El paisaje del cometa
2/10/2018 de ESA
El 30 de septiembre de 2016, la sonda Rosetta de la ESA se acercó más que nunca al cometa que llevaba más de dos años estudiando desde lejos. Así, concluía su misión con un impacto controlado en la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko (67P/C-G).
Era la segunda nave en la historia que lo conseguía, después de la hazaña de Philae, el módulo de aterrizaje de Rosetta, que el 12 de noviembre de 2014 se convirtió en la primera sonda en posarse con éxito sobre un cometa.
Gracias a un conjunto de 11 instrumentos científicos a bordo, Rosetta recogió una impresionante cantidad de imágenes y datos de este cometa ya famoso, examinando su superficie, sondeando su interior, estudiando el gas y el polvo que lo rodeaba, y explorando su entorno de plasma. Los científicos han utilizado estas mediciones para avanzar en nuestra comprensión de los cometas y la propia historia de nuestro Sistema Solar.
Esta imagen muestra una sección de 67P/C-G capturada por Rosetta el 22 de septiembre de 2014, solo mes y medio después de que la nave llegase a su encuentro con el cometa. En aquel momento, la nave se hallaba a 28,2 km del centro del cometa (a unos 26,2 km de la superficie). El astrónomo aficionado español Jacint Roger Pérez seleccionó y procesó esta vista combinando tres imágenes tomadas en distintas longitudes de onda por el teleobjetivo de la cámara OSIRIS a bordo de Rosetta.
En el centro y el lado izquierda del fotograma vemos Seth, una de las regiones geológicas del mayor de los dos lóbulos del cometa, que desciende hacia la región de Hapi, en el “cuello” que conecta ambos lóbulos. El paisaje del fondo revela algunos rasgos de las regiones de Babi y Aker, situadas en el lóbulo mayor de 67P/C-G. Aquí se puede ver una imagen más amplia de esta zona en el contexto del cometa.