Las lunas pueden aportar pistas sobre qué es lo que hace que los planetas sean habitables
3/2/2022 de University of Rochester / Nature Communications
La luna de la Tierra es vitalmente importante para que el planeta sea tal como lo conocemos hoy en día: la luna controla la duración del día y las mareas de los océanos, lo que afecta a los ciclos biológicos de las formas de vida de nuestro planeta. La Luna también influye sobre el clima de la Tierra, estabilizando su eje de giro, ofreciendo un ambiente ideal para el desarrollo y evolución de la vida.
Debido a la importancia que la Luna tiene para la vida en la Tierra, los científicos han pensado que tener una luna puede ser una característica beneficiosa para la vida en otros planetas. La mayoría de los planetas poseen lunas, pero la nuestra es diferente en cuanto a que su tamaño es grande comparado con el de la Tierra; el radio de la Luna es mayor que un cuarto del radio de la Tierra, una proporción que es mucho mayor que la observada en la mayoría de las lunas respecto de sus planetas.
Un nuevo estudio, dirigido por la astrónoma Miki Nakajima (Universidad de Rochester), ha examinado las formaciones de lunas por medio de simulaciones por computadora, llegando a la conclusión de que solo ciertos tipos de planetas pueden formar lunas que sean grandes en relación a sus planetas anfitriones. En particular, concluyen que los planetas rocosos deben de tener una masa inferior a 6 veces la masa de la Tierra, mientras que los planetas de hielo deben de tener una masa inferior a la de la Tierra.
«Comprendiendo como se forman lunas, tenemos mejores criterios sobre qué observar cuando busquemos planetas como la Tierra», explica Nakajima. «Esperamos que las exolunas [lunas en órbita alrededor de planetas fuera de nuestro sistema solar] existan por todas partes, pero hasta ahora no hemos confirmado ninguna. Nuestras condiciones ayudarán a las observaciones del futuro».
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