Los astrónomos viajan en un «carrusel a la deriva» para entender estrellas pulsantes
22/3/2017 de Curtin University / The Astrophysical Journal
Lo que sería como un viaje que te revuelve el estómago en un parque de atracciones podría contener la clave que desvele el misterioso mecanismo que controla el disparo de haces de ondas de radio de los púlsares (estrellas giratorias supermagnéticas) de nuestra Galaxia. Una nueva investigación sugiere que la respuesta podría hallarse en un «carrusel a la deriva» que se encuentra en una clase especial de púlsares.
Los púlsares son estrellas de neutrones extremadamente densas que emiten haces de ondas de radio. Reciben el apodo de «faros espaciales» porque parecen «pulsar» una vez en cada periodo de rotación, cuando el haz de radio apunta directamente hacia la Tierra y es detectado en los telescopios a intervalos excepcionalmente regulares. Y aunque se han descubierto miles de pulsares desde finales de la década de 1960, aún se desconoce por qué estas estrellas emiten haces en radio y qué tipo de modelo de emisión describe mejor las ondas de radio que vemos.
«El modelo clásico de púlsar describe la emisión siendo lanzada desde los polos magnéticos del púlsar como un cono de luz», explica Sam McSweeney (CAASTRO, ICRAR). «Pero la señal que observamos con nuestros telescopios sugiere una estructura mucho más compleja detrás de esta misión, probablemente procedente de varias regiones de emisión, no sólo de una».
El modelo del «carrusel a la deriva» consigue explicar mucho mejor esta complejidad, describiendo la emisión como procedente de regiones de partículas cargadas, distribuidas en un anillo giratorio alrededor de líneas del campo magnético, una especie de carrusel. «Cuando cada región libera radiación, la rotación genera un pequeño desplazamiento o deriva en la señal observada de estos subpulsos, que podemos detectar utilizando el radiotelescopio MWA (Murchison Widefield Array)». «Ocasionalmente descubrimos que este carrusel de subpulsos se acelera y se frena después, lo que podría ofrecernos la mejor ventana al estudio de la física de plasmas que hay detrás de la emisión del púlsar».