Analizan la única enana blanca conocida con fragmentos planetarios en órbita
25/9/2018 de Instituto de Astrofísica de Canarias / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
Un artículo publicado recientemente en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society (MNRAS) confirma la evolución de los tránsitos producidos por los restos de un planetesimal orbitando la enana blanca WD 1145+017. Estos “escombros” pasan por delante de la estrella cada 4,5 horas, ocultando parte de la luz que esta emite, y se encuentran en continua interacción y fragmentación, lo que se traduce en importantes cambios en la profundidad y forma de los tránsitos observados.
WD 1145+017 es una enana blanca: el remanente de una estrella que ha agotado todo su combustible nuclear. La mayoría de las enanas blancas tiene una masa menor que la del Sol y un tamaño similar al de la Tierra. Diversos estudios apuntan a que el 95% de todas las estrellas del Universo acabarán sus vidas convertidas en enanas blancas. Entre ellas, nuestro propio Sol.
“El estudio de este sistema puede proporcionar información sobre el porvenir de nuestro Sistema Solar”, afirma Paula Izquierdo, la autora principal del trabajo. Por eso WD 1145+017es especial. Es la primera enana blanca en la que se han detectado cambios en la cantidad de luz que nos llega de ella, los cuales se deben a que parte de la luz de la estrella es ocultada por los fragmentos en continua desintegración de un cuerpo rocoso en órbita.