Los años de formación: planetas gigantes versus enanas marrones
Los planetas masivos se forman por la lenta acumulación de material que rodea a una estrella joven, mientras que las enanas marrones se forman por un colapso gravitatorio rápido.
Los planetas masivos se forman por la lenta acumulación de material que rodea a una estrella joven, mientras que las enanas marrones se forman por un colapso gravitatorio rápido.
La colisión de la galaxia enana oscura recién descubierta Antlia 2 con la Vía Láctea puede ser la responsable de las ondulaciones características de nuestra galaxia en su disco exterior.
Allison Kirkpatrick (Universidad de Kansas) ha descubierto «cuásares fríos», es decir, galaxias con una gran cantidad de gas frío que todavía pueden formar estrellas nuevas, a pesar de tener un cuásar en el centro.
13/6/2019 de JPL / Science Advances Un ingrediente familiar ha estado escondido a plena vista en la superficie de la luna Europa de Júpiter. Usando análisis espectrales en luz visible, científicos planetarios de Caltech...
El nuevo estudio no halla una correlación significativa entre los tamaños de los bulbos galácticos y lo enrollados que están los brazos espirales.
Si el campo magnético canaliza el gas de modo que fluye hacia el agujero negro, entonces el agujero está activo porque está tragando mucho gas. Sin embargo, si el campo magnético canaliza el gas de modo que fluye hacia una órbita alrededor del agujero negro, entonces el agujero está inactivo porque no ingiere gas.
Investigadores de CU Boulder han descubierto indicios de que la estrella favorita de la humanidad puede tener una personalidad doble, con discrepancias intrigantes en sus campos magnéticos que podrían encerrar pistas acerca del «reloj interno» del Sol.
La masa del agujero negro es 10 000 veces la de nuestro Sol, unas 40 veces menor de lo que se pensaba.
Una acumulación de gases tóxicos en las atmósferas de la mayoría de los planetas les hace inadecuados para la vida compleja tal como la conocemos.
Las superfulguraciones pueden ocurrir en estrellas más viejas y tranquilas como nuestro propio Sol.
Los datos aportan pruebas sólidas de que se formó con un «comienzo caliente», un modelo teórico que describe cómo las inestabilidades gravitacionales podrían formar planetas gigantes con mayor rapidez que los modelos tradicionales.