La misión a un cometa revela el ‘eslabón perdido’ en la formación de planetas
26/10/2017 de Royal Astronomical Society / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Un estudio dirigido por Jürgen Blum (Technische Universität Braunschweig) ha analizado datos de la histórica misión Rosetta, desvelando cómo el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko se formó hace más de 4 500 millones de años. Comprender la evolución de nuestro Sistema Solar y de sus planetas era uno de los mayores objetivos de la misión Rosetta en este cometa.
El cometa 67P está compuesto por ‘guijarros de polvo’ con tamaños de entre milímetros y centímetros. «Nuestros resultados demuestran que uno solo de los modelos de formación de cuerpos sólidos grandes en el sistema solar joven puede ser el correcto para 67P. Según este modelo de formación, las ‘guijarros de polvo’ se concentran tanto debido a una inestabilidad en la nebulosa solar que sus fuerzas gravitatorias conjuntas hacen que acaben colapsando», explica Blum.
Este proceso corresponde al ‘eslabón perdido’ entre la formación bien conocida de ‘guijarros de polvo’ (formadas en la nebulosa solar por colisiones entre partículas de hielo y de polvo que se pegan entre sí) y la acreción gravitatoria de planetesimales en planetas, sobre la que han reflexionado los científicos durante años.
«Aunque suena muy dramático», continúa Blum, «es en realidad un proceso suave en el que los aglomerados de polvo no son destruidos sino que se combinan en un cuerpo más grande con atracción gravitatoria todavía mayor; la acumulación de aglomerados de polvo en un cuerpo coherente es virtualmente el nacimiento de un cometa». Debido a la masa relativamente pequeña del cometa 67P, los guijarros han sobrevivido intactos hasta la actualidad, permitiendo a los científicos confirmar la hipótesis por primera vez.