Volcanes jóvenes en la Luna
26/11/2014 de NASA
Esta formación, llamada Maskelyne, es una de las muchos depósitos volcánicos jóvenes recién descubiertos en la Luna. Se piensa que estas áreas son restos de pequeñas erupciones basálticas que se produjeron mucho después del final comúnmente aceptado del vulcanismo lunar, hace entre 1000 y 1500 millones de años. Crédito: NASA/GSFC/Arizona State University
En 1971, los astronautas del Apollo 15 fotografiaron algo muy extraño mientras se encontraban en órbita alrededor de la Luna. Los investigadores lo llamaron “Ina” y parecía el resultado de una erupción volcánica.
No hay nada extraño en sí en lo que concierne a los volcanes de la Luna. Gran parte de la antigua superficie de la Luna está cubierta de lava endurecida. Las formaciones principales del “Hombre de la Luna” son de hecho viejos flujos basálticos depositados hace miles de millones de años, cuando la Luna estaba sometida a erupciones violentas. Lo extraño de Ina era su edad.
Los científicos planetarios han pensado durante mucho tiempo que el vulcanismo lunar acabó hace unos mil millones de años, y que poco ha cambiado desde entonces. Sin embargo, Ina tenia un aspecto notablemente reciente. Durante más de 30 años Ina ha seguido siendo un misterio, una rareza que nadie podía explicar.
Pero resulta que el misterio es mayor de lo que cualquiera imaginaba. Empleando el Lunar Reconnaissance Orbiter de NASA, un equipo de investigadores dirigido por Sarah Braden de Arizona State University ha encontrado 70 paisajes similares a Ina. Algunos muestran muy pocos cráteres, lo que sugiere que no tienen más de 100 millones de años de edad. Cien millones de años puede parecer mucho tiempo, pero en términos geológicos es solo un abrir y cerrar de ojos. Los cráteres volcánicos que ha encontrado LRO pudieron estar en erupción durante la época del Cretácico en la Tierra, en el apogeo de los dinosaurios. Algunas de las formaciones volcánicas pueden ser incluso más jóvenes, de 50 millones de años de edad, una época en la que los mamíferos reemplazaban a los dinosaurios como formas de vida dominantes.
“No sólo se trata de paisajes impresionantes, sino que también nos dicen algo muy importante sobre la evolución térmica de la Luna” afirma Mark Robinson de Arizona State University. “El interior de la Luna está quizás más caliente de lo que pensábamos”.