La detección de ondas gravitacionales con LIGO gana el premio Nobel
4/10/2017 de Louisiana State University
El premio Nobel de física de 2017 ha sido otorgado a los líderes pioneros del observatorio LIGO por la primera detección de ondas gravitacionales. La detección confirmó una importante predicción de la teoría de la relatividad general de Einstein de 1915 y abre una ventana sin precedentes al cosmos.
Einstein predijo hace más de cien años que las ondas gravitacionales, o arrugas en el tejido del espacio-tiempo, alcanzarían la Tierra procedentes de eventos cataclísmicos en el Universo lejano. Las ondas gravitacionales de dos agujeros negros en colisión a más de 1000 millones de años-luz fueron detectadas el 14 de septiembre de 2015 por los detectores gemelos de LIGO instalados en Livingston y Hanford.
El profesor adjunto de LSU y profesor emérito del MIT Rainer Weiss y los profesores eméritos del Instituto de Tecnología de California Kip Thorne y Barry Barish han sido los ganadores del premio Nobel de física de este año. La mitad del premio ha sido otorgada a Weiss, y la otra mitad la comparten Thorne y Barish. Weiss y Thorne son los cofundadores de la colaboración LIGO/VIRGO. Barish lideró la fase final de diseño, construcción y comisionado de los interferómetros de LIGO en Livingston y Hanford.
Más de 1000 científicos de universidades de todo el mundo realizan investigaciones con LIGO en calidad de miembros de la Colaboración Científica de LIGO. Más de 90 universidades e institutos de investigación de la Colaboración desarrollan tecnología para el detector y analizan datos; unos 250 estudiantes contribuyen de forma importante a la Colaboración.