La ‘policía de los agujeros negros’ descubre un agujero negro inactivo fuera de nuestra galaxia
12/9/2022 de ESO / Astronomy & Astrophysics

Esta reproducción artística muestra cómo se vería el sistema binario VFTS 243 si lo estuviéramos observando de cerca. El sistema, que se encuentra en la Nebulosa de la Tarántula, en la Gran Nube de Magallanes, está compuesto por una estrella azul caliente con 25 veces la masa del Sol y un agujero negro, que tiene al menos nueve veces la masa del Sol. Los tamaños de los dos componentes de este sistema binario no son a escala: en realidad, la estrella azul es aproximadamente 200 000 veces más grande que el agujero negro. Hay que tener en cuenta que el efecto de «lente» que vemos alrededor del agujero negro se muestra solo con fines ilustrativos, con el fin de que este objeto oscuro sea más perceptible en la imagen. La inclinación del sistema significa que, al mirarlo desde la Tierra, no podemos observar el agujero negro eclipsando a la estrella. Crédito: ESO/L. Calçada
Un equipo internacional con amplia experiencia, reconocido por refutar varios descubrimientos de agujeros negros, ha descubierto un agujero negro de masa estelar en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina a la nuestra. Tal y como afirma el autor principal del estudio, Tomer Shenar, «Por primera vez, nuestro equipo se reunió para dar a conocer el descubrimiento de un agujero negro en lugar de refutarlo». Además, descubrieron que la estrella que dio origen al agujero negro desapareció sin ningún signo de potente explosión. El descubrimiento se realizó gracias a seis años de observaciones obtenidas con el Very Large Telescope (VLT) del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Los agujeros negros de masa estelar se forman cuando las estrellas masivas llegan al final de sus vidas y colapsan bajo su propia gravedad. En un sistema binario (un sistema de dos estrellas que giran una alrededor de la otra), este proceso deja un agujero negro en órbita con una estrella compañera luminosa. El agujero negro está «inactivo» si no emite altos niveles de radiación de rayos X, que es la forma en que normalmente se detectan dichos agujeros negros. «Es increíble que apenas sepamos de la existencia de estos agujeros negros inactivos, dado lo comunes que la comunidad astronómica supone que son”, explica el coautor, Pablo Marchant, de KU Leuven. El agujero negro recién encontrado tiene al menos nueve veces la masa de nuestro Sol y orbita una estrella azul caliente que pesa 25 veces la masa del Sol.
El descubrimiento también ofrece al equipo una visión única de los procesos que acompañan la formación de agujeros negros. La comunidad astronómica cree que un agujero negro de masa estelar se forma a medida que el núcleo de una estrella masiva moribunda colapsa, pero sigue sin quedar claro si este proceso va acompañado o no por una potente explosión de supernova.
«La estrella que formó el agujero negro en VFTS 243 parece haber colapsado por completo, sin signos de una explosión anterior«, explica Shenar. «La evidencia de este escenario de ‘colapso directo’ ha surgido recientemente, pero podría decirse que nuestro estudio proporciona una de las indicaciones más claras. Esto tiene enormes implicaciones para el origen de las fusiones de agujeros negros en el cosmos.«.
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