 50 años. En enero de 2007, el cometa exhibió su cola en forma de abanico por el hemisferio sur del cielo, siendo tan brillante que era visible a simple vista durante el día. Lo que distingue a McNaught de sus colegas, sin embargo, es su cola muy estructurada, compuesta por muchas bandas de polvo llamadas estrías o estaciones, que se extendían a más de 160 millones de kilómetros por detrás del cometa, más que la distancia de la Tierra al Sol. Un mes más tarde, la nave de ESA y NASA Ulysses se cruzó con la larga cola del cometa.
Exactamente cómo se rompió la cola formando ese abanico es algo que los investigadores desconocían.
Ahora, años después, Oliver Price (Mullard Space Science Laboratory, UK) ha desarrollado una nueva técnica de procesamiento de imágenes para escarbar entre la enorme cantidad de datos que se recogieron del cometa con diferentes misiones espaciales y telescopios. Ello le ha permitido conseguir las primeras observaciones de la formación de estrías y una inesperada revelación sobre el efecto del Sol en el polvo del cometa.
Usando simulaciones de la cola, Price pudo observar la formación y evolución de las estructuras de la cola, viendo cómo los fragmentos de polvo se caen de la cabeza del cometa y colapsan en grandes estriaciones. Además la lámina de corriente heliosférica (una frontera donde la orientación magnética del viento solar electrificado cambia de dirección) era la culpable de las perturbaciones en la cola de polvo, rompiendo cada una de las suaves líneas de las estriaciones. Durante el transcurso de los dos días que tardó el cometa entero en atravesar la lámina de corriente, siempre que el polvo se encontraba con cambios en el campo magnético era sacudido y sacado de sitio, como si pasara sobre un bache cósmico.