Cluster mide la turbulencia en el entorno magnético de la Tierra
31/1/2018 de ESA
Por primera vez, un equipo de científicos ha calculado cuánta energía se transfiere de escalas mayores a menores dentro de la envoltura magnética, la región que separa el viento solar de la burbuja magnética que protege nuestro planeta. A partir de datos recogidos durante años por las misiones Cluster, de la ESA, y THEMIS, de la NASA, el estudio ha mostrado el papel clave de la turbulencia, que hace que el proceso resulte cien veces más eficiente que en el viento solar.
Los planetas del Sistema Solar, incluida la Tierra, se encuentran bañados por el viento solar, un caudal supersónico de partículas altamente energéticas que el Sol libera de forma incesante. Nuestro planeta y algunos otros se desmarcan frente a este flujo continuo de partículas al contar con su propio campo magnético, que los protege de la energía arrolladora del viento solar. Precisamente la interacción entre el campo magnético de la Tierra y el viento solar es lo que crea la estructura de la magnetosfera, la burbuja protectora que blinda a nuestro planeta frente a la inmensa mayoría de las partículas de viento solar.
El plasma de la envoltura magnética es más turbulento, contiene una mayor cantidad de fluctuaciones de densidad y puede comprimirse mucho más que el viento solar.
“Descubrimos que las fluctuaciones magnéticas y de densidad causadas por la turbulencia en la envoltura magnética incrementan la velocidad a la que la energía pasa de escalas mayores a menores al menos cien veces con respecto a lo observado en el viento solar”, explica Lina Zafer Hadid, del Instituto Sueco de Física Espacial de Uppsala (Suecia).