Enormes agujeros negros en colisión podrían esconderse en los bordes de galaxias espirales
31/10/2017 de Rochester Institue of Technology / The Astrophysical Journal Letters
Las afueras de las galaxias espirales como la nuestra podrían estar atiborradas de agujeros negros en colisión de proporciones enormes, convirtiéndose así estos lugares en un objetivo principal para la búsqueda de fuentes de ondas gravitacionales. En los discos exteriores de gas de las galaxias espirales grandes se dan condiciones favorables a la existencia de fusiones de agujeros negros, según Sukanya Chakrabarti (RIT).
Hasta ahora, las pequeñas satélites o galaxias enanas se pensaba que eran el ambiente más adecuado para albergar poblaciones de agujeros negros: una población escasa de estrellas, poco contaminadas con elementos pesados como hierro, oro y platino (elementos expulsados en explosiones de supernova) y vientos poco eficientes que dejan intactas a las estrellas masivas. Chakrabarti se dio cuenta de que los bordes de galaxias como nuestra Vía Láctea poseen ambientes similares a los de las galaxias enanas pero con una gran ventaja: la galaxias grandes son más fáciles de encontrar.
«El contenido en metales de las regiones exteriores de las galaxias espirales es también bastante bajo y deberían de estar repletas de agujeros negros en esta gran área», comenta Chakrabarti.
Un conocimiento más profundo del Universo es posible ahora que los científicos pueden combinar la astronomía de ondas gravitacionales con las medidas tradicionales de bandas de luz. Las investigaciones existentes demuestran que incluso los agujeros negros, que son demasiado densos como para que la luz escape, emiten ondas gravitacionales y contrapartidas en luz óptica, restos del colapso estelar en el que se formaron.