Los datos en rayos X podrían constituir la mejor prueba de una estrella devorando un planeta
23/7/2018 de MIT / The Astronomical Journal
Durante casi un siglo, los astrónomos se han interrogado acerca de la curiosa variabilidad de las estrellas jóvenes que residen a 450 años-luz en la constelación de Tauro-Auriga. En particular, una estrella ha captado la atención de los científicos. Cada pocas décadas la luz de la estrella ha disminuido brevemente antes de aumentar de nuevo.
En años recientes, los astrónomos han observado que la estrella perdía brillo con mayor frecuencia y durante periodos más largos, lo que les hizo preguntarse qué es lo que la oscurece repetidamente. La respuesta, piensan los astrónomos, podría arrojar luz sobre los procesos caóticos que tienen lugar al principio del desarrollo de una estrella.
Ahora un equipo de investigadores ha encontrado pruebas, en datos de rayos X del observatorio Chandra, de lo que podría haber provocado el episodio de caída de luz más reciente: una colisión entre dos cuerpos planetarios bebé que creó una densa nube de gas y de polvo. Al caer los escombros planetarios a la estrella generaron un velo grueso, que oscureció temporalmente la luz de la estrella.