Los brazos espirales de la Vía Láctea son alimentados por gas caliente
15/1/2020 de Max Planck Institute for Astronomy (MPIA) / The Astrophysical Journal Letters

Segmento del sondeo THOR realizado cerca del brazo de Sagitario en la Via Láctea. Las cruces indican las posiciones de las fuente de emisión en radio polarizada. Las fuentes en radio más intensas indican la posición del brazo espiral. Crédito: J. Stil/University of Calgary/MPIA.
Un equipo internacional de investigadores ha realizado avances en el conocimiento del origen del material que se encuentra en los brazos espirales de la Vía Láctea y a partir del cual se acabarán formando, en última instancia, estrellas nuevas.
Analizando las propiedades del campo magnético galáctico han sido capaces de demostrar que el gas y polvo diluidos y calientes que rodean a la Vía Láctea (lo que se conoce como el Medio Ionizado Caliente), condensan al encontrarse cerca de un brazo espiral. Y mientras se enfrían gradualmente, fluyen hacia el interior del brazo aportando gas y polvo fríos que alimentan la posterior formación de estrellas.
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