Los pequeños cráteres de la Luna influyeron en la desviación de sus polos
21/9/2022 de NASA-INTA / Planetary Science Journal
Los cráteres de la Luna conservan miles de millones de años de historia. Los científicos han adquirido conocimientos de las condiciones de nuestro sistema solar primitivo al estudiar la composición, el tamaño y la distribución de estos agujeros en la superficie de la Luna, creados hace mucho tiempo por colisiones con asteroides.
Pero en lugar de estudiar directamente las características de estos agujeros, un equipo con sede en el Goddard Space Flight Center de la NASA en Greenbelt (Maryland), decidió probar algo diferente. Usando simulaciones informáticas, “borraron” miles de cráteres de la superficie de la Luna, como si retrocedieran el reloj 4.250 millones de años, antes de que se formaran los cráteres. Descubrieron que las ubicaciones de los polos norte y sur de la Luna se movieron ligeramente durante este período de tiempo.
El 19 de septiembre los científicos informaron en el Planetary Science Journal que a medida que la Luna se desplazó de un lado a otro por los efectos de los impactos de asteroides, la ubicación de los polos “vagó” 10 grados de latitud (o 300 kilómetros). Los polos norte y sur geográficos se encuentran donde el eje de rotación de un cuerpo celeste se cruza con su superficie. En este caso, el eje de rotación de la Luna (la línea imaginaria que pasa por su centro y alrededor de la cual gira) se mantuvo igual a medida que se desplazaba el satélite.
La información sobre el desvío de los polos puede ser útil para comprender la evolución de la Luna; específicamente, la condición de los recursos, como el agua, en su superficie. Los científicos han encontrado agua congelada en regiones sombreadas cerca de los polos de la Luna, pero aún no saben en qué cantidad. Si la Luna hubiera cambiado drásticamente la ubicación de sus polos hacia una región más cálida y menos sombreada, como el ecuador, parte del agua congelada podría haberse sublimado (cambiado de un estado sólido a un estado gaseoso) de la superficie, y la nueva agua habría tenido menos tiempo para acumularse en los nuevos polos.