Los planetas de TRAPPIST-1, orbitando en armonías sincronizadas
11/5/2017 de University of Toronto / Astrophysical Journal Letters
El descubrimiento del sistema planetario TRAPPIST-1 a principios de este año por un equipo belga de astrónomos creó un gran interés al conocerse que hay tres planetas en la zona habitable de la estrella. Pero también produjo confusión dado que el sistema parecía ser altamente inestable, en peligro de destruirse a sí mismo. Ahora astrofísicos de la Universidad de Toronto pueden haber resuelto este problema, con música de jazz y animación.
Dan Tamayo, investigador del Centro de Ciencia Planetaria de la Universidad de Toronto, su compañero astrofísico Matt Russo, que toca jazz, y el músico Andrew Santaguida se reunieron en un estudio de animación de Toronto para ilustrar la configuración especial del sistema planetario. Acelerando las secuencias orbitales de los planetas al intervalo auditivo humano, han creado una especie de sinfonía que está sonando a más de 40 años luz de distancia.
En configuraciones resonantes, los periodos orbitales de los planetas forman proporciones de números racionales. Por ejemplo, Neptuno da tres vueltas alrededor del Sol en el mismo tiempo que Plutón tarda en dar dos giros. Esto es bueno para Plutón porque, si no fuera así, no existiría. Como las órbitas de los dos planetas se cruzan, si todo fuera aleatorio, acabarían chocando. Pero debido a la resonancia, las posiciones relativas de los planetas uno respecto del otro se van repitiendo.
TRAPPIST-1 lleva este principio a otro nivel completamente diferente, con los siete planetas encontrándose en una cadena de resonancias. Tamayo, Russo y Santaguida crearon la animación, en la que suena una nota de piano cada vez que los planetas pasan por delante de su estrella y un golpe de tambor cada vez que un planeta adelanta a us vecino más próximo. «Existe un patrón rítmico repetitivo que asegura que el sistema permanece estable a lo largo de un gran periodo de tiempo», comenta Russo.