El satélite de los vientos sobrevive al vacío
12/2/2018 de ESA
El satélite Aeolus de la ESA no ha sido nada fácil de construir. Uno de los principales escollos era conseguir que sus láseres funcionaran en vacío, pero las últimas pruebas realizadas muestran que ni el vacío ni las temperaturas del espacio impedirán que Aeolus mida los vientos terrestres.
Aeolus aloja uno de los instrumentos más sofisticados nunca puestos en órbita: la sonda Aladin, que cuenta con un gran telescopio, dos potentes láseres y receptores ultrasensibles.
El satélite dispara pulsos de luz ultravioleta hacia la atmósfera y mide las señales retrodispersadas de moléculas y aerosoles para obtener un perfil de los vientos del mundo.
Los cortes verticales con los que atravesará la atmósfera, en combinación con información sobre aerosoles y nubes, nos permitirán conocer mejor las dinámicas atmosféricas y contribuirán a la investigación del clima.
Como las mediciones de Aeolus estarán disponibles en tiempo casi real, el satélite también ofrecerá información muy útil para mejorar los pronósticos meteorológicos diarios.