Desvelado el nacimiento de la Vía Láctea
23/7/2019 de Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) / Nature Astronomy
El Universo de hace unos 13.000 millones de años era muy distinto al que hoy día conocemos. Las estrellas se formaban a un ritmo vertiginoso, creando las primeras galaxias enanas, cuya fusión daría lugar a las galaxias más masivas actuales, incluyendo la nuestra. Sin embargo, la cadena exacta de acontecimientos que modeló la Vía Láctea era un misterio, hasta ahora.
Medidas precisas de posición, brillo y distancia para aproximadamente un millón de estrellas de nuestra Galaxia en un radio de 6.500 años luz alrededor del Sol, aportadas por el telescopio espacial Gaia, han permitido a un equipo del IAC vislumbrar sus etapas iniciales. “Hemos analizado y comparado con modelos teóricos la distribución de colores y magnitudes (brillo) de estrellas en la Vía Láctea, diferenciando entre varias componentes: el denominado halo estelar (una estructura esférica que rodea a las galaxias espirales) y el disco grueso (estrellas pertenecientes al disco de nuestra Galaxia, pero a cierta altura)”, señala Carme Gallart, investigadora del IAC y primera autora de este artículo, que hoy publica la revista Nature Astronomy.
Hace 13.000 millones de años se empezaron a formar estrellas en dos sistemas estelares diferenciados que luego se fusionaron: una galaxia enana llamada Gaia-Encélado y otro, el progenitor principal de nuestra Galaxia, unas cuatro veces más masivo y con mayor cantidad de metales. El sistema más masivo sufrió hace 10 mil millones de años un violento impacto con Gaia-Encélado. Como consecuencia, algunas de sus estrellas y las pertenecientes a Gaia-Encélado adquirieron movimientos caóticos, pasando a formar parte del halo de la Vía Láctea. Tras ello, se sucedieron violentos brotes de formación estelar hasta hace 6.000 millones de años, cuando el gas se asentó en el disco de nuestra galaxia dando lugar al conocido como disco fino.
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