Experimentos para preparar la defensa contra futuros asteroides que puedan suponer una amenaza para la Tierra
15/9/2022 de Centro de Astrobiología (CAB), CSIC-INTA / Earth and Planetary Science Letters
Un reciente estudio, liderado por el Centro de Astrobiología (CAB), CSIC-INTA, forma parte vital en los preparativos de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, que impactará en el asteroide Dimorphos el próximo 27 de septiembre. Esta misión tiene como objetivo probar el concepto de una sonda proyectil que pueda desviar un asteroide que en el futuro suponga una amenaza la Tierra.Varios experimentos, realizados en la cámara EPIC (Experimental Projectile Impact Chamber, cámara experimental de impacto de proyectiles) del Centro de Astrobiología (CAB), CSIC-INTA, han servido para validar uno de los principales códigos numéricos usados para predecir cuáles serán los efectos de la sonda proyectil DART de la NASA una vez se estrelle contra el asteroide Dimorphos.
El equipo de investigación llevó a cabo tres experimentos con velocidades de impacto de unos 400 metros por segundo con distintas configuraciones: uno con arena y esferas cerámicas porosas de mayor tamaño distribuidas bajo toda la superficie con una de ellas situada en el punto de impacto; otra similar, pero con esferas solo en una de las mitades y sin esfera en el punto de impacto; y el último solo con arena para tenerlo como referencia.
Las conclusiones confirman que las esferas incorporadas en el material del objetivo (el “pila de escombros”) afectarían a la eyección de material, a la forma del cráter y disminuirían la transferencia de momento (es decir, el «empuje» efectivo del asteroide). Por otro lado, cuando no son golpeadas directamente por el proyectil, las esferas incorporadas en la arena se desplazan o expulsan, pero no se fragmentan. Esto sugiere que los impactos en este tipo de asteroides redistribuirán los bloques y el material de grano más fino de manera heterogénea, lo que podría resultar en la segregación de los granos según su tamaño. Esto también ayuda a explicar los patrones de acumulación de bloques de mayor tamaño observados alrededor de los cráteres de Ryugu y Bennu, lo cual resulta útil para saber un poco más la historia de cómo llegaron a tener su aspecto actual.
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