La revisión de datos de la Voyager 2 permite descubrir un secreto más de Urano
26/3/2020 de JPL / Geophysical Research Letters
Desconocido para la comunidad entera de físicos espaciales, hace 34 años la nave Voyager 2 atravesó un plasmoide, una burbuja de gas electrificado gigante que transporta la atmósfera de Urano hacia el espacio. Este hallazgo provoca preguntas nuevas sobe el ambiente magnético particular de este planeta.
Estas burbujas gigantes de plasma, o gas electrificado, son pellizcos del final de la cola magnética de un planeta (la parte de su campo magnético que es empujado hacia atrás por el Sol como un cono de viento). Después de un tiempo suficiente, los plasmoides pueden acabar con los iones de la atmósfera de un planeta, cambiando su composición química radicalmente.
Habían sido observados en la Tierra y otros planetas, pero nadie los había detectado en Urano, hasta ahora. Comparando estos resultados con los plasmoides observados en Júpiter, Saturno y Mercurio, los astrónomos estiman que tiene una forma de cilindro de al menos 204 mil kilómetros de longitud y hasta 400 mil kilómetros de diámetro. Como todos los plasmoides planetarios, está lleno de partículas con carga eléctrica, principalmente hidrógeno ionizado.
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