Muestras tomadas en un asteroide revelan que tuvo un pasado violento
19/10/2017 de Curtin University / Geology
Un equipo de científicos ha estudiado dos partículas increíblemente pequeñas traídas a la Tierra desde el asteroide Itokawa, después de ser recogidas en 2005 en la superficie de este asteroide de 500 m de diámetro por la nave espacial japonesa Hayabusa. La cápsula y su preciosa carga regresaron a la Tierra en 2010, aterrizando cerca de Woomera, Australia, con solo 1500 partículas de polvo del asteroide abordo, la mayoría de ellas mucho más pequeñas que un cabello humano.
Itokawa no es un asteroide ordinario; las imágenes tomadas desde el espacio por Hayabusa antes de recoger las muestras desvelaban su forma de cacahuete, pareciéndose a un montón de escombros de piedras y polvo más que a una roca sólida. «De hecho, los análisis de científicos japoneses revelaron que el asteroide tuvo un pasado violento. Antes de ser un montón de escombros, Itokawa formaba parte de un asteroide mucho mayor que fue destruido por una colisión con otro asteroide. Nuestro trabajo era intentar averiguar cuándo se produjo esa colisión», explica el Dr. Fred Jourdan.
Según los resultados del análisis de las dos partículas y una serie de modelos por computadora, los investigadores concluyeron que los asteroides no siempre se rompen debido a un solo impacto fatal. En cambio, pueden fragmentarse internamente debido a colisiones de tamaño medio que azotan constantemente a los asteroides grandes, hasta que finalmente se rompen por uno de estos impactos. «El impacto final podría ser considerado como el ‘golpe de gracia’ «, según el Dr. Jourdan.
«Nuestros resultados indican que Itokawa ya se había roto y reensamblado como un montón de escombros hace 2100 millones de años, demostrando que los asteroides ‘montón de escombros’ pueden sobrevivir en este estado un tiempo mucho más largo de lo que pensaban anteriormente los investigadores», explica el Dr Jourdan.