Criovulcanismo en el planeta enano Ceres
7/3/2017 de Max Planck Institute for Solar System Research (MPS) / The Astronomical Journal
Entre las características más llamativas de la superficie de Ceres se encuentran las manchas blancas del centro del cráter Occator que ya destacaban cuando la sonda espacial Dawn de NASA se acercaba al planeta enano. Un equipo de científicos, bajo la dirección del Instituto Max Planck para la Investigación del Sistema Solar (MPS), ha determinado ahora por primera vez la edad de este material brillante, que consiste principalmente en depósitos de sales minerales espaciales. Con sólo unos 4 millones de años de edad, estos depósitos son unos 30 millones de años más jóvenes que el propio cráter, y junto con la distribución y naturaleza del material brillante del interior del cráter, todo ello sugiere que el cráter Occator ha sido el escenario de erupciones con brotes de salmuera del subsuelo durante un largo periodo de tiempo y hasta hace poco. Ceres es, por tanto, el cuerpo más cercano al Sol que muestra actividad criovolcánica.
El cráter Occator está situado en el hemisferio norte de Ceres y mide 92 kilómetros de diámetro. En su centro se encuentra una fosa de unos 11 kilómetros de diámetro. Dentro de esta fosa se formó un montículo o domo brillante. Tiene un diámetro de 3 kilómetros, 400 metros de alto y muestra fracturas prominentes. «Este domo contiene el material más brillante de Ceres», explica Thomas Platz (MPS). Los datos muestran que es rico en ciertas sales llamadas carbonatos. Dado que impactos posteriores en esta zona no han dejado expuesto ningún otro material de las profundidades, este domo posiblemente consista enteramente de material brillante, al que los investigadores han llamado Cerealia Facula.
Andreas Nathues y su equipo interpretan la fosa central con su borde rocoso y abrupto como los restos de una montaña central anterior. Se formó como resultado del impacto que creó el cráter Occator hace unos 34 millones de años y colapsó posteriormente. El domo de material brillante es mucho más joven: tiene solo unos 4 millones de años. La clave para determinar estas edades ha sido contar y medir los cráteres pequeños producidos por impactos posteriores. La hipótesis básica de este método es que las superficies que tienen muchos cráteres son más antiguas que las que están menos «perforadas».
«La edad y aspecto del material que rodea el domo brillante indican que Cerealia Facula fue formada por procesos eruptivos recurrentes, que también lanzaron material a partes más alejadas de la fosa central», explica Nathues. «El gran impacto que produjo el gigantesco cráter Occator sobre la superficie del planeta enano debe de haber iniciado todo en un principio, instigando la actividad criovolcánica posterior». Tras el impacto, los investigadores sospechan que una capa completa o zonas fragmentadas de debajo del manto rocoso se desplazaron más cerca de la superficie. La presión baja permitió que el agua y los gases disueltos, como el metano y el dióxido de carbono, escaparan formando un sistema de chimeneas. En la superficie aparecieron fracturas a través de las cuales brotó la solución saturada desde el interior. Las sales depositadas gradualmente formaron el domo actual.