Crisálida, la luna perdida que proporcionó sus anillos a Saturno
16/9/2022 de University of California Berkeley / Science
Un equipo de científicos ha demostrado que existe una relación íntima entre los anillos de Saturno y la inclinación de su eje de rotación respecto a su órbita alrededor del Sol.
Los astrónomos concluyeron en un nuevo estudio que los anillos de Saturno son relativamente recientes, habiéndose formado hace solo 100 millones de años, o incluso menos. El propio planeta es tan viejo como el sistema solar, unos 4500 millones de años. Los anillos podrían ser los escombros que quedaron tras la destrucción por fuerzas de marea de una luna helada de Saturno, o los restos de un cometa que pasó demasiado cerca del planeta.
La nueva teoría propone que los anillos proceden de una antigua luna (a la que se ha llamado Crisálida), proporciona una estimación de lo masiva que era (de tamaño aproximadamente como Japeto, la tercera luna más grande de Saturno) y por qué la luna se acercó tanto al planeta que acabó siendo despedazada. Los investigadores concluyen que un 99% de Crisálida acabó siendo engullido por el planeta gigante de gas, y el resto formó los anillos.
Además, los investigadores concluyen que durante miles de millones de años, Neptuno y Saturno se encontraban en una configuración gravitatoria llamada resonancia que provocó la inclinación del eje de giro de Saturno. Pero el alejamiento de la luna Titán de Saturno desestabilizó el sistema, provocando la pérdida de una luna y el fin de la resonancia. El resultado final fueron los hermosos anillos brillantes que embellecen el planeta hoy en día.
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