El satélite Fermi observa indicios de terremotos estelares en una tormenta de un magnetar
22/10/2014 de NASA
Una fractura en la corteza de una estrella de neutrones altamente magnetizada, mostrada aquí en una ilustración artística, puede producir erupciones de alta energía. Las observaciones de Fermi de estas explosiones incluyen información sobre cómo vibra y se retuerce la superficie de la estrella, proporcionando datos nuevos sobre lo que hay debajo de la corteza. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/S. Wiessinger
El telescopio espacial de rayos gamma Fermi de NASA detectó una rápida «tormenta» de explosiones de alta energía en una estrella de neutrones altamente magnetizada, también llamada magnetar, el 22 de enero de 2009. Ahora los astrónomos que analizan estos datos han descubierto indicios relacionados con ondas sísmicas atravesando el magnetar.
Tales señales fueron identificadas primero durante el debilitamiento de raras fulguraciones gigantes producidas por magnetares. Durante los últimos 40 años, se han observado fulguraciones gigantes sólo en tres ocasiones – en 1979, en 1998 y en 2004 – y sólo en los dos eventos más recientes se detectaron también señales relacionadas con terremotos estelares, que provocan que las estrellas de neutrones vibren como una campana.
«El instrumento Gamma-ray Burst Monitor (GBM) de Fermi ha captado las mismas señales en erupciones mucho más pequeñas y mucho más frecuentes, abriendo la puerta potencialmente a una gran cantidad de datos nuevos que nos ayuden a comprender cómo se forman las estrellas de neutrones», comenta Anna Watts, astrofísica de la Universidad de Amsterdam, en los Países Bajos.
Las estrellas de neutrones son los objetos más densos, con campos magnéticos mayores y que giran más rápido del Universo que pueden ser observados directamente por los científicos. Debido a que la corteza sólida de una estrella de neutrones está ligada a su intenso campo magnético, una perturbación en uno de los dos afecta inmediatamente al otro. Una fractura en la corteza producirá un reordenamiento del campo magnético, o una súbita reorganización del campo magnético puede a su vez fracturar la superficie. En cualquier caso, los cambios producen una emisión repentina de la energía almacenada a través de potentes explosiones que hacen vibrar la corteza, un movimiento que queda registrado en las señales de rayos gamma y rayos X de la explosión.