Nueva tripulación y nueva investigación en la Antártida
11/10/2017 de ESA
La estación de investigación Concordia de la Antártida es un lugar de extremos: durante nueve meses no pueden transportarse allí mercancías, los seres vivos más cercanos se encuentran a 600 km de distancia en la estación rusa Vostok y el Sol no aparece por encima del horizonte durante cuatro meses en invierno. Hace frío (por debajo de -80ºC) y la gran altura hace que la cantidad de oxígeno en el aire se vea reducida.
Cada año ESA subvenciona a un doctor de investigación que durante los meses de invierno realiza experimentos sobre el resto de la tripulación de 15 miembros. Hay pocos lugares en la Tierra que se parezcan al aislamiento y clima extremo que los astronautas soportarán en otros planetas, una oportunidad para ESA de probar tecnología y aprender cómo los humanos se comportan en habitáculos cerrados.
Las organizaciones polares francesa e italiana están a cargo de Concordia y su objetivo es tomar datos en campos tan dispares como la glaciología, la astronomía y la ciencia del clima. Este año, Carmen Possnig de Austria, subvencionada por ESA, se ha unido a la tripulación en el entrenamiento del instituto de investigación polar francés de Brest.
Carmen se ocupará de dos experimentos nuevos y continuará proyectos de largo plazo que incluyen comprobar cómo las habilidades de pilotaje de naves espaciales se ven afectadas tras vivir en Concordia. La falta de oxígeno en el plateau a 3200 m de altitud significa que los habitantes viven en un estado permanente de hipoxia. La nueva investigación estudiará cómo reaccionan monitorizando el oxido nítrico en su sangre; se espera que decaiga y luego se estabilice a medida que sus cuerpos se adaptan.