Con el misterio del metano aún por resolver, Curiosity sirve uno más a los científicos: el del oxígeno
26/11/2019 de NASA / Journal of Geophysical Research: Planets
Por primera vez en la historia de la exploración espacial, los científicos han medido cambios estacionales en los gases que llenan el aire directamente por encima de la superficie del cráter gale de Marte. Como resultado, han encontrado algo sorprendente: el oxígeno, el gas que muchas criaturas de la Tierra usan para respirar, se comporta de un modo que hasta ahora los científicos no son capaces de explicar con ningún proceso químico conocido.
En el transcurso de los seis años que Curiosity ha permanecido en el cráter Gale, los científicos han descubierto que el nitrógeno y el argón presentes en la atmósfera siguen un patrón estacional predecible, su concentración aumentando y disminuyendo en el cráter a lo largo del año dependiendo de la cantidad de CO2 que haya en el aire. Esperaban que el oxígeno hiciese lo mismo, pero no es así. La cantidad de este gas en el aire aumentó durante la primavera y el verano hasta un 30% y después, en otoño, cayó a los niveles previstos por los procesos químicos conocidos. Este patrón se repitió cada primavera, aunque la cantidad de oxígeno inyectado a la atmósfera variaba, implicando que algo lo estaba produciendo y luego eliminando.
Con los nuevos descubrimientos sobre el oxígeno, Melissa Trainer y su equipo se preguntan si unos procesos químicos similares a los que dirigen las variaciones estacionales naturales del metano podrían también producir las del oxígeno. Al menos ocasionalmente los dos gases parecen fluctuar en tándem. «Empezamos a observar esta asombrosa correlación entre el metano y el oxígeno durante una buena parte del año marciano», explica Sushil Atreya. «Creo que parte de la respuesta está ahí. Pero todavía no tengo las respuestas. Nadie las tiene».
El oxígeno y el metano pueden ser producidos los dos biológicamente (por microbios, por ejemplo) y abióticamente (por procesos químicos relacionados con el agua y las rocas). Los científicos están considerando todas las opciones, aunque no poseen ninguna prueba convincente de la existencia de actividad biológica en Marte.
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