Descifran la piedra de Rosetta de los núcleos galácticos activos
22/6/2018 de Max Planck Institute for Radio Astronomy / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Una galaxia con al menos un agujero negro supermasivo activo (llamado OJ 287) ha sido la causa de muchos enfados y preguntas en el pasado. La radiación que emite este objeto abarca un amplio rango, desde radio hasta las energías más altas en el régimen de los teraelectronvolts (TeV). La posible periodicidad en la emisión variable en el óptico convertía a esta galaxia en candidata para albergar un agujero negro supermasivo en su centro. El objeto fue considerado por los astrónomos una piedra de Rosetta de los núcleos galácticos activos, manifestando su esperanza de que este objeto pudiera ser un ejemplo prototípico y, una vez descifrado, pudiese explicar propiedades fundamentales de los agujeros negros activos en general.
Ahora un equipo internacional de investigadores dirigido por el Instituto Max Planck ha descubierto que el núcleo galáctico activo de OJ 287 genera un chorro que precesa suavemente a lo largo de 22 años. La precesión observada del chorro podría explicar también la variabilidad en la radiación emitida por la galaxia. Esta detección soluciona muchos enigmas de una sola vez y aporta una clave para comprender la variabilidad de los núcleos galácticos activos.