Arrojando luz sobre las partículas energéticas y los chorros del Sol
4/7/2017 de Royal Astronomical Society / Nature Communications
Un equipo de astrónomos ha dado un importante paso adelante para entender un misterio de 30 años de antigüedad relacionado con el proceso de formación de las fulguraciones solares.
Los científicos estudian el Sol con diversas técnicas, incluyendo examinar lo que se llama la línea H-alfa del espectro solar, asociada con el gas hidrógeno que constituye la mayor parte de la masa de nuestra estrella más cercana. La longitud de onda observada de esta línea cambia como resultado del efecto Doppler, cuando la luz emitida por el gas es ligeramente más azul si el gas se está desplazando hacia nosotros y ligeramente más roja si se está alejando.
Los investigadores observaron fulguraciones solares, grandes explosiones en la superficie de Sol, que pueden estar asociadas con la erupción de grandes cantidades de materia, a veces dirigida hacia la Tierra. La emisión H-alfa asociada con las fulguraciones solares se ve fuertemente desplaza al rojo cuando se observa desde tierra, con una velocidad de 50-55 km/s para el material expulsado. Por el contrario, cuando es observada por sondas espaciales como el Observatorio Dinámico Solar (SDO), la emisión se ve desplazada hacia el azul con velocidades de hasta 100 km/s.
Malcom Druett (Northubria University, UK) y sus colaboradores han creado un modelo para explicar este efecto. Han descubierto que inyecciones cortas (10 segundos) de electrones supernergéticos, las llamadas partículas energéticas solares, podrían ser las responsables de la emisión H-alfa. Su trabajo explica el desplazamiento al rojo en H-alfa y la formación de fulguraciones, y ayudará a predecir episodios de meteorología espacial adversos, permitiendo a las agencias de la Tierra tomar medidas para proteger los sistemas eléctricos antes de su llegada.