El cometa Atlas podría ser una explosión del pasado
6/9/2021 de Hubble site / The Astronomical Journal
Cuando nuestros primeros antepasados estaban colonizando el valle del río Nilo, hace 5000 años, durante el amanecer de la civilización, es probable que un cometa brillante apareciera en el cielo. No existe ninguna prueba directa de este visitante porque los primeros registros históricos todavía tardarían unos cientos de años en llegar.
Pero se cree que ese cometa se dividió al menos en dos fragmentos, que no regresaron al Sol a lo largo de la misma trayectoria orbital, hasta 5000 años más tarde. Esta prueba forense puede relacionarse con el gran cometa de 1844, que fue casi tan brillante como la estrella más brillante del cielo, Sirio. El segundo fragmento, llamado cometa ATLAS, aparición a casi al principio de 2020.
A diferencia de su hermano, que sobrevivió al paso cerca del Sol en 1844, ATLAS se encontró con su destrucción, cuando aún se encontraba a 160 millones de kilómetros de nuestra estrella. Se desintegró completamente, como se puede ver en las fotografías que tomó el telescopio espacial Hubble.
Observar los fragmentos rotos aporta pistas sobre cómo estaba construido el cometa progenitor. Una nueva investigación, dirigida por Quanzhi Ye (Universidad de Maryland) destaca el hecho de que un fragmento de ATLAS se desintegró en cuestión de días, mientras que otro duró semanas. «Esto nos indica que una parte del núcleo era más fuerte que la otra». Y es que explicar el comportamiento del cometa es difícil. Una posibilidad es que la emisión de los chorros de material provocara un giro tan rápido del cometa que las fuerzas centrífugas lo rompieron. Una explicación alternativa sugiere que ATLAS contenía hielos supervolátiles que lo hicieron explotar como si se tratase de fuegos artificiales.
El hermano superviviente del cometa ATLAS no regresará hasta el siglo L (siglo 50).
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