El asteroide Bennu desvela que su superficie es como una «piscina de bolas»
8/7/2022 de NASA / Science / Science Advances
Tras analizar los datos reunidos cuando la nave espacial OSIRIS-REx de la NASA tomó una muestra del asteroide Bennu, en octubre de 2020, los científicos han aprendido algo asombroso: la nave espacial se habría hundido dentro de Bennu si no hubiera encendido sus propulsores para alejarse inmediatamente después de recoger polvo y roca de la superficie del asteroide.
Resulta que las partículas que constituyen el exterior de Bennu están tan sueltas entre sí que si una persona pusiera pie sobre Bennu sentiría muy poca resistencia, como si entrara en una piscina de bolas de un parque infantil.
Cuando la nave espacial tomó la muestra y envió imágenes tomadas a poca distancia de la superficie del asteroide, los científicos se asombraron al ver una enorme pared de escombros irradiada desde el lugar donde se posó. La gran cantidad de guijarros dispersados era demasiada para la suavidad con la que la nave había tocado el suelo. Aún más extraño fue que la nave dejara un gran cráter de 8 metros de diámetro. «Cada vez que probamos el procedimiento de recogida en el laboratorio, apenas creábamos un bache», explica Dante Lauretta (Universidad de Arizona).
El equipo de misión decidió entonces enviar la nave de regreso para tomar más fotografías de la superficie de Bennu «y ver cómo de grande era el desastre que habíamos hecho», comenta Lauretta. Los resultados revelaron que cuando OSIRIS-REx tocó el asteroide, experimentó muy poca resistencia y que la nave aún se estaba hundiendo cuando se pusieron en marcha los propulsores para regresar al espacio.
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