Las lunas de Neptuno, confinadas en una «danza de evasión»
18/11/2019 de JPL / Icarus
Las diminutas lunas de Neptuno llamadas Naiad y Thalassa nunca se acercan una a la otra: la órbita de Naiad está inclinada y perfectamente cronometrada. Cada vez que adelanta a Thalassa, que es más lenta, las dos se hallan separadas unos 3540 kilómetros.
En esta coreografía perpetua, Naiad rodea al gigante de hielo cada siete horas, mientras la pequeña Thalassa, en la trayectoria exterior, tarda siete horas y media. Un observador situado en Thalassa vería a Naiad en una órbita que cambia extrañamente según un patrón de zig-zag, pasando dos veces por encima y luego otras dos por debajo. Este patrón arriba, arriba, abajo, abajo se repite cada vez que Naiad supera en cuatro vueltas a Thalassa.
Aunque el baile puede parecer extraño, mantiene la órbita estable, según los investigadores.
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