Los terremotos estelares revelan sorpresas sobre del nacimiento de estrellas en nuestra galaxia
16/3/2017 de The University of New South Wales / Nature Astronomy
Un estudio de las ondas de sonido interiores creadas por movimientos sísmicos en estrellas, que hacen que suenen como si se tratase de campanas, ha proporcionado datos sin precedente sobre las condiciones de las nubes de gas turbulento en que nacieron las estrellas hace hasta 8 mil millones de años.
Los astrónomos han utilizado esta técnica de astrosismología para encontrar la orientación del ángulo de giro de 48 estrellas de nuestra galaxia, la Vía Láctea. «Los resultados fueron inesperados», comenta el Dr. Dennis Stello. «Hemos descubierto que los ejes de giro de la mayoría de las estrellas estaban alineados unos respecto de los otros». «Anteriormente se había asumido que la enorme turbulencia habría desorganizado la energía rotacional de las nubes donde nacieron las estrellas, impidiendo esta alineación».
Las estrellas nacen en nubes masivas de gas y polvo que colapsan, un proceso violento que crea cúmulos de estrellas con hasta mil objetos por cúmulo. Estos viveros estelares son difíciles de estudiar directamente puesto que el gas y el polvo interfieren con la mayoría de las observaciones astronómicas. Para evitar este problema, los astrónomos estudiaron 48 estrellas gigantes rojas en dos cúmulos estelares antiguos, uno que se formó hace 2 mil millones de años y otro que se formó hace más de 8 mil millones de años.
«El beneficio de estudiar cúmulos estelares antiguos es que el polvo y el gas han desaparecido, pero las estrellas conservan todavía la marca de las condiciones iniciales de la nube en que nacieron», explica el Dr. Stello. «Nuestro descubrimiento de que los giros de cerca de un 70 por ciento de las estrellas de cada cúmulo están fuertemente alineados, y no orientados aleatoriamente como se esperaba, nos indica que el momento angular de la nube de polvo y de gas fue transferido eficientemente a las estrellas nuevas.»