Septiembre 2014
El telescopio Spitzer de NASA es testigo de un choque violento entre asteroides
1/9/2014 de JPL
Ilustración artística del resultado inmediato del choque entre dos asteroides grandes alrededor de NGC 2547-ID8, una estrella parecida al Sol, de 35 millones de años de edad que se piensa que está formando planetas rocosos. Crédito: NASA/JPL-Caltech
El telescopio espacial Spitzer ha observado una erupción de polvo alrededor de una joven estrella, posiblemente resultado del choque violento entre dos grandes asteroides. Este tipo de colisión podría conducir eventualmente a la formación de planetas.
Los científicos habían estado estudiando regularmente esta estrella, llamada NGC 2547-ID8, cuando surgió una enorme cantidad de polvo fresco entre agosto de 2012 y enero de 2013.
“Pensamos que dos asteroides grandes chocaron uno contra el otro, creando una enorme nube de granos del tamaño de arena muy fina, que ahora están chocando entre sí, pulverizándose y alejándose progresivamente de la estrella”, afirma Huan Meng de la Universidad de Arizona, Tucson.
Aunque ya se había observado con anterioridad los resultados de posibles choque entre asteroides, ésta es la primera vez que los científicos han tomado datos antes y después de una colisión en un sistema planetario. Esto proporciona datos sobre los violentos procesos que producen planetas rocosos como el nuestro.
Los radiotelescopios ponen fin a la controversia sobre la distancia a las Pléyades
1/9/2014 de National Radio Astronomy Observatory / Science
Un equipo de astrónomos ha empleado una red mundial de radiotelescopios para resolver la controversia sobre la distancia a un famoso cúmulos de estrellas, una controversia que suponía un reto para la comprensión básica que poseen los científicos acerca de cómo se forman y evolucionan las estrellas. El nuevo trabajo muestra que la medida realizada por un satélite de investigación estaba equivocada.
Los astrónomos estudiaron las Pléyades, el famoso cúmulo de estrellas de la constelación de Tauro. Al tratarse de un ejemplo cercano de cúmulo joven, las Pléyades han sido empleadas como un “laboratorio cósmico” para refinar los conocimientos científicos acerca de cómo se forman cúmulos similares. Además, los astrónomos han medido las características físicas de las Pléyades pues son una herramienta para estimar la distancia a otros cúmulos más lejanos.
Hasta la década de 1990, el consenso era que las Pléyades se encuentran a unos 430 años-luz de la Tierra. Sin embargo, el satélite europeo Hipparcos, lanzado en 1989 para medir con precisión las posiciones y distancias de miles de estrellas, obtuvo una distancia de sólo 390 años-luz.
“Puede que no parezca una diferencia enorme pero, para poder ajustar las características físicas de las Pléyades teníamos que alterar nuestros conocimientos acerca de cómo se forman y evolucionan las estrellas”, afirma Carl Melis, de la Universidad de California, San Diego. “Para ajustar la medida de la distancia de Hipparcos algunos astrónomos habían sugerido nuevos y desconocidos procesos físicos que actuarían en estrellas jóvenes como éstas”, añadió.
Para resolver el problema, Melis y sus colaboradores emplearon una red global de radiotelescopios que forman el equivalente a un telescopio del tamaño de la Tierra. “Esto nos permitió tomar medidas extremadamente precisas de posiciones – el equivalente a medir el grosor de una moneda de un cuarto de dólar en Los Ángeles vista desde Nueva York”, afirma Amy Miouduszewski, del National Radio Astronomy Observatory. El resultado de su trabajo es que la distancia a las Pléyades es de 443 años-luz, con una precisión de un uno por ciento.
¿Por qué las estrellas hermanas se parecen?
1/9/2014 de University of California / Nature
La mezcla temprana, rápida y turbulenta del gas en el interior de las nubes moleculares gigantes – los lugares de nacimiento de las estrellas – hace que todas las estrellas que se forman en una misma nube lleven la misma identificación química o “huella de ADN”, según astrónomos computacionales de la Universidad de California, Santa Cruz.
Las estrellas están compuestas principalmente por hidrógeno y helio, aunque también contienen trazas de otros elementos como carbono, oxígeno, hierro e incluso sustancias mas exóticas. Desde hace décadas, los astrónomos saben que dos estrellas de un mismo cúmulo de estrellas muestran las mismas abundancias de estos elementos. “El patrón de abundancias es como una huella de ADN, en la que todos los miembros de una familia comparten un conjunto común de genes”.
Poder medir esta huella es en principio muy útil, pues las familias estelares no suelen permanecer juntas. La mayoría de las estrellas nacen siendo miembros de un cúmulo de estrellas, pero con el tiempo se separan y emigran a otros lugares de la galaxia. Sus abundancias, sin embargo, se establecen cuando nacen. Por tanto, durante mucho tiempo los astrónomos se han preguntado si sería posible afirmar que dos estrellas que ahora se encuentran en extremos opuestos de la galaxia nacieron hace miles de millones de años a partir de la misma nube molecular gigante. Se han llegado incluso a plantear si sería posible encontrar las hermanas de nuestro propio Sol, perdidas hace mucho tiempo.
Ahora Mark Krumholz y Yi Feng, de UCSC, han empleado una simulación de dinámica de fluidos en la supercomputadora Hyades. “Esta simulación reveló exactamente por qué las estrellas que nacen juntas acaban teniendo las mismas abundancias de elementos: mientras se ensambla la nube que las forma, ésta resulta mezclada de modo muy rápido”, afirma Krumholz. “Esto ha resultado ser una sorpresa: no esperábamos que la turbulencia fuese tan violenta, por lo que no esperábamos que la mezcla fuera tan eficiente o rápida”. “Hemos proporcionado una explicación física de cómo y por qué funciona la mezcla de elementos químicos, demostrando convincentemente que el proceso de mezcla química es muy general y rápido, incluso en un ambiente que no se acaba convirtiendo en un cúmulo de estrellas, como el lugar donde nuestro Sol deber de haberse formado”, comenta Krumholz.
Integral capta una estrella muerta explotando con un “destello de gloria”
1/9/2014 de ESA / Nature
Un equipo de astrónomos ha demostrado más allá de toda duda, con el observatorio de rayos gamma Integral de ESA, que las estrellas muertas conocidas como enanas blancas pueden volver a encenderse y explotar como supernovas. El descubrimiento llega después de que se captara, por primera vez, la firma exclusiva de rayos gamma producidos por los elementos radiactivos creados en una de estas explosiones.
Las explosiones en cuestión son conocidas como supernovas de tipo Ia, que hace tiempo se sospecha que son resultado de la explosión de una enana blanca por culpa de la dañina interacción con una estrella compañera. Sin embargo, los astrónomos carecían de evidencias definitivas de que había una enana blanca involucrada, hasta ahora. La “pistola humeante” en este caso fue la presencia de núcleos radiactivos que se crearon durante la explosión termonuclear de la estrella enana blanca.
La supernova estudiada por Integral es SN2014J, descubierta por estudiantes de University College London el pasado 21 de enero en la vecina galaxia M82. Debido a su proximidad – a una distancia de unos 11.5 millones de años-luz de la Tierra, SN2014J es el objeto de este tipo más cercano detectado en décadas, por lo que Integral tenía muchas posibilidades de observar los rayos gamma producidos por la desintegración de elementos radiactivos como el cobalto. Las observaciones después de la explosión de supernova permitieron a los científicos encontrar la señal de la desintegración de cobalto en hierro, encontrándola exactamente en la cantidad que predecían los modelos.
El Hubble encuentra un sistema de estrellas que produjo una supernova y que está relacionado con una “estrella zombie” potencial
2/9/2014 de Hubble site / Nature
Supernova 2012Z en la galaxia espiral NGC 1309. El recuadro muestra una pareja de imágenes obtenidas por el telescopio espacial Hubble de la galaxia espiral NGC 1309 tomadas antes y después de la aparición de la supernova 2012Z, en el borde de la galaxia. El aspa dibujada en la parte de arriba de la imagen marca la posición de la supernova. Crédito: NASA, ESA, C. McCully and S. Jha (Rutgers University), R. Foley (University of Illinois), y Z. Levay (STScI)
Un equipo de astrónomos ha observado por primera vez, usando el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, un sistema de estrellas que más tarde produjo una inusual explosión de supernova en una enana blanca, el núcleo desnudo de una estrella ordinaria que ha llegado al final de su vida.
Examinando imágenes anteriores de archivo del Hubble, tomadas antes de la supernova, los astrónomos afirman que han detectado la estrella azul compañera de la enana blanca. La enana blanca lentamente tomó combustible de su compañera, lo que acabó por iniciar una reacción nuclear descontrolada en la estrella muerta, produciendo una débil explosión de supernova.
Esta supernova en particular ha sido clasificada como de Tipo Iax, una clase de explosión estelar recientemente identificada. Estas explosiones de estrellas son menos energéticas y más débiles que las supernovas de tipo Ia, que también se originan en explosiones de enanas blancas de sistemas binarios.
“Los astrónomos han estado buscando durante décadas a las progenitoras de las explosiones de Tipo Ia”, afirma Saurabh Jha de Rutgers University. “Las Tipo Ia son importantes porque son empleadas para medir grandes distancias cósmicas y la expansión del universo. Pero sabemos muy poco acerca de cómo explota una enana blanca. Los parecidos entre las de Tipo Iax y las normales de Tipo Ia hacen que sea importante comprender las progenitoras de las de Tipo Iax, especialmente porque no ha sido todavía identificada de forma definitiva ninguna progenitora de Tipo Ia. Este descubrimiento nos muestra un modo en el que una enana blanca puede explotar”.
Captan la imagen de uno de los volcanes más brillantes visto jamás en el Sistema Solar
2/9/2014 de Gemini Observatory
Imagen de Io tomada en el infrarrojo medio con la óptica adaptativa del telescopio Gemini North, el 29 de agosto de 2013. Además de la erupción extremadamente brillante situada en el borde superior derecho del satélite, el lago de lava Loki es visible en el centro del disco de Io, así como una erupción que se debilita y había sido detectada anteriormente ese mes en el limbo sur. Crédito: Katherine de Kleer/UC Berkeley/Gemini
Durante mediados de 2013, la luna Io de Júpiter se animó con actividad volcánica. Ahora una imagen del Observatorio Gemini capta lo que es uno de los volcanes más brillantes observados en nuestro sistema solar. La imagen, tomada el 29 de agosto de 2013, revela la magnitud de una erupción que fue el “gran final” en una serie de erupciones ocurridas en la lejana luna. El vulcanismo de Io es producido por el estiramiento y compresión que sufre por las mareas del masivo Júpiter, que calientan el interior del satélite, convirtiéndolo en el objeto del sistema solar más volcánicamente activo conocido.
La investigación, dirigida por la astrónoma Katherine de Kleer, examina en detalle la potente erupción de agosto, concluyendo que la energía emitida fue de 20 terawatts, y que expulsó muchos kilómetros cúbicos de lava. “Cuando observamos el evento fue también visible un área de lava reciente del orden de decenas de kilómetros cuadrados, afirma de Kleer. “Pensamos que entró en erupción con fuentes que salían de fisuras en la superficie de Io, más de diez mil veces más potentes que las fuentes de lava de la erupción en 2010 del Eyjafjallajokull en Islandia, por ejemplo”.
La galaxia más lejana que actúa como lente gravitatoria proporciona pistas sobre el Universo primitivo
2/9/2014 de Hubble site
Efecto de lente gravitacional producido por una galaxia del cúmulo IRC 0218. Se trata de la lente cósmica más lejana encontrada hasta la fecha, una galaxia masiva elíptica cuya potente gravedad amplifica la luz procedente de una lejana galaxia que está detrás de ella. Crédito: NASA, ESA, K.-V. Tran (Texas A&M University), y K. Wong (Academia Sinica Institute of Astronomy & Astrophysics)
Un equipo de astrónomos ha descubierto inesperadamente, con el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, la lupa cósmica más lejana, producida por una monstruosa galaxia elíptica. Vista tal como era hace 9600 millones de años, esta monstruosa galaxia elíptica rompe el récord anterior en 200 millones de años. Estas galaxias “lente” son tan masivas que la gravedad desvía, aumenta en tamaño y distorsiona la luz de los objetos que se encuentran detrás de ellas, un fenómeno conocido como lente gravitacional.
El objeto que se encuentra detrás de la lente cósmica es una diminuta galaxia espiral que sufre un rápido brote de formación de estrellas. Su luz ha tardado 10700 millones de años en llegar aquí. Observar un alineamiento casual a tan gran distancia desde la Tierra es algo muy raro.
El encontrar más de estas galaxias lente lejanas nos proporcionará datos sobre cómo se construyeron las galaxias jóvenes en el universo temprano hasta convertirse en las galaxias masivas dominadas por materia oscura de hoy en día. La materia oscura no puede ser vista, pero da cuenta de la mayor parte de la materia del universo.
“Cuando miras hace más de 9 mil millones de años en el Universo temprano, no esperas encontrar este tipo de lente entre galaxias”, explica el director de la investigación Kim-Vy Tran de Texas A&M University. “Es muy difícil ver un alineamiento entre dos galaxias en el universo primitivo. Imagínate que sostienes una lupa cerca de ti y luego moverla mucho más lejos. Cuando miras a través de la lupa con el brazo estirado, las probabilidades de que veas un objeto aumentado son grandes. Pero si mueves la lupa al otro lado de la habitación, tus probabilidades de ver la lupa perfectamente alineada con otro objeto situado más lejos disminuyen”.
Los investigadores han empleado la lente gravitacional producida por el alineamiento casual para medir la masa total de la galaxia gigante, incluyendo la cantidad de materia oscura, calculando la intensidad de su efecto de lente sobre la luz de la galaxia del fondo. La galaxia gigante pesa 180 mil millones de veces más que nuestro Sol y es una galaxia masiva para su época. Es también uno de los miembros más brillantes de un cúmulo lejano de galaxias, llamado IRC 0218.
Un objeto similar a un planeta podría haber pasado su juventud tan caliente como una estrella
2/9/2014 de Carnegie Institution for Science
Una secuencia en cuatro pasos (de izquierda a derecha) mostrando la posible evolución extrema en temperatura de WISE J0304-2705. Durante 20 millones de años el objeto estuvo tan caliente como una estrella, con una temperatura de por lo menos 2800 grados Celsius. El paso final corresponde a miles de millones de años después, cuando WISE J0304-2705 se ha enfriado a una temperatura típica de un planeta, entre 100 y 150 grados Celsius. Crédito: John Pinfield
Un equipo de astrónomos ha descubierto un objeto extremadamente frío que podría tener una historia particularmente diferente: aunque ahora es tan frío como un planeta puede haber pasado gran parte de su juventud tan caliente como una estrella.
La temperatura actual del objeto es de entre 100 y 150 grados Celsius, intermedia entre la de la Tierra y Venus. Sin embargo, el objeto muestra indicios de un posible origen antiguo, implicando que se ha producido un gran cambio en la temperatura. En el pasado este objeto habría sido tan caliente como una estrella, durante muchos millones de años.
Llamado WISE J0304-2705, este objeto es un miembro de la clase “enana Y”, recién creada, la clase de temperatura estelar más fría que se ha definido, siguiendo a las otras clases O, B, A, F, G, K, M, L y T. Aunque la temperatura es similar a la de los planetas, el objeto no se parece a los planetas rocosos como la Tierra, siendo en cambio una bola gigante de gas como Júpiter.
El equipo internacional que lo ha descubierto, dirigido por David Pinfield de la Universidad de Hertfordshire, identificó la enana Y empleando el observatorio WISE, un telescopio de NASA que ha tomado imágenes del cielo entero en el infrarrojo medio. El equipo también midió el espectro de luz emitido por la enana Y, lo que les permitió determinar su temperatura actual y comprender mejor su historia.
“Nuestras medidas sugieren que esta enana Y puede tener una composición y quizás una edad característica de los miembros más viejos de nuestra Galaxia”, explica Pinfield. “Esto significaría que la evolución de su temperatura podría haber sido muy extrema”.
Las reservas subterráneas de Titán modifican el metano de las precipitaciones
3/9/2014 de ESA
La misión internacional Cassini ha descubierto cientos de lagos y mares repartidos por la helada superficie de la luna Titán de Saturno, la mayor parte en sus regiones polares. Estos lagos están llenos, no de agua, sino de hidrocarburos, una forma de compuesto orgánico que se encuentra también de forma natural en la Tierra e incluye el metano. Aunque la mayor parte del líquido de los lagos se piensa que es rellenado por precipitaciones desde las nubes de la atmósfera de la luna, el ciclo de líquido a través de la corteza y atmósfera de Titán todavía no se conoce bien.
Un reciente estudio, dirigido por Olivier Mousis de la Université de Franche-Comté (Francia) ha estudiado el ciclo hidrológico de Titán examinando cómo las precipitaciones de metano de Titán interaccionarían con los materiales helados de reservas subterráneas. Se ha descubierto que la formación de materiales llamados clatratos cambia la composición química de las precipitaciones que llenan estas reservas de hidrocarburos, convirtiéndolas en reservas de propano y etano que podrían abastecer algunos ríos y lagos.
“Sabemos que una fracción importante de los lagos de la superficie de Titán puede estar conectada con masas escondidas de líquido bajo la corteza de Titán, pero simplemente no sabíamos cómo interaccionarían”, afirma Mousis. “Ahora hemos creado un modelo con gran detalle del interior de la luna, y tenemos una idea mejor de cómo podrían ser estos lagos u océanos escondidos”.
Las mejores pruebas hasta la fecha de la teoría del calentamiento de la corona
3/9/2014 de NASA
El Solar Dynamics Observatory de NASA captó esta imagen del aspecto del sol el 23 de abril de 2013, cuando fue lanzada la misión EUNIS. EUNIS se centró en una región activa del sol, los arcos brillantes arriba a la derecha de esta imagen. Crédito: NASA/SDO
Los científicos han reunido recientemente algunas de las pruebas más sólidas hasta la fecha para explicar qué es lo que hace que la atmósfera exterior del sol sea mucho más caliente que su superficie. Las nuevas observaciones de temperaturas extremadamente calientes a pequeña escala están de acuerdo sólo con una de las teorías actuales: algo llamado nanofulguraciones, una constante andanada de explosiones de calor, ninguna de las cuales puede ser detectada individualmente, es lo que proporciona el misterioso calor extra.
La superficie visible del sol, llamada fotosfera, se encuentra a unos 6000 Kelvin, mientras que la corona alcanza de forma regular temperaturas que son hasta 3000 veces más calientes.
“Esto es una especie de rompecabezas” afirma Jeff Brosius, científico espacial de la Universidad Católica de Washington, D.C. y del Goddard Space Flight Center de NASA. “Las cosas normalmente se enfrían a medida que se alejan de la fuente de calor”.
Se ha propuesto diferentes teorías para explicar cómo la energía magnética que se desplaza por la corona es convertida en calor que aumenta la temperatura. Las distintas teorías hacen predicciones diferentes sobre el tipo de material y las temperatura que deberían de observarse, pero pocas observaciones disponen de una resolución suficientemente alta sobre un área grande para distinguir entre estas predicciones. El cohete EUNIS, sin embargo, estaba equipado con una versión muy sensible de un tipo de instrumento llamado espectrógrafo. Los espectrógrafos reúnen información sobre la cantidad de material que hay a una temperatura dada, registrando luz de diferentes longitudes de onda.
Los ataques de asteroides alteraron de forma significativa la Tierra antigua
3/9/2014 de Arizona State University / Nature
Ilustración artística de la Tierra primitiva mostrando una superficie golpeada por impactos grandes, produciendo la extrusión a la superficie de magma que se encontraba a gran profundidad. Al mismo tiempo, la parte lejana de la superficie podría haber retenido agua líquida. Crédito: Simone Marchi
Una nueva investigación demuestra que hace cuatro mil millones de años la superficie de la Tierra fue fuertemente reprocesada (o mezclada, enterrada y fundida), como resultado de gigantescos impactos de asteroides. Un nuevo modelo de bombardeo terrestre basado en datos lunares y terrestres arroja luz acerca del papel que el bombardeo de asteroides jugó en la evolución geológica de las capas superiores de la Tierra del eón Hadeano (hace aproximadamente entre 4 000 millones y 4500 millones de años).
La nueva investigación revela que las colisiones de asteroides no solo alteraron severamente la Tierra del eón Hadeano, sino que probablemente jugaron un papel principal en la subsecuente evolución de la vida en la Tierra también.
“Antes de hace unos cuatro mil millones de años ninguna región grande de la superficie de la Tierra pudo haber permanecido ajena a los impactos y sus efectos” afirma Simone Marchi del Solar System Exploration Research Virtual Institute del Southwest Research Institute. “La nueva imagen de la Tierra hadeana que emerge de este trabajo tiene importantes consecuencias relacionadas con su habitabilidad”.
Los grandes impactos tuvieron efectos particularmente severos sobre los ecosistemas que existían. Los investigadores han encontrado que, en promedio, la Tierra hadeana pudo haber sido golpeada por entre uno y cuatro proyectiles que tenían mas de 960 kilómetros de tamaño, capaces de producir la evaporación global de los océanos. “Durante esta época, el periodo entre las colisiones mayores fue suficientemente largo como para permitir intervalos con condiciones más agradables, por lo menos a escala local”, comenta Marchi. “Cualquier vida que apareciera durante el eón Hadeano fue probablemente resistente a las temperaturas altas, y podría haber sobrevivido este violento periodo de la historia de la Tierra resguardada en nichos a gran profundidad bajo el suelo o en la corteza oceánica”.
El telescopio espacial Fermi de NASA revela una nueva fuente de rayos gamma
3/9/2014 de NASA / Science
La estrella enana blanca de V407 Cygni, que se muestra aquí en una ilustración artística, se convirtió en nova en 2010. Los científicos piensan que la explosión emitió inicialmente rayos gamma (magenta) cuando la onda expansiva atravesaba el ambiente rico en gas cercano a la estrella gigante roja del sistema. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/S. Wiessinger
Observaciones con el telescopio espacial de rayos gamma Fermi de varias erupciones estelares, llamadas nova, han establecido que estas explosiones relativamente comunes casi siempre producen rayos gamma, la forma de luz más energética.
Una nova es un repentino y breve aumento de brillo de lo que normalmente es una estrella poco llamativa, producido por una explosión termonuclear en la superficie de una enana blanca, una estrella compacta no mucho mayor que la Tierra. Cada explosión de nova expulsa hasta 100 000 veces la energía que emite anualmente nuestro sol. Antes del Fermi nadie sospechaba que estas explosiones fueran capaces de producir emisiones de rayos gamma de alta energía, una emisión con niveles de energía millones de veces mayores que la luz visible, y usualmente asociados con estallidos mucho más potentes.
El Telescopio de Gran Área de Fermi (LAT, por sus siglas en inglés) captó su primera nova, apodada V407 Cygni, en marzo de 2010. La explosión procedía de un raro tipo de sistema estelar en el que una enana blanca interactúa con una gigante roja, una estrella que tiene más de cien veces el tamaño de nuestro sol. Otros miembros de la misma clase inusual de sistema estelar se ha observado que han producido novas cada pocas décadas.
En 2012 y 2013 LAT detectó tres de las llamadas novas clásicas, que se producen en binarias más comunes, donde una enana blanca y una estrella similar al sol giran una alrededor de la otra cada pocas horas.
Los astrónomos estiman que en nuestra galaxia se producen entre 20 y 50 novas. La mayoría no son detectadas, al ser su luz oscurecida por polvo en el camino y resultar sus rayos gamma debilitados por la distancia. Todas las novas con rayos gamma descubiertas hasta ahora se encuentran a entre 9000 y 15000 años-luz, relativamente cerca dado el tamaño de nuestra galaxia.
Descubren un flujo de gas de 2.6 millones de años-luz de longitud
4/9/2014 de Royal Astronomical Society
El puente de gas (en verde) se prolonga desde la gran galaxia abajo a la izquierda hasta el grupo de galaxias de arriba. Una tercera galaxia cercana a la derecha también tiene un flujo de gas más corto. Los tres recuadros muestran imágenes aumentadas de las distintas galaxias. Crédito: Rhys Taylor/Arecibo Galaxy Environment Survey/The Sloan Digital Sky Survey Collaboration.
Un equipo de astrónomos y estudiantes ha descubierto un puente de hidrógeno atómico de 2.6 millones de años-luz de longitud entre galaxias a 500 millones de años-luz de distancia. El gas fue detectado con el telescopio William E. Gordon del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico.
El flujo de gas de hidrógeno atómico es el mayor conocido, un millón de años-luz más largo que una cola de gas encontrada en el cúmulo de Virgo por otro proyecto de Arecibo hace algunos años.
“Esto ha sido algo completamente inesperado”, afirma el director de la investigación el Dr. Rhys Taylor de la Academia Checa de Ciencias. “Con frecuencia vemos flujos de gas en cúmulos de galaxias, donde hay muchas galaxias juntas, pero encontrar algo tan largo y fuera de un cúmulo no tiene precedente”.
Lo sorprendente no es sólo la longitud del flujo sino también la cantidad de gas encontrada en él. Roberto Rodríguez, estudiante que ha participado en el estudio, explica que “normalmente encontramos gas dentro de las galaxias, pero aquí la mitad del gas (15 mil millones de veces la masa del Sol) se encuentra en el puente. ¡Esto es mucho más de lo que contienen las galaxias Vía Láctea y Andrómeda juntas!”.
El equipo todavía se encuentra estudiando el origen del flujo. Una posibilidad es que la gran galaxia situada en un extremo pasara cerca del grupo de galaxias más pequeñas del otro extremo, y el puente de gas se formó a medida que se separaron.
Previsión “meteorológica” cósmica: las nubes oscuras darán paso al sol
4/9/2014 de ESO
El instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros de ESO, en el Observatorio La Silla, en Chile, ha captado esta imagen de la nube oscura Lupus 4 ocultando la luz de las estrellas del fondo. Lupus 4 es una densa burbuja de gas y polvo donde se espera que nazcan nuevas estrellas. La nube se encuentra a unos 400 años luz de la Tierra, a caballo entre las constelaciones de Lupus (el Lobo) y Norma (la Plaza del Carpintero). Crédito: ESO
En esta intrigante nueva imagen vemos cómo Lupus 4, una burbuja de gas y polvo en forma de araña, oculta las estrellas de fondo como lo haría una nube gris en una noche sin luna. Aunque ahora se vea encapotado, es en estas densas burbujas de materia, que se encuentran en el interior de nubes como Lupus 4, donde se forman nuevas estrellas y donde, más tarde, nacerán radiantes. La imagen ha sido captada por el instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros de ESO, en el Observatorio La Silla, en Chile.
Lupus 4 está situado a unos 400 años luz de la Tierra, a caballo entre las constelaciones de Lupus (el Lobo) y Norma (la Plaza del Carpintero). La nube forma parte de un grupo de nubes oscuras que se encuentran un cúmulo estelar disperso llamado la Asociación de estrellas OB de Escorpio-Centauro. Una asociación OB es una agrupación relativamente joven, pero muy dispersa, de estrellas. Probablemente las estrellas hayan tenido un origen común, naciendo juntas en una gigantesca nube de material.
Dado que esta asociación de estrella y las nubes Lupus forman el grupo más cercano al Sol de su tipo, son un objetivo prioritario para estudiar cómo crecen juntas las estrellas antes de separarse. Se cree que el Sol, junto con la mayoría de las estrellas de nuestra galaxia, nació en un entorno similar.
Las primeras descripciones que constan en la literatura astronómica sobre las nubes oscuras de Lupus, datadas en 1927, se atribuyen al astrónomo estadounidense Edward Emerson Barnard. Lupus 3, vecino de Lupus 4, es el más estudiado gracias a la presencia de, al menos, 40 incipientes estrellas formadas a lo largo de los últimos tres millones de años, y que están a punto de encender sus hornos de fusión. La principal fuente de energía en estas estrellas adolescentes, conocidas como estrellas T Tauri, es el calor generado por su contracción gravitatoria. Esto supone un contraste con respecto a la fusión de hidrógeno y otros elementos, el motor de estrellas maduras como el Sol.
La mitad de las estrellas que albergan planetas son binarias
4/9/2014 de National Optical Astronomy Observatory
El telescopio espacial Kepler de NASA ha confirmado la existencia de unos 1000 exoplanetas, así como de otros miles más de estrellas consideradas interesantes porque posiblemente podrían albergar planetas. Ahora un reciente estudio dirigido por el Dr. Elliott Horch, de Southern Connecticut State University, ha demostrado que las estrellas con exoplanetas tienen probabilidades entre un 40% y un 50% de tener una estrella compañera, formando parte de un sistema estelar binario. “Es muy interesante comprobar que los sistemas con exoplanetas que tienen estrellas compañeras son mucho más comunes de lo que se pensaba”, sigue Horch.
“Una consecuencia interesante de este estudio es que en esta mitad de estrellas que son binarias y tienen exoplanetas no podemos, en general, decir alrededor de cual de las dos está el planeta en órbita”, añade el Dr. Steve B. Howell (NASA Ames Research Center).
El campo que observaba Kepler, situado entre dos brillantes estrellas del triángulo de verano, elevándose junto al telescopio WYN al sur de Arizona. Crédito: NOAO
Un supercúmulo de galaxias recién identificado alberga la Vía Láctea
4/9/2014 de National Radio Astronomy Observatory / Nature
Un equipo de cosmólogos ha cartografiado el supercúmulo de galaxias que contiene nuestra propia galaxia la Vía Láctea, llamándolo Laniakea. Las líneas blancas representan las trayectorias de galaxias en Laniakea. Las áreas verdes son otros supercúmulos de galaxias vecinos. Crédito: SDvision interactive visualization software by DP at CEA/Saclay, France.
Un equipo de astrónomos, que ha empleado el Telescopio Green Bank (GBT) y otros telescopios, ha determinado que nuestra galaxia la Vía Láctea forma parte de un enorme supercúmulo de galaxias que ha llamado “Laniakea”, “cielo inmenso” en hawaiano.
Este descubrimiento clarifica las fronteras de nuestro vecindario galáctico y establece relaciones previamente desconocidas entre varios cúmulos de galaxias del Universo local. “Hemos determinado por fin los contornos que definen el supercúmulo de galaxias que llamamos hogar”, comenta el investigador R. Brent Tully. “Es parecido a descubrir por primera vez que tu ciudad es en realidad parte de un país mucho mayor que tiene fronteras con otras naciones”.
La Vía Láctea reside a las afueras de un supercúmulo de galaxias (compuesto a su vez de grupos de galaxias, como nuestro Grupo Local, y cada uno conteniendo docenas de galaxias), cuya extensión ha sido cartografiada cuidadosamente por primera vez empleando técnicas nuevas. Este supercúmulo Laniakea tiene un diámetro de 500 millones de años-luz y contiene la masa equivalente a cien mil billones de soles repartida entre 100 000 galaxias.
Este estudio también clarifica el papel del Gran Atractor, un punto focal gravitacional del espacio intergaláctico que influye en el movimiento de nuestro Grupo Local de galaxias y otros cúmulos de galaxias. Dentro de los límites del supercúmulo Laniakea los movimientos de las galaxias se dirigen hacia el interior, del mismo modo que las corrientes de agua fluyen siguiendo caminos descendentes hacia un valle. La región del Gran Atractor es un gran valle gravitacional plano con una esfera de atracción que se extiende al supercúmulo Laniakea.
El artículo que explica este trabajo es portada hoy de la prestigiosa revista Nature.
ALMA confirma que los cometas forjan moléculas orgánicas en sus polvorientas atmósferas
5/9/2014 de National Radio Astronomy Observatory
Posición aproximada del cometa ISON en nuestro Sistema Solar en la época de las observaciones con ALMA. Crédito: B. Saxton (NRAO/AUI/NSF); NASA/ESA Hubble; M. Cordiner, NASA, et al.
Un equipo internacional de científicos, que trabaja con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), ha construido imágenes increíbles en 3D de las fantasmales atmósferas que rodean a los cometas ISON y Lemmon. Estas nuevas observaciones proporcionan datos importantes sobre cómo los cometas forjan nuevos compuestos químicos, incluyendo intrigantes compuestos orgánicos.
Los cometas contienen algunos de los materiales más viejos y prístinos de nuestro Sistema Solar. Comprender su química particular podría decirnos mucho sobre el nacimiento de nuestro planeta y el origen de los compuestos orgánicos que son los ladrillos de la vida. Las observaciones en alta resolución de ALMA proporcionan una asombrosa perspectiva en 3D de la distribución de las moléculas en el interior de estas dos atmósferas cometarias, o comas.
Los nuevos resultados revelaron que el gas cianuro de hidrógeno (HCN) fluye hacia afuera desde el núcleo de manera bastante uniforme en todas las direcciones, mientras que el isocianuro de hidrógeno (HNC) se encuentra concentrado en algunas zonas y en chorros. La exquisita resolución de ALMA muestra claramente estas concentraciones moviéndose hacia diferentes regiones de las comas cometarias día a día, e incluso hora por hora. Estos claros patrones confirman que las moléculas de HNC y H2CO (formaldehído) se forman dentro de la coma, y que el HNC puede que se forme por la rotura de moléculas grandes o polvo orgánico.
Indicios de un planeta en formación descubierto a 335 años-luz de la Tierra
5/9/2014 de Clemson University
Ilustración artística de la joven estrella masiva HD100546 y el disco que la rodea. Crédito: P. Marenfeld & NOAO/AURA/NSF
Un equipo internacional de investigadores dirigido por un astrofísico de Clemson University, ha descubierto nuevos indicios de que hay planetas en proceso de formación alrededor de una estrella situada a unos 335 años-luz de la Tierra.
El equipo encontró emisión de monóxido de carbono que sugiere que hay un planeta en órbita alrededor de una estrella relativamente joven conocida como HD100546. El planeta candidato es el segundo que los astrónomos han descubierto en órbita alrededor de la estrella.
“Los nuevos descubrimientos en esta estrella podrían permitir a los astrónomos comprobar sus teorías y aprender más sobre la formación de sistemas solares, incluyendo el nuestro”, afirma Sean Brittain. “Este sistema está relativamente cerca a la Tierra comparado con otros discos”, comenta. “Podemos estudiarlo con un nivel de detalle que no se puede alcanzar con estrellas más lejanas. Es el primer sistema en el que somos capaces de hacer esto”.
Los astrónomos piensan que el nuevo planeta que han encontrado es un gigante de gas inhabitable, de por lo menos tres veces el tamaño de Júpiter, comenta Brittain. Su distancia a la estrella sería aproximadamente la misma que la de Saturno al Sol.
El espectrógrafo Alice de Rosetta obtiene el primer espectro en el ultravioleta lejano de una superficie cometaria
5/9/2014 de Southwest Research Institute
El espectrómetro de imagen ultravioleta Alice será el primero que estudie un cometa de cerca. Crédito: Southwest Research Institute
El espectrógrafo ultravioleta Alice de NASA a bordo del orbitador cometario Rosetta de ESA ha realizado sus primeros descubrimientos científicos. Rosetta, que se encuentra en órbita alrededor del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, es la primera nave espacial que estudia un cometa de cerca.
A partir de estos datos, el equipo de Alice ha descubierto que el cometa es inusualmente oscuro en longitudes de onda del ultravioleta y que, hasta ahora, la superficie del cometa no muestra grandes zonas de hielo de agua. Alice también está ya detectando tanto hidrógeno como oxígeno en la coma, o atmósfera, del cometa.
“Nos ha sorprendido lo poco reflectiva que es la superficie del cometa, y los pocos indicios que muestra de hielo de agua en la superficie”, afirma el Dr. Alan Stern, del Southwest Research Institute.
La galaxia del Triángulo, captada por el telescopio VST
5/9/2014 de ESO
El telescopio de sondeo VST (VLT Survey Telescope), instalado en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile, ha captado una imagen de la galaxia Messier 33 que alcanza impresionantes niveles de detalle. Esta espiral cercana, la segunda gran galaxia más cercana a la nuestra, la Vía Láctea, está llena de brillantes cúmulos de estrellas y de nubes de gas y polvo. La nueva fotografía de este objeto es una de las imágenes de amplio campo con más detalles jamás tomadas y muestra, con especial claridad, las numerosas nubes rojizas y brillantes de gas en los brazos espirales.
Messier 33, también conocida como NGC 598, se encuentra a unos tres millones de años luz de distancia, en la pequeña constelación del Triángulo, en el hemisferio norte. Otro de sus nombres es Galaxia del Triángulo, y fue observada por el cazador de cometas francés Charles Messier en agosto de 1764, quien la situó como la número 33 en su famosa lista de nebulosas y cúmulos de estrellas prominentes. Sin embargo, él no fue el primero en registrar la existencia de la galaxia espiral; probablemente fue documentada por primera vez unos cien años antes por el astrónomo siciliano Giovanni Battista Hodierna.
Entre las muchas regiones de formación de estrellas que hay en los brazos espirales de Messier 33, destaca la nebulosa gigante NGC 604. Con un diámetro de cerca de 1.500 años luz, esta es una de las más grandes nebulosas de emisión conocida. Se extiende sobre un área 40 veces más grande que la parte visible de la mucho más famosa – y mucho más cercana – Nebulosa de Orión.
Descubren la historia climática del Planeta Rojo en un meteorito único
8/9/2014 de Florida State University /Nature Geoscience
Un equipo de científicos de Florida State University ha encontrado indicios de cambios de clima en minerales llamados zircones dentro de un oscuro meteorito. Los zircones, que son también abundantes en la corteza de la Tierra, se forman al enfriarse la lava.
“Encontrar un zircón es como encontrar un reloj”, afirma Munir Humayun. “Un zircón empieza a registrar el tiempo que pasa en el momento en que nace”. Los zircones encontrados en un meteorito llamado Black Beauty tienen la asombrosa edad de 4400 millones de años. Eso significa, según Humayun, que se formaron durante la infancia del Planeta Rojo, y durante la época en que el planeta habría podido mantener vida.
“Primero aprendimos que hace unos 4500 millones de años el agua abundaba más en Marte, y ahora hemos aprendido que ocurrió algo dramático que cambió eso”, comenta Humayun. “Ahora podemos concluir que las condiciones que vemos hoy en día en Marte, este desierto seco marciano, deben de haber persistido durante por lo menos los últimos 1700 millones de años. Ahora sabemos que Marte ha sido seco durante mucho tiempo”.
Descubren una galaxia gigante en su fase temprana de construcción
8/9/2014 de NASA / Nature
Los astrónomos han captado por primera vez un vistazo de las fases tempranas en la construcción de galaxias masivas. El lugar donde se está ensamblando, llamado “Sparky”, es un denso núcleo galáctico brillando con la luz de millones de estrellas recién nacidas que se están formando a un ritmo frenético.
Una galaxia elíptica completamente desarrollada es un grupo de estrellas antiguas deficiente en gas que según la teoría se desarrolla de dentro hacia afuera, con un núcleo compacto que marca sus inicios. Debido a que el núcleo galáctico está tan lejos, la luz de la galaxia en formación que se observa desde la Tierra fue creada realmente hace 11 mil millones de años, sólo unos 3 mil millones de años después del Big Bang.
Los astrónomos proponen la teoría de que este frenético nacimiento de estrellas fue iniciado por un torrente de gas que fluyó hacia el núcleo de la galaxia, donde se formó a gran profundidad dentro de un pozo de potencial gravitatorio de materia oscura, material cósmico invisible que actúa como el entramado del universo para la construcción de galaxias.
Partículas del tamaño de guijarros capaces de impulsar la formación de planetas
8/9/2014 de National Radio Astronomy Observatory
Los planetas rocosos como la Tierra empiezan siendo fragmentos microscópicos, más pequeños que los granos de arena, al menos eso es lo que predicen las teorías.
Un equipo de astrónomos, empleando el telescopio de Green Bank, ha descubierto que los filamentos de gas que forman estrellas situados cerca de la nebulosa de Orión, pueden abundar en partículas del tamaño de guijarros – ladrillos de formación de planetas entre 100 a 1000 veces mayores que los granos de arena que típicamente se encuentran alrededor de protoestrellas. Si se confirma, estos densos jirones de material rocoso podrían representar una nueva clase de partículas interestelares de tamaño mediano que podrían impulsar la formación de planetas.
El mapa del cometa de Rosetta muestra una superficie morfológicamente diversa
9/9/2014 de Max Planck Institute
Precipicios y rocas prominentes: en esta imagen son visibles varias estructuras diferentes de 67P. La parte izquierda de las imágenes muestra la “espalda” del cometa, mientras que a la derecha se ve su “cabeza”. Un pixel corresponde a 1.1 metros. Crédito: ESA/Rosetta/MPS por el equipo OSIRIS MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
Las imágenes en alta resolución del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko revelan un mundo único, con muchas caras. La nave espacial Rosetta de ESA llegó a su destino hace un mes y está actualmente acompañando al cometa a medida que progresa en su ruta hacia el sistema solar interior. Los científicos han analizado las imágenes de la superficie del cometa tomadas por OSIRIS, el sistema científico de imagen de Rosetta, y localizado varias regiones diferentes, cada una de las cuales viene definida por características morfológicas especiales.
Con áreas dominadas por precipicios, depresiones, cráteres, rocas o incluso surcos paralelos, 67P exhibe una multitud de terrenos diferentes. Aunque algunos de ellos parecen inactivos, otros parecen haber sido formados por la actividad del cometa.
“Este primer mapa es, por supuesto, sólo el principio de nuestro trabajo”, afirma Sierks. “En este punto nadie comprende cómo aparecieron realmente las variaciones morfológicas de las que estamos siendo testigos”. Mientras tanto 67P como Rosetta viajen acercándose al Sol en los próximos meses, el equipo de OSIRIS monitorizará la superficie buscando cambios. Aunque los científicos no esperan que los límites de las regiones del cometa cambien dramáticamente, hasta las transformaci
9/9/2014 de JPL
Esta ilustración artística del proceso de subducción (en el que una paca es forzada a colocarse debajo de otra) muestra cómo una parte fría, exterior, de la capa de 20-30 km de grosor de la capa de hielo de Europa se desplazó hacia la capa interior, más templada, y fue finalmente subsumida. Crédito: Noah Kroese, I.NK
Los científicos han encontrado indicios de tectónica de placas en la luna Europa de Júpiter. Este es el primer signo de este tipo de actividad geológica de desplazamiento de la superficie en otro mundo que no es la Tierra.
Los investigadores tienen una clara evidencia visual de la expansión de la corteza de Europa. Sin embargo, no han podido encontrar áreas donde la corteza vieja fue destruida para dejar espacio para la nueva. Pero mientras examinaban imágenes de Europa tomadas por el orbitador Galileo de NASA a principio de los años 2000, los geólogos Simon Kattenhorn y Louise Prockter descubrieron algunas fronteras geológicas inusuales.
La tectónica de placas es la teoría científica que afirma que la capa exterior de la Tierra está hecha de placas o bloques que se desplazan, lo que explica por qué se forman las montañas y se producen los terremotos. La superficie de Europa – una de las lunas mayores de Júpiter y ligeramente menor que la luna de la Tierra – está surcada por fracturas y caballones. Se sabe que los bloques se han desplazado de igual modo a como lo hicieron los bloques de la Tierra en ambos lados de la falla de San Andrés en California.
Los científicos que estudian Europa a menudo reconstruyen los bloques de la superficie de la luna para obtener una imagen de cómo era la superficie antes de ser perturbada. Cuando Kattenhorn and Prockter reordenaron las imágenes del terreno helado, descubrieron que faltaban más de casi 20 000 kilómetros cuadrados de superficie en las latitudes más al norte de la luna.
Otros indicios sugirieron que el terreno que faltaba se había desplazado bajo una segunda placa de la superficie, un escenario comúnmente observado en la Tierra, en las fronteras de las placas tectónicas. Kattenhorn y Prockter observaron volcanes de hielo en la placa superior, posiblemente formados por la fundición y absorción de la placa mientras se introducía bajo la superficie, y una ausencia de montañas en la zona de subducción, señal de que el material fue empujado hacia el interior en lugar de resultar amontonado cuando las dos placas chocaron una contra la otra.
Las concentraciones brillantes de un anillo de Saturno, ahora misteriosamente escasas
9/9/2014 de JPL
Cassini ha observado tantas concentraciones de material poco brillantes en el anillo F de Saturno, como las mostradas en esta foto, como las Voyager, pero apenas ha visto alguna d elas concentraciones brillantes que eran comunes en las imágenes de las Voyager. Crédito: NASA/JPL-Caltech/SSI
Recientemente, un estudio financiado por NASA ha comparado el aspecto del anillo F de Saturno a lo largo de seis años de observaciones por la misión Cassini con su aspecto durante los sobrevuelos de las naves Voyager de NASA, 30 años antes. Los investigadores han descubierto que, aunque el número global de concentraciones de material brillante en el anillo F sigue siendo el mismo, el número de concentraciones excepcionalmente brillantes de material cayó en picado durante ese tiempo. Donde las Voyager detectaban dos o tres concentraciones brillantes en todas las observaciones, Cassini sólo ha visto dos de estas formaciones durante un periodo de seis años.
Los científicos piensan que la presencia de las concentraciones más brillantes en el anillo F se produce por impactos repetidos contra su núcleo de pequeñas lunas, de hasta 5 km de tamaño, cuyas trayectorias alrededor de Saturno están cerca del anillo y cruzan su órbita. Proponen que la disminución del número de concentraciones brillantes es resultado de un descenso en el número de estas lunas entre las épocas de las Voyager y Cassini.
Este descenso en el número de lunas pequeñas posiblemente se debe a la acción de la luna Prometeo de Saturno. El anillo F rodea al planeta en un lugar especial, llamado el límite de Roche: más cerca de Saturno, las fuerzas de marea de la gravedad del planeta rompen los cuerpos más pequeños. “El material que se encuentra a esta distancia tienen que decidir si permanecen en el anillo o se junta para formar una luna”, comenta Robert French, del Instituto SETI. Prometeo tiene su órbita justo dentro del anillo F, y añade perturbaciones removiendo las partículas del anillo, impulsando a veces la creación de pequeñas lunas, y destruyéndolas a veces.
La materia oscura interactiva podría explicar la falta de satélites de la Vía Láctea
9/9/2014 de University of Durham
Simulación por ordenador de halos de materia oscura y galaxias formándose en su seno. Crédito: University of Durham
Un equipo de científicos piensa que ha encontrado un modo de explicar por qué no hay tantas galaxias en órbita alrededor de la Vía Láctea como se espera. Simulaciones por computadora de la formación de nuestra galaxia sugieren que debería de haber muchas más galaxias más pequeñas alrededor de la Vía Láctea de las observadas con telescopios. Esto ha arrojado dudas sobre la teoría, generalmente aceptada, sobre la materia oscura fría, una sustancia que los científicos predicen que debería de producir más formación de galaxias alrededor de la Vía Láctea de la que se observa.
Ahora un equipo de científicos sugiere que las partículas de materia oscura, además de sentir la fuerza de la gravedad, podrían haber interactuado con fotones y neutrinos en el Universo joven, produciendo la dispersión de la materia oscura.
Los científicos piensan que las concentraciones de materia oscura – o halos- que emergieron en el Universo temprano, fueron las que atraparon el gas necesario para formar estrellas y galaxias. La dispersión de la materia oscura barre las estructuras que pueden atrapar gas, impidiendo que se formen más galaxias alrededor de la Vía Láctea y reduciendo el número de las que deberían de existir.
ones sutiles de la superficie pueden ayudar a explicar cómo la actividad cometaria creó un mundo tan asombroso.
Encuentran indicios de tectónica de placas en Europa
9/9/2014 de JPL
Esta ilustración artística del proceso de subducción (en el que una paca es forzada a colocarse debajo de otra) muestra cómo una parte fría, exterior, de la capa de 20-30 km de grosor de la capa de hielo de Europa se desplazó hacia la capa interior, más templada, y fue finalmente subsumida. Crédito: Noah Kroese, I.NK
Los científicos han encontrado indicios de tectónica de placas en la luna Europa de Júpiter. Este es el primer signo de este tipo de actividad geológica de desplazamiento de la superficie en otro mundo que no es la Tierra.
Los investigadores tienen una clara evidencia visual de la expansión de la corteza de Europa. Sin embargo, no han podido encontrar áreas donde la corteza vieja fue destruida para dejar espacio para la nueva. Pero mientras examinaban imágenes de Europa tomadas por el orbitador Galileo de NASA a principio de los años 2000, los geólogos Simon Kattenhorn y Louise Prockter descubrieron algunas fronteras geológicas inusuales.
La tectónica de placas es la teoría científica que afirma que la capa exterior de la Tierra está hecha de placas o bloques que se desplazan, lo que explica por qué se forman las montañas y se producen los terremotos. La superficie de Europa – una de las lunas mayores de Júpiter y ligeramente menor que la luna de la Tierra – está surcada por fracturas y caballones. Se sabe que los bloques se han desplazado de igual modo a como lo hicieron los bloques de la Tierra en ambos lados de la falla de San Andrés en California.
Los científicos que estudian Europa a menudo reconstruyen los bloques de la superficie de la luna para obtener una imagen de cómo era la superficie antes de ser perturbada. Cuando Kattenhorn and Prockter reordenaron las imágenes del terreno helado, descubrieron que faltaban más de casi 20 000 kilómetros cuadrados de superficie en las latitudes más al norte de la luna.
Otros indicios sugirieron que el terreno que faltaba se había desplazado bajo una segunda placa de la superficie, un escenario comúnmente observado en la Tierra, en las fronteras de las placas tectónicas. Kattenhorn y Prockter observaron volcanes de hielo en la placa superior, posiblemente formados por la fundición y absorción de la placa mientras se introducía bajo la superficie, y una ausencia de montañas en la zona de subducción, señal de que el material fue empujado hacia el interior en lugar de resultar amontonado cuando las dos placas chocaron una contra la otra.
El mapa del cometa de Rosetta muestra una superficie morfológicamente diversa
9/9/2014 de Max Planck Institute
Precipicios y rocas prominentes: en esta imagen son visibles varias estructuras diferentes de 67P. La parte izquierda de las imágenes muestra la “espalda” del cometa, mientras que a la derecha se ve su “cabeza”. Un pixel corresponde a 1.1 metros. Crédito: ESA/Rosetta/MPS por el equipo OSIRIS MPS/UPD/LAM/IAA/SSO/INTA/UPM/DASP/IDA
Las imágenes en alta resolución del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko revelan un mundo único, con muchas caras. La nave espacial Rosetta de ESA llegó a su destino hace un mes y está actualmente acompañando al cometa a medida que progresa en su ruta hacia el sistema solar interior. Los científicos han analizado las imágenes de la superficie del cometa tomadas por OSIRIS, el sistema científico de imagen de Rosetta, y localizado varias regiones diferentes, cada una de las cuales viene definida por características morfológicas especiales.
Con áreas dominadas por precipicios, depresiones, cráteres, rocas o incluso surcos paralelos, 67P exhibe una multitud de terrenos diferentes. Aunque algunos de ellos parecen inactivos, otros parecen haber sido formados por la actividad del cometa.
“Este primer mapa es, por supuesto, sólo el principio de nuestro trabajo”, afirma Sierks. “En este punto nadie comprende cómo aparecieron realmente las variaciones morfológicas de las que estamos siendo testigos”. Mientras tanto 67P como Rosetta viajen acercándose al Sol en los próximos meses, el equipo de OSIRIS monitorizará la superficie buscando cambios. Aunque los científicos no esperan que los límites de las regiones del cometa cambien dramáticamente, hasta las transformaciones sutiles de la superficie pueden ayudar a explicar cómo la actividad cometaria creó un mundo tan asombroso.
Detectando neutrinos, los físicos han mirado en el corazón del Sol
10/9/2014 de University of Massachusetts Amherst / Nature
Empleando uno de los detectores de neutrinos más sensible del planeta, un equipo internacional de físicos anuncia en la revista Nature que por primera vez han detectado neutrinos directamente creados por el proceso “clave” de fusión protón-protón (pp) en el núcleo del Sol.
La reacción pp es el primer paso en la secuencia de reacciones responsables de un 99 por ciento de la potencia del Sol, explica Andrea Pocar, de la Universidad de Massachusetts Amherst. Los neutrinos solares se producen en procesos nucleares y desintegraciones radiactivas de diferentes elementos durante las reacciones de fusión en el núcleo del Sol. Estas partículas fluyen escapando de la estrella a casi la velocidad de la luz. Pero como sólo interaccionan a través de la fuerza nuclear débil, pasan a través de la materia virtualmente sin ser afectadas, lo que hace que sean muy difíciles de detectar y distinguir de desintegraciones nucleares de materiales ordinarios.
“Con los últimos datos de neutrinos, estamos mirando directamente al origen del proceso que produce la mayor cantidad de energía en el Sol, reacciones en cadena, que se producen en el denso núcleo, extremadamente caliente. Mientras que la luz que vemos en nuestra vida diaria nos alcanza en 8 minutos, la energía producida en el centro del Sol tarda decenas de miles de años en ser emitida como luz”, comenta Andrea Pocar. “Comparando los dos tipos diferentes de energía solar radiada, en forma de neutrinos y en forma de luz superficial, obtenemos información experimental sobre el equilibrio termodinámico del Sol en una escala de tiempo de 100 000 años”.
La mejor imagen obtenida de una fusión de galaxias en el universo lejano
10/9/2014 de ESO
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y muchos otros telescopios en tierra y en el espacio se han utilizado para obtener la mejor imagen obtenida hasta el momento de una colisión que tuvo lugar entre dos galaxias cuando el universo tenía sólo la mitad de su edad actual. Crédito: ESO/NASA/ESA/W. M. Keck Observatory
Utilizando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y muchos otros telescopios en tierra y en el espacio, un equipo internacional de astrónomos ha obtenido la mejor imagen de una colisión que tuvo lugar entre dos galaxias cuando el universo tenía sólo la mitad de su edad actual. Se sirvieron de una lupa del tamaño de una galaxia para revelar detalles de otro modo invisibles. Estos nuevos estudios de la galaxia H-ATLAS J142935.3-002836 han demostrado que este objeto, complejo y distante, es parecido a una conocida colisión de la galaxia local, las Galaxias Antena.
El famoso detective de ficción Sherlock Holmes utilizaba una lupa para revelar evidencias apenas visibles, pero importantes. Los astrónomos están ahora combinando el poder de muchos telescopios basados en tierra y en el espacio con una forma infinitamente más grande de lente cósmica para estudiar un caso de vigorosa formación estelar en el universo temprano.
“Mientras los astrónomos a menudo se ven limitados por la potencia de sus telescopios, en algunos casos nuestra capacidad para ver el detalle es enormemente mejorada por lentes naturales, creadas por el universo”, explica el autor principal, Hugo Messias, de la Universidad de Concepción (Chile) y el Centro de Astronomía y Astrofísica da Universidad de Lisboa (Portugal). “Einstein predijo en su teoría de la relatividad general que, dada la suficiente masa, la luz no viaja en línea recta, sino que se dobla de forma similar a la luz refractada por una lente normal”.
Estas lentes cósmicas son creadas por enormes estructuras como galaxias y cúmulos de galaxias, que desvían la luz de los objetos que hay detrás de ellos debido a su fuerte gravedad — un efecto denominado de lente gravitacional o gravitatoria. Las propiedades de este efecto lupa permiten a los astrónomos estudiar objetos que no serían visibles de otro modo y comparar directamente las galaxias locales con otras mucho más remotas, vistas cuando el universo era considerablemente más joven.
Espectacular paisaje de formación estelar
10/9/2014 de ESO
Esta imagen, captada por el Wide Field Imager (WFI) emplazado en el Observatorio La Silla de ESO en Chile, muestra dos regiones de intensa formación estelar en la zona sur de la Vía Láctea. La primera, a la izquierda de la fotografía, se encuentra dominada por el cúmulo estelar NGC 3603, situado a 20.000 años luz de distancia, en el brazo espiral de Carina-Sagitario en nuestra galaxia, la Vía Láctea. El segundo objeto, a la derecha, es una acumulación de nubes de gas resplandeciente conocido como NGC 3576, ubicado a tan sólo la mitad de distancia de la Tierra.
El NGC 3603 es un cúmulo estelar extremadamente brillante, conocido por tener la mayor concentración de estrellas masivas descubiertas hasta ahora en nuestra galaxia. En la parte central se puede observar un sistema estelar múltiple Wolf–Rayet, conocido como HD 97950. Las estrellas Wolf-Rayet se encuentran en una avanzada fase de evolución estelar, con dimensiones que comienzan en unas 20 veces la masa del Sol. Sin embargo, a pesar de su gran magnitud, las estrellas Wolf–Rayet se desprenden de una cantidad considerable de su materia, debido a la acción de intensos vientos estelares que expulsan el material de su superficie hacia el espacio a siete millones de kilómetros por hora, una pérdida de peso de proporciones cósmicas.
El NGC 3603 se localiza en una zona de formación estelar muy activa. Las estrellas nacen en regiones oscuras y polvorientas del espacio, en su mayoría fuera del alcance de la vista. Pero a medida que las jóvenes estrellas comienzan gradualmente a brillar y logran disipar las capas de material que las rodea, se hacen visibles y crean nubes con un intenso resplandor en la materia circundante conocidas como regiones HII. Las regiones HII se iluminan debido a la interacción de la radiación ultravioleta emitida por las jóvenes y brillantes estrellas, las que se encuentran a altas temperaturas, con las nubes de gas de hidrógeno. Estas regiones pueden medir varios cientos de años-luz de diámetro, y la que rodea al NGC 3603 se distingue por ser la más masiva en nuestra galaxia.
Un ritmo fascinante: pulsos de luz iluminan un raro agujero negro
10/9/2014 de University of Maryland / Nature
Esta imagen de la galaxia Messier 82 es una combinación de datos del observatorio de rayos X Chandra, el telescopio espacial Hubble y el telescopio espacial Spitzer. El agujero negro de masa intermedia M82 X-1 es el objeto más brillante del recuadro. Crédito: NASA/H. Feng et al.
Un equipo de astrónomos ha logrado medir con precisión, y por tanto confirmar la existencia, de un agujero negro de unas 400 veces la masa de nuestro Sol, en una galaxia a 12 millones de años-luz de la Tierra. Se trata de un agujero perteneciente a la clase llamada de masa intermedia, cuya existencia hasta ahora era discutida.
Dheeraj Pasham, estudiante graduado de la Universidad de Maryland, estudió los datos del objeto M82 X-1, situado en la galaxia Messier 82, en la constelación de la Osa Mayor, tomados en rayos X por el telescopio espacial Rossi X-Ray Timing Explorer (RXTE) de NASA. Pasham observó dos destellos repetitivos de luz entre el material que gira alrededor del agujero negro. Los destellos mostraban un patrón rítmico de pulsos de luz, uno produciéndose 5.1 veces por segundo, y el otro 3.3 veces por segundo.
Pasham ha empleado las oscilaciones para estimar que M82 X-1 tiene 428 veces las masa del sol, con un margen de 105 masas solares. No propone una explicación de cómo se forma esta clase de agujeros negros. “Necesitábamos primero confirmar su existencia observacionalmente”, afirma. “Ahora los teóricos pueden ponerse a trabajar”.
Descubren nuevas pistas para determinar el ciclo solar
15/9/2014 de NASA
Una imagen compuesta de 25 imágenes individuales de SDO de NASA, abarcando un año, desde abril de 2012 hasta abril de 2013. La imagen revela los caminos migratorios de las regiones activas hacia el ecuador durante este periodo. Crédito: NASA/SDO/Goddard
Aproximadamente cada 11 años el Sol sufre un cambio completo de personalidad, de tranquilo y calmado a violentamente activo. La intensidad de la actividad del Sol, conocida como máximo solar, es una época de numerosas manchas solares, enfatizadas por profundas erupciones que envían radiación y partículas solares a grandes distancias por el espacio.
Sin embargo, el calendario del ciclo solar está lejos de ser preciso. Desde que los humanos empezaron a registrar regularmente las manchas solares en el siglo XVII, el tiempo transcurrido entre máximos solares sucesivos ha llegado a ser tan corto como 9 años, o tan largo como 14, lo que hace difícil determinar su causa. Ahora, los investigadores han descubierto un nuevo marcador para trazar el curso del ciclo solar – puntos brillantes en la atmósfera solar que nos permiten observar el constante movimiento de material dentro del sol. Estos marcadores proporcionan un nuevo modo de observar el modo en que los campos magnéticos evolucionan y se mueven por nuestra estrella más cercana. También demuestran que puede ser necesario un importante ajuste de las teorías existentes sobre las causas de este misterioso ciclo.
“Las manchas solares han sido el marcador perenne que nos permite comprender los mecanismos que regulan el interior del sol”, afirma Scott McIntosh, científico espacial del National Center for Atmospheric Research en Boulder, Colorado. “Pero los procesos que crean las manchas solares no son bien comprendidos, y todavía lo son menos los que gobiernan su migración y los que producen su movimiento. Ahora podemos ver que hay puntos brillantes en la atmósfera solar que actúan como boyas ancladas a lo que está ocurriendo abajo a mucha mayor profundidad. Nos ayudan a desarrollar una imagen diferente del interior del sol”.
Primeros indicios de la presencia de nubes de hielo de agua fuera del Sistema Solar
15/9/2014 de Carnegie Institution
Un equipo de científicos, dirigido por Jacqueline Faherty de Carnegie, ha descubierto las primeras pruebas de nubes de hielo de agua en un objeto fuera de nuestro propio Sistema Solar. Las nubes de hielo de agua existen en nuestros planetas gigantes gaseosos – Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno – pero no han sido vistas fuera de los planetas que están en órbita alrededor de nuestro Sol, hasta ahora.
En el Observatorio de Las Campanas, en Chile, Faherty y sus colaboradores emplearon la cámara del infrarrojo cercano FourStar para detectar la enana marrón más fría jamás estudiada. Sus descubrimientos son el resultado de 151 imágenes tomadas durante 3 días, y combinadas entre sí. El objeto, llamado WISE J085510.83-071442.5, o W0855 fue observado por primera vez por la misión Wide-Field Infrared Explorer de NASA, y anunciado a principios de este año. Pero no se sabía si podría ser detectado desde instalaciones en tierra.
W0855 es el cuarto sistema más cercano a nuestro Sol, prácticamente el vecino de la puerta de al lado, en términos de distancias astronómicas. Una comparación de las imágenes en el infrarrojo cercano de W0855 con modelos que predicen el contenido de las atmósferas de las enanas marrones mostró indicios de nubes congeladas de sulfuros y agua.
Hubble descubre la compañera de una supernova tras dos décadas de búsqueda
15/9/2014 de NASA
Empleando el telescopio espacial Hubble de NASA/ESA, un equipo de astrónomos ha descubierto una estrella compañera de un raro tipo de supernova. El descubrimiento confirma una teoría mantenida durante mucho tiempo que afirma que la supernova, llamada SN 1993J, se produjo dentro de lo que se llama un sistema binario, en el que dos estrellas en interacción causaron una explosión cósmica.
“Es como la escena de un crimen, y finalmente hemos descubierto a la ladrona”, afirma Alex Filippenko, profesor de astronomía en la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley). “La estrella compañera robó gran cantidad de hidrógeno antes de que la estrella primaria explotase”.
SN 1993 es un ejemplo de supernova de tipo IIb, explosiones estelares inusuales que contienen mucho menos hidrógeno del que se encuentra en una supernova típica. Los astrónomos piensan que la estrella compañera se llevó la mayor parte del hidrógeno que rodeaba a la estrella que explotó, y que continuó brillando como una estrella de helio supercaliente.
“En un sistema binario probablemente es necesario que se pierda la mayor parte de la envoltura de hidrógeno de la estrella primaria antes de la explosión. El problema es que, hasta ahora, las observaciones directas de la estrella compañera predicha han sido muy difíciles de obtener, pues es muy débil en comparación con la propia supernova”, afirma el director de la investigación Ori Fox, de UC Berkeley.
Gaia descubre su primera supernova
15/9/2014 de ESA
Mientras rastreaba el cielo para medir posiciones y movimientos de estrellas de nuestra Galaxia, Gaia ha descubierto su primera explosión estelar en otra galaxia muy, muy lejana.
Este potente suceso, llamado ahora Gaia14aaa, se produjo en una lejana galaxia, a unos 500 millones de años-luz, y se manifestó por el repentino aumento del brillo de la galaxia entre dos observaciones de Gaia separadas por un mes.
Gaia, que empezó su trabajo científico el 25 de julio, rastrea repetidamente el cielo entero, de modo que cada una de las aproximadamente mil millones de estrellas del catálogo final serán examinadas en promedio unas 70 veces durante los próximos cinco años.
“Este tipo de rastreo repetitivo es útil en el estudio de la naturaleza cambiante del cielo”, comenta Simon Hodgkin del Institute of Astronomy en Cambridge, UK. Muchas fuentes astronómicas son variables: algunas exhiben un patrón regular, con aumentos y descensos periódicos del brillo, mientras que otras sufren repentinos y dramáticos cambios.
Cassini sigue el desarrollo de nubes sobre un mar de Titán
16/9/2014 de JPL
Este gif animado corresponde a la secuencia de imágenes de Cassini que muestra nubes de metano desplazándose sobre un gran mar de metano conocido como Ligeia Mare en la luna Titán de Saturno. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute
La nave espacial Cassini de NASA captó recientemente imágenes de nubes moviéndose sobre los mares de hidrocarburos del norte en la luna Titán de Saturno. Esta actividad meteorológica renovada, considerada tardía por los investigadores, podría señalar finalmente el inicio de las tormentas de verano que hace tiempo predicen los modelos atmosféricos.
Una película que muestra el movimiento de las nubes se puede descargar desde http://www.jpl.nasa.gov/spaceimages/details.php?id=PIA18420 .
La nave espacial Cassini obtuvo las nuevas imágenes a finales de julio, mientras se alejaba de Titán después de un sobrevuelo cercano. Cassini siguió el sistema de nubes desarrollándose y disipándose sobre un gran mar de metano conocido como Ligeia Mare durante más de dos días. Las medidas de los movimientos de las nubes señalan velocidades del viento de entre 11 y 16 km/h.
Durante varios años después de la llegada en 2004 de Cassini al sistema de Saturno los científicos han observado con frecuencia actividad de nubes cerca del polo sur de Titán, que en esa época estaba experimentando el final del verano. Las nubes siguieron observándose mientras llegaba la primavera al hemisferio norte de Titán. Pero desde que una enorme tormenta barriese las latitudes bajas de la helada luna a finales de 2010, sólo se habían observado unas pocas nubes pequeñas en toda la luna. La ausencia de nubosidad ha sorprendido a los investigadores pues las simulaciones por computadora de la circulación atmosférica de Titán predecían que las nubes aumentarían en el norte a medida que se acercase el verano, elevando progresivamente las temperaturas en la atmósfera de la región.
Observaciones de Messier 54 muestran que el problema del litio también se da fuera de nuestra galaxia
16/9/2014 de ESO
Esta nueva imagen, obtenida con el telescopio de rastreo del VLT, instalado en el Observatorio Paranal de ESO, en el norte de Chile, muestra el cúmulo globular Messier 54. Se trata de un grupo muy parecido a tantos otros cúmulos, pero éste tiene un secreto. Messier 54 no pertenece a la Vía Láctea, sino que forma parte de una pequeña galaxia satélite, la galaxia enana de Sagitario. Esta diferencia ha permitido a los astrónomos utilizar el Very Large Telescope (VLT) para comprobar si también se encuentran bajos niveles de litio en estrellas que se encuentran fuera de la Vía Láctea. Crédito: ESO
Esta nueva imagen, obtenida con el telescopio de rastreo del VLT, instalado en el Observatorio Paranal de ESO, en el norte de Chile, muestra una vasta colección de estrellas: el cúmulo globular Messier 54. Se trata de un grupo muy parecido a tantos otros cúmulos, pero éste tiene un secreto: Messier 54 no pertenece a la Vía Láctea, sino que forma parte de una pequeña galaxia satélite, la galaxia enana de Sagitario. Esta diferencia ha permitido a los astrónomos utilizar el Very Large Telescope (VLT) para comprobar si también se encuentran bajos niveles de litio en estrellas que no pertenezcan a la Vía Láctea.
Durante más de doscientos años después de su detección, se creyó que Messier 54 era similar a los otros cúmulos de la Vía Láctea. Pero en 1994 se descubrió que, en realidad, estaba asociado a una galaxia separada: la galaxia enana de Sagitario. En realidad se encontraba a una distancia de alrededor de 90.000 años luz, más de tres veces la distancia que separa a la Tierra del centro galáctico.
Ahora, los astrónomos han probado a observar Messier 54 utilizando el VLT con el fin de tratar de resolver uno de los misterios de la astronomía moderna: el problema de litio.
La mayor parte de este elemento químico ligero, el litio, se produjo durante el Big Bang, junto con el hidrógeno y el helio, pero en cantidades mucho menores. Los astrónomos pueden calcular con bastante precisión cuánto litio esperan encontrar en el universo temprano, y de esto pueden deducir cuánto deberían ver en estrellas viejas. Pero los números no coinciden, hay aproximadamente tres veces menos litio en las estrellas de lo esperado. A pesar de varias décadas de trabajo, este misterio sigue sin resolverse.
Hasta ahora sólo había sido posible medir el litio en estrellas de la Vía Láctea. Pero un equipo de astrónomos, dirigido por Alessio Mucciarelli (Universidad de Bolonia, Italia), ha utilizado el VLT para medir cuánto litio hay en una selección de estrellas de Messier 54. Encontraron que los niveles son similares a los de la Vía Láctea. Así que, independientemente de cuál sea la causa de esa ausencia de litio, parece no ser exclusiva de la Vía Láctea.
La “J” marca el lugar para el aterrizaje de la sonda de Rosetta
16/9/2014 de ESA
La cruz señala la posición primaria de aterrizaje, llamada posición J, para la sonda Philae sobre el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Crédito: ESA
La sonda Philae de Rosetta apuntará a la posición J, una intrigante región del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko que ofrece un potencial científico único, con atisbos de actividad cerca, y un riesgo mínimo para la sonda en comparación con los otros lugares candidatos.
La posición J se encuentra en la ‘cabeza’ del cometa, un mundo de forma irregular que sólo tiene 4 km de tamaño en su dimensión más ancha. La decisión de elegir el lugar J como destino primario fue unánime. La posición de reserva, la C, se encuentra en el ‘cuerpo’ del cometa.
Está previsto que la sonda de 100 kg alcance la superficie el 11 de noviembre, realizando allí medidas detalladas para caracterizar el núcleo in situ, de un modo totalmente sin precedentes.
Elegir un lugar adecuado no ha sido una tarea fácil. “Como hemos visto en recientes imágenes cercanas, el cometa es un mundo bello pero dramático; es científicamente interesante pero su forma lo convierte en un reto para las operaciones”, afirma Stephan Ulamec, del Centro Aeroespacial Alemán DLR. “Ninguno de los lugares de aterrizaje candidatos cumple todos los criterios de operación al 100%, pero el lugar J es claramente la mejor solución”.
Un meteorito marciano añade más datos sobre la posibilidad de la vida en Marte
16/9/2014 de The University of Manchester
Un diminuto fragmento de meteorito marciano de 1300 millones de años de edad está contribuyendo a apoyar la posibilidad de que hubiera vida en Marte, según un equipo de científicos.
Mientras investigaba el meteorito, conocido como Nakhla, el Dr. Elias Chatzitheodoridis de la Universidad Técnica Nacional de Atenas encontró una formación inusual incrustada a gran profundidad en la roca.
“En muchos aspectos se asemejaba a una célula biológica fosilizada de la Tierra, pero era intrigante porque sin duda alguna procedía de Marte. Nuestras investigaciones indican que probablemente no era una célula pero sí algo que contuvo agua en el pasado, agua que habría sido calentada, probablemente como resultado del impacto de un asteroide”, afirma el profesor Ian Lyon de la Universidad de Manchester.
Estos descubrimientos son importantes porque añaden más indicios a favor de que, bajo la superficie, Marte proporciona todas las condiciones para que la vida se formara y evolucionara. También contribuye a reforzar la idea de que grandes asteroides chocaron contra Marte en el pasado, produciendo campos hidrotermales de larga duración que podían mantener vida incluso en épocas posteriores, si es que la vida llegó a aparecer allí.
Descubren las fuerzas que mantienen unido un asteroide cercano a la Tierra que desafía la gravedad
17/9/2014 de The University of Tennessee (UT) / Nature
Investigadores de UT han realizado un novedoso descubrimiento que podría potencialmente proteger al mundo de futuras colisiones con asteroides.
El equipo estudió el asteroide cercano a la Tierra 1950 DA, y ha descubierto que el cuerpo, que gira tan rápido que desafía la gravedad, se mantiene de una pieza gracias a fuerzas cohesivas llamadas de Van der Waals, que nunca antes habían sido detectadas en un asteroide.
“Hemos descubierto que 1950 DA gira más rápido que el límite debido a su densidad por encima del cual se rompería”, afirma Ben Rozitis. “Así que si solamente la gravedad estuviera manteniendo de una pieza este montón de escombros, como se asume generalmente, se despedazaría. Por tanto, otras fuerzas cohesivas entre partículas deben de estar manteniéndolo de una pieza”.
Esta investigación muestra algunas técnicas que no conviene usar para protegernos de futuras colisiones con asteroides. Ahora sabemos, por ejemplo, que un proyectil que desplegara un objeto masivo que chocase contra el asteroide aumentaría los efectos del impacto. Esta técnica podría desestabilizar las fuerzas cohesivas que mantienen unido al asteroide, haciendo que se rompiera en varios asteroides que seguirían dirigiéndose hacia la Tierra, amenazándola.
219 millones de estrellas: un detallado catálogo de la Vía Láctea visible
17/9/2014 de Royal Astronomical Society
Un mapa de densidad del disco de la Vía Láctea, construido con datos de IPHAS. Los ejes corresponden a la latitud y la longitud galácticas, coordenadas relacionadas con la posición del centro de la galaxia. Aunque se trata de solo una pequeña porción del mapa completo, retrata con detalle exquisito los complejos patrones de oscurecimiento debidos al polvo interestelar. Crédito: Hywel Farnhill, University of Hertfordshire.
Un nuevo catálogo de la parte visible del norte de nuestra Galaxia, la Vía Láctea, incluye no menos de 219 millones de estrellas. Geert Barentsen, de la Universidad de Hertfordshire, dirigió un equipo que ha construido el catálogo durante un programa de diez años, usando el telescopio Isaac Newton Telescope de La Palma, en las Islas Canarias.
Desde lugares con cielos oscuros de la Tierra, la Vía Láctea aparece como una resplandeciente banda que cruza el cielo. Para los astrónomos se trata del disco de nuestra propia galaxia, un sistema que abarca 100 000 años-luz, visto de canto desde nuestra posición en órbita alrededor del Sol. El disco contiene la mayoría de las estrellas de la Galaxia, incluyendo el Sol, y las concentraciones más densas de polvo y gas.
A simple vista cuesta distinguir objetos individuales en esta abarrotada región del cielo, pero el espejo de 2.5m del INT permitió a los científicos resolver y cartografiar 219 millones de estrellas diferentes. El programa del INT cartografió todas las estrellas más brillantes que la magnitud 20, o 1 millón de veces más débiles de las que pueden ser vistas con el ojo humano.
Empleando el catálogo, los científicos han construido un mapa extraordinariamente detallado del disco de la Galaxia que muestra cómo cambia la densidad de estrellas, proporcionándoles nuevos y claros datos sobre la estructura de este vasto sistema de estrellas, gas y polvo.
El observatorio de rayos X Chandra encuentra un planeta que hace que su estrella se comporte engañosamente como si fuera vieja
17/9/2014 de Chandra
Ilustración artística de la estrella WASP-18 y su planeta WASP-18b. El planeta gigante parece estar debilitando el campo magnético de la estrella. Las intensas fuerzas de marea provocadas por el planeta supuestamente están cambiando la estructura interna de la estrella. Crédito: Rayos X: NASA/CXC/SAO/I.Pillitteri et al; Óptico: DSS; Ilustración: NASA/CXC/M.Weiss
Un nuevo estudio realizado con datos del observatorio de rayos X Chandra de NASA ha demostrado que un planeta está haciendo que la estrella a la que orbita se comporte como si fuera mucho más vieja de lo que es realmente. Este descubrimiento muestra que un planeta masivo puede afectar al comportamiento de su estrella nodriza.
La estrella, WASP-18, y su planeta, WASP-18b, están situados a unos 330 años-luz de la Tierra. WASP-18b tiene una masa de unas 10 veces la masa de Júpiter, y completa una órbita alrededor de su estrella en menos de 23 horas, colocando a WASP-18b en la categoría de ‘jupiteres calientes’ de los exoplanetas, o planetas situados fuera de nuestro sistema solar.
WASP-18b es el primer ejemplo conocido de un planeta en órbita que ha causado que su estrella, que tiene aproximadamente la masa de nuestro sol, muestre características típicas de una estrella vieja.
La estrellas más jóvenes tienden a ser más activas, exhibiendo campos magnéticos más potentes, grandes fulguraciones, y una emisión en rayos X más intensa que sus contrapartidas más viejas. La actividad magnética, fulguraciones y emisión de rayos X están relacionadas con la rotación de la estrella, que generalmente decae con la edad. Sin embargo, cuando los astrónomos echaron una larga mirada con Chandra a WASP-18 no detectaron rayos X. Empleando relaciones conocidas entre la actividad magnética y la emisión en rayos X de las estrellas, así como su edad real, los investigadores determinaron que WASP-18 es unas 100 veces menos activa de lo que debería.
“Pensamos que el planeta está haciendo envejecer a la estrella creando caos en su interior”, afirma el coautor Scott Wolk del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics en Cambridge, Massachusetts.
ALMA demuestra los violentos orígenes de las galaxias de disco
17/9/2014 de ESO
Cada uno de los coloridos objetos de esta imagen ilustra una de las 30 fusiones de galaxias. Los contornos de las galaxias individuales indican la dispersión del monóxido de carbono, mientras que el color representa el movimiento del gas. El gas que se aleja de nosotros aparece rojo mientras que el color azul muestra el gas que se aproxima. Los contornos, junto con la transición del rojo al azul, indican un disco gaseoso que está girando sobre el centro de la galaxia. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/SMA/CARMA/IRAM/J. Ueda et al.
Durante décadas, los científicos han creído que las fusiones de galaxias suelen dar lugar a la formación de galaxias elípticas. Ahora, por primera vez, utilizando ALMA y un gran número de radiotelescopios, los investigadores han hallado evidencias directas de que la fusión de galaxias puede formar galaxias de disco, y que este resultado es, en realidad, bastante común. Este sorprendente resultado podría explicar por qué hay tantas galaxias espirales como la Vía Láctea en el universo.
Un grupo internacional de investigación, dirigido por Junko Ueda, investigador postdoctoral en la Japan Society for the Promotion of Science, (sociedad japonesa para la promoción de la ciencia), ha hecho un sorprendente hallazgo al observar que la mayoría de las colisiones de galaxias en el universo cercano — a una distancia de entre 40 y 600 millones de años luz de la Tierra — dan lugar a las denominadas galaxias de disco. Las galaxias de disco — incluyendo las galaxias espirales como la Vía Láctea y las galaxias lenticulares — se definen por regiones en forma de rosca formadas por polvo y gas, y son distintas de la categoría de galaxias elípticas.
Durante algún tiempo, fue ampliamente aceptado que la fusión de galaxias de disco acabaría formando una galaxia de forma elíptica. Mientras tienen lugar estas violentas interacciones, las galaxias no sólo ganan masa a medida que se funden o canibalizan la una a la otra, sino que también cambia su forma a través del tiempo cósmico y, por lo tanto, cambian de tipo durante el proceso.
Para identificar con observaciones la forma final de las galaxias después de las fusiones, el grupo estudió la distribución de gas en 37 galaxias que se encuentran en sus etapas finales de fusión. ALMA (Atacama Large Millimeter/sub-millimeter Array) y varios radiotelescopios fueron utilizados para observar la emisión de monóxido de carbono (CO), un indicador de gas molecular.
La investigación de este equipo supone el estudio más grande de gas molecular en galaxias llevado a cabo hasta la fecha y proporciona una visión única de cómo podría haberse formado la Vía Láctea. Su estudio reveló que casi la totalidad de las fusiones muestran áreas de gas molecular en forma de rosco y, por tanto, son galaxias de disco en formación. Tal y como explica Ueda, “por primera vez hay evidencia observacional sobre el hecho de que la fusión de galaxias pueda dar lugar a galaxias de disco. Este es un paso importante e inesperado hacia la comprensión del misterio del nacimiento de las galaxias de disco”.
Nuevos mapas de la Vía Láctea ayudan a resolver un difícil misterio del material interestelar
18/9/2014 de Johns Hopkins University / Science
Las bandas interestelares difusas (líneas blancas), de origen interestelar, fueron registradas por primera vez en placas fotográficas de espectros de estrellas lejanas por la astrónoma Mary Lea Heger. Crédito: P. Jenniskens, F.-X. Desert. PD-LAYOUT; PD-USGOV-NASA / Wikipedia
Un equipo internacional de profesores, incluyendo a una profesora de Johns Hopkins, ha producido nuevos mapas del material situado entre las estrellas de la Vía Láctea. Los resultados deberían ayudar a los astrónomos a resolver un rompecabezas sobre el polvo estelar que les ha burlado durante casi un siglo.
Los investigadores afirman que su trabajo muestra un nuevo modo de descubrir la posición y, eventualmente, la composición del medio interestelar, el material que se encuentra en los enormes espacios que separan los sistemas estelares de una galaxia. Este material incluye el polvo y el gas compuesto de átomos y moléculas que quedan cuando una estrella muere. El material también proporciona los ladrillos para formar nuevas estrellas y planetas.
Los investigadores se han centrado en particular en una característica misteriosa de la luz de las estrellas, llamada bandas difusas interestelares, o DBIs de su nombre en inglés. Una estudiante graduada fotografió la luz de estrellas lejanas, descubriendo estas bandas oscuras en 1922. Desde entonces, los científicos han identificado más de 400 de estas bandas difusas interestelares, pero los materiales que producen dichas bandas y su posición precisa han permanecido en el misterio.
Ahora el proyecto Radial Velocity Experiment (RAVE) ha producido mapas con datos espectroscópicos de 500 000 estrellas. El gran tamaño de estos mapas permite a los científicos determinar la distancia al material que produce DIBs y, por tanto, a cómo se distribuye por la Galaxia la Vía Láctea. Los mapas demuestran que las moléculas complejas que se cree que son las responsables de las DBIs están distribuidas de modo diferente a como lo está otro componente del medio interestelar, las partículas sólidas conocidas como polvo, también rastreadas por el estudio RAVE.
Nave espacial de NASA dirigida a Marte, lista para su inserción en órbita el próximo 21 de septiembre
18/9/2014 de NASA
Esta ilustración artística muestra el proceso de inserción orbital de la nave espacial Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN) de NASA. Crédito: NASA/GSFC
La nave espacial Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN) de NASA se está aproximando a su inserción en órbita marciana prevista para el 21 de septiembre, después de completar un viaje interplanetario de 10 meses recorriendo 711 millones de kilómetros.
La maniobra de inserción tendrá inicio con el breve encendido de seis pequeños propulsores para estabilizar la nave. Los motores se encenderán y funcionarán durante 33 minutos para frenar la nave, permitiendo que se coloque en una órbita elíptica con un periodo de 35 horas.
Después de su inserción en órbita, MAVEN empezará una fase de pruebas de 6 semanas que incluye colocar la nave en su órbita definitiva y comprobar sus instrumentos. Después MAVEN empezará su misión primaria de un año terrestre para medir la composición, estructura y escape de los gases de la alta atmósfera de Marte y su interacción con el sol y el viento solar.
La galaxia más pequeña conocida con un agujero negro supermasivo
18/9/2014 de The University of Utah / Nature
Esta imagen del telescopio espacial Hubble muestra la gigantesca galaxia M60 en el centro, y la galaxia enana ultracompacta M60-UCD1 debajo y hacia la derecha, también ampliada en el recuadro. M60-UCD1 es la galaxia más pequeña conocida que se sabe que alberga un agujero negro supermasivo en su centro, sugiriendo que la galaxia enana fue inicialmente mucho mayor pero perdió sus capas más exteriores arrancadas por la fuerza de gravedad de M60 a lo largo de miles de millones de años. Crédito: NASA/Space Telescope Science Institute/European Space Agency
El astrónomo Anil Seth de la Universidad de Utah, junto con un equipo internacional de colaboradores, ha descubierto que una galaxia enana ultracompacta alberga un agujero negro supermasivo, siendo la galaxia más pequeña conocida que contiene un objeto tan masivo. El descubrimiento sugiere que los agujeros negros enormes pueden ser más comunes de lo que se pensaba.
Los astrónomos emplearon el telescopio óptico e infrarrojo de 8 m Gemini North, en la cumbre de Mauna Kea, Hawái, e imágenes tomadas por el telescopio espacial Hubble, para descubrir que una pequeña galaxia llamada M60-UCD1 posee un agujero negro con una masa igual a la de 21 millones de soles, un asombroso 15% de la masa total de la galaxia enana.
Su descubrimiento sugiere que muchas otras galaxias enanas ultracompactas probablemente alberguen también agujeros negros supermasivos, y que esas enanas pueden ser los restos de galaxias mayores que fueron destruidas durante colisiones con otras galaxias.
“No sabemos de qué otro modo puede crearse un agujero negro tan grande en un objeto tan pequeño”, afirma Seth. “Hay muchas galaxias enanas ultracompactas similares, y entre todas pueden contener tantos agujeros negros supermasivos como los que hay en los centros de las galaxias normales”.
Estudian el misterio de explosiones celestes que duran horas
18/9/2014 de University of Leicester
Científicos de la Universidad de Leicester han arrojado luz sobre el origen de los llamados “estallidos de rayos gamma ultralargos”. “Los estallidos de rayos gamma (o GRB, de su nombre en inglés) son las explosiones más potentes del universo”, explica el Dr. Phil Evans, director del estudio. “Pero también duran poco, normalmente, entre unos pocos segundos y decenas de minutos. Sin embargo, se ha descubierto que un pequeño número de ellos continúa durante más tiempo. GRB 130925A, que fue el primero que estudiamos en nuestro trabajo, ¡duró 5 horas!”.
Los estallidos de rayos gamma se producen cuando una estrella masiva colapsa convirtiéndose en un agujero negro. El satélite estadounidense/británico/italiano Swift, que detectó su estallido de rayos gamma número 900 la semana pasada, fue diseñado para estudiar este fenómeno.
El profesor Julian Osborne, director del equipo Swift de Leicester, señala: “Swift nos ha proporcionado un conjunto de datos muy rico, permitiéndonos comparar el GRB 130925A con GRB normales. Demostramos que los estallidos ultralargos pueden explicarse si el espacio de su alrededor posee mucho menos gas que el que rodea a los GRB normales. Eso significa que el tipo de estrella que colapsó fue probablemente una supergigante azul, que expulsa menos material durante la época central de su vida que otras estrellas más compactas, que normalmente provocan GRB”.
Miranda: una luna helada deformada por el calor producido por las mareas
19/9/2014 de The Geological Society of America
Mosaico del hemisferio sur de Miranda, el satélite regular más cercano a Urano, cuyo radio es de 236 km. La proyección es ortográfica, centrada en el polo sur. Visibles de izquierda a derecha están las coronas Elsinore, Inverness y Arden. Crédito: NASA/Jet Propulsion Laboratory/Ted Stryk
Miranda, una pequeña y helada luna de Urano, es uno de los cuerpos visualmente más impresionantes y enigmáticos del sistema solar. A pesar de su tamaño relativamente pequeño, Miranda parece haber experimentado un episodio de intensa renovación de la superficie que resultó en la formación de por lo menos tres notables y únicas formaciones superficiales, regiones con forma de polígonos llamadas coronas.
Estas coronas son visibles en el hemisferio sur de Miranda, y cada una tiene por lo menos 200 km de ancho. La mayor de ellas, la corona Arden, tiene acantilados y surcos con hasta 2 km de relieve. La corona Elsinore posee un cinturón exterior de aproximadamente 80 km de ancho, es relativamente suave y se eleva sobre el terreno circundante unos 100 m. La corona Inverness tiene forma de trapezoide con una gran banda brillante en forma de V en su centro. La nave Voyager 2 nunca tomó imágenes del hemisferio norte de Miranda, así que se desconoce la existencia de otras coronas adicionales.
Empleando modelos numéricos Noah Hammond y Amy Barr han demostrado que las coronas se formaron probablemente por convección en el manto helado de Miranda. La energía interna responsable de la convección posiblemente procede de un calentamiento por mareas. El calentamiento debido a las mareas se habría originado cuando Miranda se encontraba en una órbita excéntrica, acercándose y alejándose de Urano. Esto produjo que las fuerzas de marea de Urano variaran, estirando y contrayendo periódicamente Miranda y generando calor por fricción en su capa de hielo.
Las colisiones entre enanas blancas y estrellas de neutrones explican las supernovas más solitarias
19/9/2014 de The University of Warwick
Ilustración artística de la fusión entre una estrella enana blanca y una estrella de neutrones de un sistema estelar binario, expulsado de su galaxia nodriza por la explosión de supernova que originó la estrella de neutrones. Crédito: The University of Warwick
Un equipo de investigadores dirigido por astrónomos y astrofísicos de la Univesidad de Warwick ha descubierto que algunas de las supernovas más solitarias del Universo son probablemente creadas por las colisiones entre estrellas enanas blancas y estrellas de neutrones.
“En nuestro trabajo examinamos lo que se llama ‘transientes ricos en calcio’, comenta el Dr Joseph Lyman. “Son explosiones luminosas que duran semanas, pero no son tan brillantes como las supernovas tradicionales, lo que las hace difíciles de descubrir y de estudiar en detalle”.
Los estudios anteriores han demostrado que el calcio constituye hasta la mitad del material expulsado en estas explosiones, comparado con sólo una diminuta fracción en las supernovas normales. Ello significa que estos curiosos eventos pueden ser de hecho los principales productores de calcio de nuestro universo.
“Uno de los aspectos más extraños es que parecen explotar en lugares inusuales”, comenta el Dr. Lyman. “Una gran fracción de estas explosiones se produce a enormes distancias de sus galaxias, en lugares donde el número de estrellas es minúsculo”. Las observaciones profundas realizadas en este trabajo descartan la presencia de galaxias enanas o cúmulos globulares poco brillantes en los lugares donde se han producido los ejemplos más cercanos a la Tierra.
“Proponemos que estos sistemas han sido expulsados de su galaxia. Un buen escenario es aquél en el que una enana blanca y una estrella de neutrones están juntas formando un sistema binario. La estrella de neutrones se forma cuando una estrella masiva explota como supernova. El mecanismo de la explosión de supernova hace que la estrella de neutrones resulte impulsada a velocidades muy altas (cientos de kilómetros por segundo). Este sistema a gran velocidad puede escapar de su galaxia, y si el sistema binario sobrevive al empujón, la enana blanca y la estrella de neutrones se fusionarán causando el transiente explosivo”.
La Tierra primitiva, menos infernal de lo que se pensaba
19/9/2014 de Vanderbilt University
Imágenes de una colección de zircones islandeses tomada con un microscopio electrónico de barrido. Varían en tamaño desde una décima de milímetro a unas pocas milésimas de milímetro. Crédito: Tamara Carley / Vanderbilt
Las condiciones en la Tierra presentes durante los primeros 500 millones de años después de su formación pueden haber sido sorprendentemente parecidas a las de hoy en día, incluyendo océanos, continentes y placas de la corteza activas.
Esta imagen alternativa del primer eón geológico de la Tierra, llamado Hadeano o Hádico, ha ganado un nuevo apoyo sustancial después de la primera comparación detallada de cristales de zircón que se formaron hace más de cuatro mil millones de años con los contemporáneos formados en Islandia, lugar que ha sido propuesto como un posible análogo geológico de la Tierra primitiva.
Desde principios del siglo XX hasta la década de los 80 los geólogos estaban en general de acuerdo con que las condiciones durante el periodo Hadeano fueron absolutamente hostiles para la vida. La incapacidad de encontrar formaciones de rocas de ese periodo condujo a concluir que la Tierra primitiva era infernalmente caliente, bien completamente fundida o sujeta a un bombardeo tan intenso de asteroides que las rocas que se formaban se volvían a fundir rápidamente. Imaginaban la superficie de la Tierra como cubierta por un gigantesco “océano de magma”.
Pero esta percepción empezó a cambiar hace unos 30 años, cuando se descubrieron los cristales de zircón (un mineral típicamente asociado con el granito) cuyas edades excedían los 4 mil millones de años. Ahora, Tamara Carley y su equipo de colaboradores han analizado unos 1000 cristales de zircón, comparando con resultados de análisis de zircones del Hadeano y zircones de otros ambientes modernos.
“Hemos descubierto que los zircones de Islandia son muy diferentes de los cristales formados en otros lugares de la Tierra moderna. También hemos observado que se formaron en magmas que son notablemente diferentes de aquéllos en los que se formaron los zircones hadeanos”, afirma Carley. Lo más importante, su análisis demuestra que los zircones islandeses se formaron en magmas mucho más calientes que los zircones hadeanos. Aunque el agua de la superficie jugó un importante papel en la generación tanto de cristales islandeses como hadeanos, en el caso islandés el agua era extremadamente caliente cuando interactuó con las rocas originales mientras que las interacciones entre agua y roca en el hadeano se produjeron a temperaturas significativamente más bajas. “Los zircones hadeanos se formaron en magmas muy parecidos a los que se forman en las zonas de subducción modernas, pero aparentemente incluso más “fríos” y “húmedos” que los que se forman hoy en día.
Las últimas medidas del experimento AMS desvelan nuevos territorios en el flujo de los rayos cósmicos
19/9/2014 de CERN
La colaboración Alpha Magnetic Spectrometer (AMS) ha presentado sus últimos resultados. Están basados en el análisis de 41 mil millones de partículas detectadas con el detector espacial AMS de la Estación Espacial Internacional. Los resultados proporcionan nuevos datos sobre la naturaleza del misterioso exceso de positrones observado en el flujo de rayos cósmicos.
Los rayos cósmicos son partículas comunes en el Universo. Consisten principalmente en protones y electrones, pero también hay muchos otros tipos de partículas, incluyendo positrones, que viajan por el espacio. Los positrones son la contrapartida en la antimateria de los electrones, con la misma masa pero carga eléctrica opuesta. La presencia de algunos positrones en el espacio puede ser explicada por colisiones de rayos cósmicos, aunque este fenómeno sólo produciría una diminuta parte de antimateria en todo el espectro de rayos cósmicos. Dado que la antimateria es extremadamente rara en el universo, cualquier exceso de antimateria registrado en el flujo de rayos cósmicos energéticos indica la existencia de una nueva fuente de positrones.
El experimento AMS es capaz de estudiar el flujo de rayos cósmicos con precisión sin precedentes, y en los resultados presentados ahora el equipo de investigadores muestra datos nuevos correspondientes a energías nunca antes captadas. La colaboración AMS ha analizado 41 mil millones de rayos cósmicos primarios entre los cuales unos 10 millones han sido identificados como electrones y positrones. La distribución de estos sucesos en el rango de energías entre 0.5 GeV a 500 GeV muestra un incremento de positrones a partir de los 8 GeV que no tienen una región preferente de procedencia en el espacio. La energía a partir de la cual la fracción de positrones ya no crece más ha sido medida en 275±32 GeV.
Este ritmo de decrecimiento a partir de los 275 GeV es muy importante para los físicos, pues puede ser un indicador de que el exceso de positrones es la firma de partículas de materia oscura aniquilándose y formando parejas de electrones y positrones. AMS también ha anunciado la detección de un cambio de comportamiento tanto en el flujo de electrones como en el de positrones a unos 30 GeV. En particular, entre los 20 GeV y 200 GeV, el ritmo de cambio del flujo de positrones es sorprendentemente mayor que el de los electrones. Se trata de un resultado muy importante para comprender mejor el origen de los electrones y positrones de los rayos cósmicos, y podría ser señal de un fenómeno desconocido.
Los “jupiteres calientes” provocan el bamboleo de sus propios soles
22/9/2014 de Cornell University / Science
Los “jupiteres calientes” (grandes planetas gaseosos de fuera de nuestro sistema solar) pueden hacer que sus soles se tambaleen al ponerse en órbita muy cerca de ellos. Crédito: Cornell University
Echen la culpa a los “jupiteres calientes”. Estos grandes exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar) gaseosos pueden hacer que sus soles se tambaleen después de ponerse en camino por sus propios sistemas solares para ponerse en órbita muy cerca de sus soles, según un nuevo estudio de Cornell publicado en la revista Science.
“Aunque la masa del planeta es sólo una milésima parte de la masa del Sol, las estrellas de estos sistemas solares pueden ser afectadas por estos planetas haciendo que se comporten de un modo alocado”, afirma Dong Lai, profesor de astronomía de Cornell.
En nuestro sistema solar el eje de rotación del Sol está aproximadamente alineado con el eje orbital de todos los planetas. El eje orbital es perpendicular al plano en el que los planetas giran alrededor del Sol. En sistemas solares con jupiteres calientes, las observaciones recientes han revelado que el eje orbital de estos planetas está desalineado con el eje de rotación de sus estrellas. En los últimos años, esta desalineación entre el giro y la órbita de la estrella y los planetas ha intrigado a los astrónomos.
Los jupiteres calientes, grandes planetas gaseosos que se encuentran en otros sistemas solares de todo el universo – vagan procedentes de lugares muy lejanos hasta ponerse en órbita extraordinariamente cerca de sus propios soles. Por lo que saben hasta ahora los astrónomos, esto sólo ocurre en sistemas binarios de estrellas. Simulando la dinámica de estos exóticos sistemas planetarios, los astrónomos de Cornell han demostrado que cuando el planeta de tipo Júpiter se acerca a la estrella, puede obligar a que el eje de giro de la estrella preceda (es decir, a que cambie de orientación el eje de rotación), de manera muy parecida a lo que le ocurre a una peonza.
La estrella más pobre en metales remite a las primeras supernovas del Universo
22/9/2014 de Kavli IPMU
Se descubrió que SMSS J0313-6708 es una estrella muy pobre en hierro con el telescopio SkyMapper y las observaciones espectroscópicas que siguieron. Crédito: Anglo-Australian Observatory (AAO)
Un equipo de investigadores dirigido por Miho N. Ishigaki,de Kavli IPMU, The University of Tokyo, señala que la abundancia de elementos encontrada en la estrella más pobre en hierro puede ser debida a que se trate de elementos expulsados por las explosiones como supernova de las primeras estrellas del universo. Su estudio teórico reveló que entre las primeras estrellas había estrellas masivas, varias decenas de veces mayores que el Sol. La presencia de estas estrellas masivas posee importantes consecuencias para la teoría de formación de estrellas en ausencia de elementos pesados.
Las estrellas pobres en hierro proporcionan datos sobre el universo más temprano en el que se formó la primera generación de estrellas y galaxias. El descubrimiento reciente de la estrella más pobre en hierro, llamada SMSS J031300.36-670839.3 (SMSS J0313-6708), fue una gran noticia a principios de 2014, especialmente para los astrónomos que trabajan en lo que se llama “arqueología galáctica”.
Cuando empezó el Universo, sólo existían elementos ligeros como hidrógeno y helio. A medida que estas primeras estrellas alcanzaban el final de sus cortas pero frenéticas vidas, el Universo se enriquecía con elementos pesados, que son esenciales para formar los materiales que encontramos en la Tierra, incluyendo a los humanos. Por tanto, las estrellas pobres en hierro son mucho más viejas que el Sol, y nacieron cuando el Universo sólo contenía trazas de elementos pesados.
“Recibimos la noticia sobre la estrella más pobre en hierro con gran interés” comenta Ken’ichi Nomoto de Kavli IPMU, “ya que esta estrella podría ser el registro fósil más antiguo y podría darnos información sobre la naturaleza desconocida de las primeras estrellas”. Las explosiones de supernova de las primeras estrellas expulsaron elementos pesados que ayudaron a la formación de las siguientes generaciones de estrellas y galaxias.
Debido a su inusual composición química, algunos astrofísicos han especulado que SMSS J0313-6708 nació del gas enriquecido por una de las primeras estrellas, con una masa 60 veces la del Sol, y que sintetizó un poco de calcio.
Este nuevo trabajo de investigación ha concluido que SMSS J0313-6708 fue una estrella que sufrió una clase especial de explosión de supernova, en la que la mayor parte del material regresa al centro de la explosión, quedando una estrella con poco calcio, nada de hierro y la alta concentración de carbono observadas en SMSS J0313-6708.
Trajes espaciales que serán como una segunda piel
22/9/2014 de MIT
El BioSuit de MIT, un traje espacial como una segunda piel que ofrece mejor movilidad y peso reducido comparado con los modernos trajes espaciales presurizados con gas. Crédito: Jose-Luis Olivares/MIT
Para los futuros astronautas, el proceso de vestirse será algo así: en lugar de introducirse dentro de un abultado traje presurizado con gas, una astronauta podría ponerse una ligera prenda elástica con un dibujo de líneas curvadas como músculos. Entonces se conectaría a la corriente eléctrica de la nave que activaría los dibujos para que se contrajesen y, esencialmente, pegaran la prenda a todo su cuerpo.
El traje presurizado y pegado no sólo protegería a la astronauta, sino que le proporcionaría mucha más libertad de movimiento durante la exploración de planetas. Para quitarse el traje tendría simplemente que hacer un poco de fuerza, lo que devuelve el traje a su versión más suelta.
Ahora los investigadores de MIT están un paso más cerca de construir un traje espacial activo, “segunda piel”, como el descrito. Dava Newman, profesora de sistemas aeronáuticos y astronáuticos y de ingeniería del MIT, y sus colaboradores, han creado prendas de compresión activa que incorporan pequeña bobinas con forma de muelles que se contraen en respuesta al calor. Las bobinas están hechas en una aleación que recuerda la forma, un tipo de material que “recuerda” una forma determinada y al ser doblado o deformado puede regresar a su forma original cuando es calentado.
Galaxias monstruosas que ganan peso comiendo a sus vecinas más pequeñas
22/9/2014 de International Centre for Radio Astronomy Research (ICRAR)
Galaxias en proceso de fusión, observadas dentro del proyecto Galaxy and Mass Assembly (GAMA). Crédito: ICRAR
Las galaxias masivas del Universo han dejado de crear sus propias estrellas y, en cambio, están alimentándose de galaxias cercanas, según una nueva investigación realizada por científicos australianos.
Los astrónomos miraron más de 22 mil galaxias, encontrando que las más pequeñas eran muy eficientes a la hora de crear estrellas a partir de gas, mientras que las más masivas eran mucho menos eficientes en la formación por sí mismas de estrellas nuevas, y en cambio crecían comiendo otras galaxias.
“Todas las galaxias empiezan siendo pequeñas y crecen recolectando gas, convirtiéndolo de modo eficiente en estrellas”, afirma el Dr. Aaron Robotham, de la University of Western Australia, quien ha dirigido el estudio. “Entonces, de vez en cuando, son completamente devoradas por alguna galaxia mucho mayor”. El Dr. Robotham piensa que nuestra galaxia la Vía Láctea se encuentra en el punto de inflexión y se espera que a partir de ahora crezca principalmente comiendo galaxias menores en lugar de captar gas.
“La Vía Láctea no se ha fusionado con ninguna otra galaxia grande durante mucho tiempo pero todavía podemos ver restos de todas las galaxias viejas que hemos devorado”, comenta. “También comeremos las dos galaxias enanas cercanas, las Nubes de Magallanes, en unos cuatro mil millones de años”. Pero según el Dr. Robotham la Vía Láctea acabará sufriendo el mismo destino cuando se fusione con la cercana galaxia de Andrómeda dentro de unos cinco mil millones de años.”Técnicamente será Andrómeda la que nos devore puesto que es la más masiva de las dos”, añade.
Explicada la misteriosa secuencia de los cuásares
23/9/2014 de Carnegie Institution / Nature
Los fenómenos más observados en los cuásares pueden ser unificados en dos cantidades sencillas: una describe la eficiencia con la que el agujero negro es alimentado; y la otra está relacionada con la orientación con que el astrónomo observa el cuásar. Este gráfico muestra la distribución de unos 20 000 cuásares del Sloan Digital Sky Survey. La tendencia horizontal es la secuencia principal de los cuásares, debida a la eficiencia en la acreción por el agujero negro. La dispersión en vertical en la amplitud de las líneas anchas es debida al ángulo con el que observamos la región interior del cuásar. Crédito: Carnegie
Los cuásares son agujeros negros supermasivos que viven en el centro de lejanas galaxias masivas. Brillan como los faros más luminosos del cielo en todo el espectro electromagnético, por la captura rápida de materia hacia sus centros, cuya gravedad no deja escapar nada. Ahora, el trabajo de Yue Shen (Hubble Fellow de Carnegie) y Luis Ho ( Kavli Institute for Astronomy and Astrophysic) resuelve un misterio de los cuásares que ha confundido a los astrónomos durante más de 20 años. Su estudio, publicado el 11 de septiembre por la prestigiosa revista Nature, demuestra que los fenómenos más observados en los cuásares pueden ser unificados en dos cantidades sencillas: una describe la eficiencia con la que el agujero negro es alimentado; y la otra está relacionada con la orientación con que el astrónomo observa el cuásar.
Los cuásares exhiben un amplio abanico de apariencias cuando son observados por los astrónomos, reflejo de la diversidad de condiciones en las regiones cercanas a sus centros. Pero a pesar de esta variedad, los cuásares poseen una sorprendente regularidad en sus propiedades físicas medibles, que siguen tendencias bien definidas (a las que se llama la “secuencia principal” de cuásares) descubiertas hace más de20 años. ¿Qué es lo que unifica estas propiedades, reuniéndolas en una secuencia principal?
Empleando la muestra mayor y más homogénea hasta la fecha de más de 20 000 cuásares del Sloan Digital Sky Survey, junto con varios tests estadísticos novedosos, Shen y Ho han podido demostrar que una propiedad particular relacionada con la acreción del agujero, llamada la proporción de Eddington, es la razón que hay detrás de la llamada secuencia principal. La proporción de Eddington describe la eficiencia de la materia en alimentar el agujero negro, la contienda entre la fuerza de la gravedad tirando hacia adentro y la radiación luminosa que empuja hacia afuera.
También han descubierto que la orientación de la visual del astrónomo cuando mira la región interior del agujero negro juega un importante papel en la observación del gas que se encuentra más cerca del agujero, y que produce las líneas de emisión anchas observadas en los espectros de los cuásares.
Encontrando señales de ondas gravitacionales en las estrellas
23/9/2014 de American Museum of Natural History
Sucesos energéticos, como el mostrado en esta ilustración artística de una fusión de estrellas en un sistema binario, se piensa que pueden crear ondas gravitacionales que causan arrugas en el espacio y el tiempo. Crédito: NASA
Un equipo de científicos ha propuesto un modo de detección de ondas gravitacionales (arrugas invisibles en el tejido del espacio-tiempo que se propagan por el Universo) mediante la observación de estrellas. El nuevo modelo afirma que una estrella que oscila con la misma frecuencia que una onda gravitacional absorberá la energía de la onda y se hará más brillante, una predicción de la teoría de la relatividad general de Einstein que ha sido ignorada. El estudio contradice hipótesis previas sobre el comportamiento de las ondas gravitacionales.
“Es interesante que cien años después de que Einstein propusiera su teoría aún estemos encontrando en ella piedras preciosas escondidas”, comenta Barry McKernan.
Las ondas gravitacionales pueden imaginarse como las ondas sonoras emitidas después de un terremoto, pero la fuente de “temblores” en el espacio son sucesos energéticos como supernovas (explosiones de estrellas), estrellas de neutrones binarias (parejas de estrellas consumidas, restos de la explosión de estrellas), o el resultado de la fusión entre agujeros negros y estrellas de neutrones. Aunque los científicos están convencidos de la existencia de las ondas gravitacionales, nunca las han observado directamente, y lo están intentando a través de experimentos en tierra y el espacio.
El nuevo modelo muestra que las estrellas con oscilaciones (vibraciones) cuya frecuencia coincide con la de ondas gravitacionales que pasen a su través, pueden resonar y absorber una gran cantidad de energía de estas ondas. “Es como un muelle que vibra con una frecuencia particular, y tú lo golpeas con la misma frecuencia. Con ello haces que la oscilación se haga mayor”, afirma McKernan. “Lo mismo se aplica a las ondas gravitacionales”.
Si estas estrellas absorben un gran pulso de energía, pueden verse reforzadas temporalmente y ser más brillantes de lo normal mientras descargan esta energía. Esto proporcionaría a los científicos otro modo indirecto de detección de ondas gravitacionales.
Un sistema solar infante muestra signos de tiempo ventoso
23/9/2014 de National Optical Astronomical Observatory (NOAO)
Ilustración artística de AS 205 N, una estrella T Tauri que forma parte de un sistema múltiple de estrellas. Crédito: P. Marenfeld & NOAO/AURA/NSF
Un equipo de astrónomos ha observado, con el conjunto de radiotelescopios Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), lo que podría ser el primer indicio de tiempo ventoso alrededor de una estrella de tipo T Tauri, una análoga en versión infantil de nuestro propio Sol. Esto podría explicar por qué algunas estrellas T Tauri tienen discos que resplandecen extrañamente en luz infrarroja, mientras otras lo hacen de un modo más normal.
Las estrellas T Tauri son las versiones infantiles de estrellas como nuestro Sol. Son estrellas relativamente normales, de tamaño medio, que están rodeadas por los materiales a partir de los cuales se forman los planetas rocosos y gaseosos. Aunque son casi invisibles en luz óptica, estos discos son brillantes en luz de longitudes de onda infrarroja y milimétrica.
“El material del disco de una estrella T Tauri normalmente, aunque no siempre, emite radiación infrarroja con una distribución de energía predecible”, afirma Colette Salyk, directora del estudio. “Pero a algunas estrellas T Tauri les gusta hacerse notar, emitiendo radiación infrarroja de modos inesperados”.
Para explicar las diferentes señales infrarrojas alrededor de estas estrellas similares, los astrónomos propusieron que debía de haber vientos soplando dentro de los discos protoplanetarios de algunas estrellas T Tauri. Ahora, gracias a las excepcionales resolución y sensibilidad de ALMA, los estudios han confirmado que hay gas abandonando la superficie del disco, tal como se esperaría si hubiese viento en ellos.
Dos nuevas naves espaciales, en órbita alrededor de Marte
23/9/2014 de JPL / Indian Space Research Organisation / Mars Daily
La nave espacial Mars Atmosphere and Volatile Evolution (MAVEN) de NASA se puso con éxito en órbita alrededor de Marte durante la madrugada del pasado lunes (hora central europea), donde ahora se preparará para estudiar la atmósfera superior del Planeta Rojo como nunca se ha hecho hasta ahora. MAVEN será la primera nave espacial que explore la tenue atmósfera alta de Marte.
“Al ser el primer orbitador dedicado al estudio de la atmósfera superior de Marte, MAVEN mejorará sustancialmente nuestros conocimientos sobre la historia de la atmósfera marciana, cómo ha cambiado el clima con el tiempo, y qué influencia ha tenido sobre la evolución de la superficie y la potencial habitabilidad del planeta” comenta el administrador de NASA, Charles Bolden.
Mañana 24 de septiembre está también previsto que una nave espacial de la India llegue a Marte, el satélite Mars Orbiter Mission (MOM). Esta nave permanecerá en órbita alrededor de Marte durante un año, explorando la superficie y la atmósfera marcianas.
MOM está provista de un instrumento para detectar y medir metano en la atmósfera. La detección de metano en Marte es un asunto controvertido, especialmente porque la mayor parte del metano de la Tierra es producido biológicamente, y muy poco, menos del 1%, se produce por métodos no biológicos. La nave de ESA, Mars Express, detectó concentraciones de metano en algunas regiones de Marte, mientras que el rover Curiosity de NASA no consiguió encontrar rastros de este gas en el planeta.
La India gana la carrera aisática por llegar a Marte
24/9/2014 de Mars Daily
Representación artística de la nave india Mangalyaan (también llamada Mars Orbiter Mission) en órbita alrededor de Marte. Crédito: ISRO
La India ha ganado la carrera asiática por llegar a Marte después de que su nave no tripulada Mangalyaan entrara con éxito en órbita alrededor del Planeta Rojo después de un viaje de 10 meses y un presupuesto diminuto.
Los científicos del control de la misión gritaron de entusiasmo cuando la nave dorada maniobró para ponerse en órbita a las 02:32 UT (04:32 CEST) después de un viaje de 660 millones de kilómetros.
El éxito de la misión, que ha sido diseñada para buscar indicios de vida en el Planeta Rojo, es una inmensa fuente de orgullo nacional para la India, en competición con sus rivales asiáticos por tener éxito en el espacio. La India ha estado intentado mantenerse al nivel de su vecina gigante, China, que ha volcado miles de millones de dólares en su programa espacial y que planea construir una estación espacial tripulada a finales de esta década.
Con sólo 74 millones de dólares, el coste de la misión india es menor que el coste estimado de 100 millones de dólares de la película “Gravity”. El número representa también sólo una fracción del coste de la nave espacial MAVEN de NASA, que se puso en órbita con éxito alrededor de Marte el pasado domingo.
La India puede ya presumir del hecho de haber llegado a Marte, algo solo conseguido hasta ahora por Estados Unidos, Rusia y Europa. Más de la mitad de todas las misiones enviadas al planeta han fallado, incluyendo la de China en 2011 y la de Japón en 2003. Ninguna nación había conseguido tener éxito a la primera, aunque la Agencia Espacial Europea, que representa a un consorcio de países, sí lo consiguió en su primer intento.
Una estrella con la firma química de la primera generación de estrellas muy masivas
24/9/2014 de Subaru Telescope
Una imagen en el óptico de la estrella SDSS J0018-0939, obtenida por el Sloan Digital Sky Survey. Se trata de una estrella de masa baja, aproximadamente la mitad de la masa del Sol. La distancia a esta estrella es de unos 1000 años-luz. Su posición en el cielo está cerca de la constelación Cetus. Crédito: SDSS/NAOJ
Un equipo de astrónomos ha descubierto, con el telescopio Subaru, de 8.2m, una estrella de poca masa, SDSS J0018-0939, que muestra las proporciones peculiares entre elementos químicos asociadas con el proceso de creación de nuevos núcleos atómicos (nucleosíntesis) en una primera generación de estrellas muy masivas. Hasta ahora no existía ninguna evidencia obtenida con observaciones que apoyara las predicciones de las simulaciones numéricas acerca de la existencia de estrellas muy masivas entre las de la primera generación de estrellas que se formó después del Big Bang.
Las estrellas de la primera generación son objetos que se formaron en el Universo primitivo (pocos cientos de millones de años después del Big Bang) a partir de nubes de gas que contenían sólo hidrógeno y helio. Las estrellas de primera generación son los precursores probables de la formación de la estructura del Universo y de su enriquecimiento con elementos químicos. Los grandes sistemas estelares, por ejemplo las galaxias, se formaron más tarde.
Las explosiones de supernova que sufrieron estas estrellas masivas sirvieron para expulsar al espacio los elementos químicos que habían formado en su interior, enriqueciendo con ellos el gas que formó la siguiente generación de estrellas. Las estrellas con masa poco menor que la del Sol tienen vidas muy largas, tanto que todavía brillan. La Vía Láctea contiene algunas de estas estrellas de masa baja y con un contenido total de metales bajo, incluyendo los elementos producidos por las primeras estrellas masivas. Los patrones de abundancias químicas particulares de estas estrellas pueden emplearse para estimar las masas de las primeras estrellas.
En el caso de SDSS J0018-0939, la estrella contiene una cantidad de hierro 300 veces menor que la que contiene el Sol, y es significativamente deficiente en elementos más ligeros como carbono y magnesio. Las abundancias extremadamente bajas de elementos distintos del hierro indican que esta estrella se formó directamente a partir de una nube de gas hidrógeno que contenía elementos dispersados por una estrella masiva de primera generación.
Las supernovas de tipo Ia proceden de la explosión de una enana blanca acompañada de una estrella gemela
24/9/2014 de Instituto de Astrofísica de Andalucía
La fusión de dos enanas blancas puede producir una explosión de supernova de Tipo Ia que no tendría siempre la misma luminosidad, poniendo así en duda la utilidad de las supernovas de Tipo Ia para medir distancias en el Universo. Crédito: NASA/CXC/M Weiss
Las supernovas de tipo Ia tienen lugar cuando una enana blanca, el “cadáver” de una estrella similar al Sol, absorbe material de una estrella compañera y alcanza una masa crítica, equivalente a 1,4 masas solares, lo que desencadena una explosión cuya luminosidad será, dado su origen, similar en casi todos los casos. Esta uniformidad convirtió a las supernovas de tipo Ia en los objetos idóneos para medir distancias en el universo, pero el estudio de la supernova 2014J sugiere que podría haber diferentes caminos para que se produzcan este tipo de explosiones, lo que pone en cuestión su uso como “candelas estándar”.
“Si hay distintos orígenes también habrá variaciones en brillo. Hasta ahora habíamos corregido empíricamente las diferencias de brillo, lo que permitió descubrir la expansión acelerada del universo. Sin embargo, para hacer cosmología de precisión probablemente necesitemos identificar el origen de cada supernova Ia, y aún no hemos llegado a ese nivel de comprensión”, señala Miguel Ángel Pérez Torres, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que encabeza el estudio.
Al modelo predominante hasta ahora, formado por una enana blanca y una estrella normal, se suma otro que plantea la fusión de dos enanas blancas, un escenario que no implica la existencia de un límite máximo de masa y, por tanto, no producirá necesariamente explosiones con la misma luminosidad.
Los resultados derivan del estudio de la supernova 2014J, situada a 11,4 millones de años luz de la Tierra, mediante las redes de radiotelescopios EVN y eMERLIN. La observación en radio permite desvelar qué sistema estelar se halla tras una supernova de tipo Ia. Por ejemplo, si la explosión procede de una enana blanca absorbiendo gas de una estrella compañera, se espera que haya una gran cantidad de gas en el entorno; al producirse la explosión, el material expulsado por la supernova chocará con ese gas y producirá intensa emisión en rayos X y radio. Por el contrario, una pareja de enanas blancas no generará esa envoltura gaseosa y, por tanto, no habrá emisión en rayos X y radio.
“No hemos detectado emisión en radio en SN 2014J, lo que favorece el segundo escenario”, apunta Pérez Torres. “De generalizarse este resultado, las consecuencias cosmológicas son muy potentes, porque el uso de las supernovas de tipo Ia para medir distancias astronómicas quedaría cuestionado”, concluye el investigador.
Un mapa de Voyager muestra detalles de la extraña luna Tritón de Neptuno
24/9/2014 de JPL
La nave espacial Voyager 2 pasó por Tritón, una luna de Neptuno, en verano de 1989. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Lunar & Planetary Institute
La nave espacial Voyager 2 de NASA proporcionó a la humanidad la primera imagen cercana de Neptuno y su luna Tritón en el verano de 1989. Como si se tratase de una vieja película, las históricas fotos de Tritón tomadas por la Voyager han sido “restauradas” y empleadas para construir el mejor mapa global en color de esta extraña luna. El mapa, producido por Paul Schenk, un científico del Lunar and Planetary Institute en Houston, ha sido también empleada para hacer una película que recrea aquel encuentro histórico de la Voyager, que tuvo lugar hace 25 años, el 25 de agosto de 1989.
El nuevo mapa de Tritón tiene una resolución de 600 metros por píxel. Los colores han sido realzados para reforzar el contraste pero son una aproximación cercana a los colores naturales de Tritón. Los “ojos” de la Voyager ven con colores ligeramente diferentes a los que ven los ojos humanos, y este mapa fue producido empleando imágenes tomadas con filtros de colores naranja, verde y azul.
En 1989 la mayor parte del hemisferio norte se encontraba a oscuras y no pudo ser observado por Voyager. Debido a la rapidez de la visita de la Voyager, y la lenta rotación de Tritón, solo pudo verse un hemisferio claramente desde cerca. El resto de la superficie se encontraba a oscuras, o se ve con imágenes borrosas.
Entre las mejoras introducidas en el mapa hay actualizaciones en la precisión de las posiciones de distintas formaciones, mejora en la nitidez de los detalles eliminando algunos de los efectos de desenfoque de la cámara, y un procesado en color mejorado.
Telescopios de NASA encuentran cielos limpios y vapor de agua en un exoneptuno
25/9/2014 de Hubble site / Nature
Izquierda: impresión artística de la atmósfera de un planeta en el que nubes altas bloquean la vista e impiden la detección de moléculas. Derecha: impresión artística de la atmósfera de un planeta como HAT-P-11b, con una atmósfera que puede que tenga nubes a mayor profundidad, pero cuya región alta está libre de nubes. Esta buena visibilidad ha permitido a los investigadores detectar moléculas de vapor de agua en la atmósfera del planeta. Crédito: NASA, ESA, and R. Hurt (JPL-Caltech)
Los astrónomos han empleado tres telescopios de NASA (Hubble, Spitzer y Kepler) para descubrir cielos limpios y vapor de agua en un planeta gaseoso situado fuera de nuestro Sistema Solar. El planeta tiene el tamaño de Neptuno, lo que le convierte en el más pequeño en el que han sido detectadas moléculas de cualquier tipo.
“Este descubrimiento es un hito importante en el camino hacia el eventual análisis de la composición atmosférica de planetas rocosos más pequeños, más como la Tierra”, afirma John Grunsfeld, de NASA. “Tales logros son hoy en día posibles solo gracias a las habilidades combinadas de estos únicos y potentes observatorios”.
Las nubes en la atmósfera de los planetas pueden bloquear la observación de las moléculas que pueda haber debajo y que revelan información sobre la composición de los planetas y sus historias. Encontrar cielos limpios en un planeta del tamaño de Neptuno es una buena señal de que los planetas más pequeños podrían tener una visibilidad buena parecida.
El planeta, HAT-P-11b, es lo que se llama un exoneptuno, un planeta con el tamaño de Neptuno que está en órbita alrededor de una estrella que no es nuestro Sol. Está situado a 120 años-luz en la constelación del Cisne. A diferencia de nuestro Neptuno, este planeta está en órbita más cerca de su estrella, completando una vuelta aproximadamente cada cinco días. Es un mundo cálido que se piensa que posee un núcleo rocoso y una atmósfera gaseosa. No mucho más se sabía sobre la composición del planeta hasta ahora.
La mayoría de las estrellas nacen en cúmulos, algunas abandonan el “hogar”
25/9/2014 de Carnegie Institution
Estas imágenes muestran la distribución de densidad de materia en el plano central de un modelo tridimensional de una nube molecular de la que nacen estrellas. El modelo calcula la evolución de la nube a lo largo de un tiempo suficiente para que el objeto colapse bajo su propia gravedad sin que existan otras fuerzas que se opongan. El panel a) muestra el estado inicial de la nube, y en los siguientes se aprecian momentos sucesivos del colapso. Crédito: Alan Boss
Nuevos estudios con modelos de Alan Boss, de Carnegie, demuestran que la mayoría de las estrellas que vemos se formaron por la fragmentación de cúmulos inestables de protoestrellas recién formadas. Estas protoestrellas nacen en nubes giratorias de polvo y de gas, que funcionan como viveros de formación de estrellas. Algunos de los cúmulos con varias protoestrellas permanecen estables y maduran, convirtiéndose en sistemas de tres o más estrellas (sistemas múltiples). Los inestables expulsarán estrellas hasta que alcancen la estabilidad, y acaban como estrellas solitarias o binarias (sistemas con dos estrellas).
Unos dos tercios de todas las estrellas en un radio de 81 años-luz alrededor de la Tierra son binarias o forman parte de un sistema múltiple de estrellas. Las estrellas jóvenes y protoestrellas se encuentran en sistemas múltiples con mayor frecuencia que las viejas, una observación que se relaciona con los descubrimientos de Boss de que muchos sistemas con una sola estrella empiezan siendo sistemas binarios o múltiples, de los que son expulsadas estrellas para conseguir sistemas estables.
Los cúmulos de protoestrellas se forman cuando el núcleo de una nube molecular colapsa debido a su propia gravedad y se rompe en piezas, en un proceso llamado fragmentación. Las fuerzas físicas que participan en el colapso son de gran interés para los científicos, porque nos pueden enseñar sobre los ciclos de vida de las estrellas y cómo puede que naciera nuestro propio Sol. Una fuerza que afecta al colapso es el campo magnético que enhebra las nubes, frenando en principio el proceso de fragmentación.
El trabajo de Boss demuestra que cuando una nube colapasa, el proceso de fragmentación depende de la intensidad inicial del campo magnético, que actúa contra la gravedad que produce el colapso. Por encima de una intensidad del campo magnético concreta, se forma una sola protoestrella, mientras que por debajo, la nube se rompe en múltiples protoestrellas. Este segundo escenario es evidentemente habitual, dado el gran número de estrellas binarias y sistemas múltiples de estrellas encontrados, aunque las estrellas solitarias pueden formarse también a través de este mecanismo siendo expulsadas de un cúmulo.
Se observan signos de la formación de un sistema planetario en torno a la estrella HD169142
25/9/2014 de Instituto de Astrofísica de Andalucía
Imagen del disco de polvo en torno a la estrella HD 169142 obtenida con el radiotelescopio Very Large Array (VLA) a la longitud de onda de 7 mm. Las cruces (+) señalan las posiciones de los posibles protoplanetas (Osorio et al.). En el recuadro de la parte superior derecha se muestra, a la misma escala, la imagen obtenida con el Very Large Telescope (VLT) a la longitud de onda de 3.8 micras, de la fuente infrarroja brillante situada en la cavidad interna del disco (Reggiani et al.).
Los planetas se forman a partir de discos de gas y polvo que giran en torno a las estrellas jóvenes. Una vez formada la “semilla” del planeta, una pequeña acumulación de polvo, este irá agregando material y producirá un surco en el disco con la forma de su órbita. Esta etapa de transición entre el disco original y el sistema planetario -difícil de estudiar y aún poco conocida- es, precisamente, lo que se ha observado en la estrella HD169142 y que se difunde a través de dos artículos publicados en la revista The Astrophysical Journal Letters.
“Aunque en los últimos años se han descubierto más de mil setecientos planetas extrasolares, solo en contados casos se ha obtenido imagen directa y todavía no se ha logrado una imagen inequívoca de un planeta en formación -apunta Mayra Osorio, investigadora del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) que encabeza una de las publicaciones-. En HD 169142 quizás estamos viendo, precisamente, las semillas de gas y polvo que más tarde se convertirán en planetas”.
HD169142 es una estrella joven, con dos veces más masa que el Sol y cuyo disco se extiende unas doscientas cincuenta unidades astronómicas, o UA (una unidad que equivale a la distancia entre la Tierra y el Sol, ciento cincuenta millones de kilómetros). El sistema presenta una orientación inmejorable para el estudio de los planetas en formación ya que vemos su disco de frente.
El primero de los trabajos explora el disco de HD169142 con el radiotelescopio Very Large Array, que permite detectar granos de polvo de varios centímetros. Los resultados, combinados con datos del infrarrojo, que trazan la presencia de granos de polvo microscópicos, muestran dos surcos en el disco, uno en la región interna (entre 0,7 y 20 UA) y otro más externo y menos desarrollado, entre 30 y 70 UA.
“Esta estructura ya sugería que el disco está siendo modificado por dos planetas u objetos subestelares, pero además los datos en radio desvelaron la existencia de un grumo de material en el surco externo, situado aproximadamente a la distancia de la órbita de Neptuno, que apunta a la existencia de un planeta en formación”, señala Mayra Osorio (IAA-CSIC).
Investigación de NASA ayuda a resolver misterios de la atmósfera de Venus
25/9/2014 de NASA
Una nueva investigación muestra agujeros gigantes en la atmosfera de Venus, que proporcionan pistas para comprender por qué este planeta es tan diferente del nuestro. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/G. Duberstein
Subrayando las enormes diferencias entre la Tierra y su vecino Venus, nuevas investigaciones muestran indicios de agujeros gigantes en la capa con carga eléctrica de la atmósfera venusina, llamada ionosfera. Las observaciones indican la existencia de un ambiente magnético más complicado de lo que se pensaba, lo que a su vez nos permite comprender mejor este planeta rocoso vecino.
El planeta Venus, con su gruesa atmósfera de dióxido de carbono, su superficie árida, y presiones tan elevadas que las sondas son aplastadas en pocas horas, ofrece a los científicos la posibilidad de estudiar un planeta muy diferente al nuestro. Estos misteriosos agujeros (regiones donde la densidad de la atmósfera es mucho menor) proporcionan pistas adicionales para comprender la atmósfera de Venus, cómo el planeta interactúa con la constante embestida del viento solar procedente del sol, y quizás incluso qué es lo que está escondido a gran profundidad en su núcleo.
Glyn Collison, de NASA, ha buscado estos agujeros en los datos de la nave Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA). Venus Express, lanzada en 2006, se encuentra actualmente en una órbita de 24 horas alrededor de los polos de Venus. Collins fue capaz de observar agujeros a estas latitudes altas, demostrando que se extienden mucho más por la atmósfera de lo que se pensaba. Las observaciones también sugieren que los agujeros son más comunes de lo que se creía. En 1978, la nave Pioneer Venus Orbiter sólo observó agujeros en una época de gran actividad solar, llamada máximo solar. Los datos de Venus Express, por el contrario, demuestran que los agujeros se pueden formar también durante un mínimo solar.
Venus Express está equipada para medir el débil campo magnético del planeta. Cuando pasó por los agujeros de la ionosfera registró un salto en la intensidad del campo magnético, observando también partículas muy frías que entraban y salían de los agujeros, aunque con una densidad mucho menor que la observada generalmente en la ionosfera. Las observaciones de Venus Express sugieren que no se trata de agujeros sino de dos grandes cilindros de material con menos densidad que salen desde la superficie del planeta y se extienden por el espacio en sentido contrario al de desplazamiento del planeta en su órbita alrededor del Sol, como una cola. Los científicos piensan que hay algún mecanismo que hace que regiones con mayor campo magnético salgan por alguno de los lados de la cola, apuntando directamente hacia y contra el planeta. Estas regiones de fuerza magnética mayor serían las que crearían estos largos agujeros ionosféricos.
Una galaxia engañosa: Hubble toma una foto de lo que parece una galaxia joven en el Universo local
26/9/2014 de ESA Hubble
Esta imagen del telescopio espacial Hubble de NASA/ESA muestra una rareza cósmica, la galaxia enana DDO 68. Crédito: NASA, ESA
Normalmente los astrónomos han de mirar muy lejos en distancia para ver cosas que ocurrieron en el pasado, y ver cómo era el Universo cuando era joven. Esta nueva imagen del telescopio espacial Hubble de NASA/ESA de la galaxia DDO 68, también conocida como UGC 5340, se pensó que era una excepción. Esta desastrada colección de estrellas y nubes de gas parece, a primera vista, una galaxia recientemente formada en nuestra propia vecindad cósmica. Pero, ¿es realmente tan joven como parece?
Estudiando galaxias con diferentes edades, los astrónomos han descubierto que las que se encuentran en una fase temprana de su vida son fundamentalmente diferentes de aquéllas que son más viejas. DDO 68 parece relativamente joven en base a su estructura, aspecto y composición. Sin embargo, sin unos modelos más detallados los astrónomos no pueden estar seguros y piensan que podría ser más vieja de lo que aparenta.
DDO 68 es la mejor representante de una galaxia primordial en el Universo local ya que a primera vista parece que posee muy pocos elementos pesados, cuya presencia sería indicio de la existencia de generaciones previas de estrellas.
Las moléculas interestelares se ramifican
26/9/2014 de Max Planck Institute for Radio Astronomy / Science
Polvo y moléculas en la región central de nuestra Galaxia: la imagen de fondo muestra emisión de polvo en una combinación de datos obtenidos con el telescopio APEX y el observatorio espacial Planck a una longitud de onda de 860 micrómetros. La molécula orgánica es el cianuro de isopropilo, con una columna vertebral de carbono ramificada (i-C3H7CN, izquierda), así como su isómero de cadena recta el cianuro de normal propilo (n-C3H7CN, derecha), ambas detectadas con el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array en la región de formación estelar Sgr B2, a unos 300 años-luz del centro de la Galaxia, Sgr A*. Crédito: MPIfR/A. Weiß (imagen del fondo), University of Cologne/M. Koerber (modelos de las moléculas), MPIfR/A. Belloche (montaje).
Científicos del Max Planck Institute for Radio Astronomy (Bonn, Germany), Cornell University (USA), y de la Universidad de Colonia (Alemania) han detectado por primera vez una molécula que contiene carbono con una estructura “ramificada” en el espacio interestelar. La molécula, cianuro de isopropilo (i-C3H7CN), fue descubierta en una nube gigante de gas llamada Sagittarius B2, una región de formación estelar activa cercana al centro de nuestra Galaxia, y que es un lugar muy interesante para los astrónomos que buscan moléculas.
La estructura ramificada de los átomos de carbono dentro de la molécula del cianuro de isopropilo no es como la cadena recta de la columna vertebral de carbono de otras moléculas que hayan sido detectadas hasta ahora, incluyendo su molécula hermana, el cianuro de normal propilo.
El descubrimiento del cianuro de isopropilo abre una nueva frontera en la complejidad de las moléculas encontradas en regiones de formación de estrellas, y es esperanzador para la presencia de aminoácidos, de los cuales esta estructura es una característica clave.
El agua de tu botella podría ser más antigua que el Sol
26/9/2014 de University of Michigan / Science
Hasta la mitad del agua de la Tierra es probablemente más antigua que el propio Sistema Solar, según astrónomos de la Universidad de Michigan.
El trabajo de los investigadores, publicados en la edición de hoy de Science, ayuda a resolver el debate sobre en qué momento de la historia de la galaxia se formó el agua de nuestro planeta y de nuestro sistema solar. ¿Se encontraban las moléculas en hielos de cometas y océanos terrestres nacidos junto con el propio sistema, en el disco de polvo y gas del que se formaron los planetas y que rodeaba al Sol hace 4600 millones de años? ¿O se originó el agua incluso antes, en la fría nube molecular donde se formarían el sol y el disco planetario?
Ilse Cleeves afirma que entre un 30 y un 50 por ciento procede de la nube molecular. Esto significa que sería aproximadamente un millón de años más antigua que el sistema solar.
Para alcanzar esta conclusión, Cleeves y Ted Bergin simularon las reacciones químicas que se produjeron mientras el sistema solar se formaba. Se centraron en la proporción entre dos variedades ligeramente distintas de agua: la normal y otra más pesada. Hoy en día los cometas y los océanos de la Tierra mantienen proporciones particulares de agua pesada, proporciones más altas que las que tiene el Sol.
“La química nos indica que la Tierra recibió una contribución de agua procedente de algún origen que estaba muy frío, sólo a decenas de grados por encima del cero absoluto. Mientras que el Sol, como es mucho más caliente, ha borrado este rastro de deuterio, o agua pesada”, afirma Bergin.
Rosetta soltará la sonda el 12 de noviembre
29/9/2014 de ESA
El lugar de aterrizaje J, observado con la cámara NavCam de Rosetta el pasado 21 de septiembre. Crédito: ESA
La misión Rosetta de la Agencia Espacial Europea soltará su sonda de aterrizaje, Philae, sobre la superficie del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko el 12 de noviembre.
El lugar de aterrizaje de Philae, actualmente conocido como Posición J, está situado en el más pequeño de los dos lóbulos del cometa, con un lugar alternativo previsto en el lóbulo mayor. Los destinos fueron elegidos sólo seis semanas después de la llegada de Rosetta al cometa, el 6 de agosto, tras su viaje de 10 años por el Sistema Solar.
En ese tiempo, la misión Rosetta ha realizado un análisis científico sin precedentes del cometa, un resto de la historia de 4600 millones de años del Sistema Solar. El punto principal hasta la fecha ha sido explorar 67P/Churyumov–Gerasimenko para preparar el primer intento de la historia de aterrizaje suave sobre un cometa.
La tripulación de la Soyuz llega a la ISS después de un problema con un panel solar
29/9/2014 de SpaceRef
Los astronautas y los cosmonautas te dirán que ningún lanzamiento es rutinario, que tienes que prepararte para cualquier contingencia. Esto quedó claro hace unos días después del lanzamiento de una nave Soyuz dirigida a la Estación Espacial Internacional, cuando no se desplegó uno de los dos paneles solares. Al final resultó no ser un problema serio ya que la Soyuz atracó sin más contratiempos en la ISS. Y parece que la ligera vibración del atraque hizo que el panel se desplegase de repente.
La tripulación de la Soyuz, la Expedición 41/42 está compuesta por el Comandante Alexander Samokutyaev, y los Ingenieros de Vuelo Elena Serova de la Agencia Espacial Federal Rusa (Roscosmos) y Barry Wilmore of NASA. Serova es la primera cosmonauta femenina rusa que vivirá y trabajará a bordo de la Estación Espacial Internacional.
NuSTAR observa el raro emborronamiento de la luz en un agujero negro
29/9/2014 de NASA
Las regiones situadas alrededor de los agujeros negros supermasivos brillan fuertemente en rayos X. Parte de esta radiación procede de un disco que lo rodea, y la mayor parte procede de la corona, ilustrada en esta concepción artística como la luz blanca en la base de un chorro de material. Esta es una de las configuraciones posibles de una corona, no estando clara su forma real. Crédito: NASA/JPL-Caltech
La red de telescopios Nuclear Spectroscopic Telescope Array (NuSTAR) de NASA ha captado un evento extremadamente raro en las regiones que rodean a un agujero negro supergigante, llamado Markarian 335. Una fuente compacta de rayos X que se encuentra cerca del agujero negro, denominada corona, se ha acercado al agujero negro en tan sólo unos pocos días.
“La corona colapsó recientemente hacia el agujero negro, con el resultado de que la intensa gravedad del agujero tiró de la luz hacia el disco de material que está precipitándose al interior”, afirma Michael Parker, del Instituto de Astronomía de Cambridge, Reino Unido.
Cuando la corona se acercó más al agujero negro, la gravedad del agujero ejerció una mayor atracción sobre los rayos X emitidos por ella. El resultado fue un emborronamiento y estrechamiento extremos de la luz en rayos X. Tales eventos han sido observados con anterioridad, pero nunca hasta este punto y con tanto detalle.
Aunque parte de la luz cae al agujero negro supermasivo para no ser vista nunca más, otra luz de alta energía emana tanto desde la corona como del disco de material supercaliente que rodea al agujero negro. Aunque los astrónomos no están seguros de la forma y temperatura de las coronas, saben que contienen partículas que se mueven casi a la velocidad de la luz.
Capturada una brillante estrella azul escondida, la última pieza de un rompecabezas sobre supernovas
29/9/2014 de Kavli IPMU
La galaxia M51 antes (izquierda) y después (derecha) de la erupción de SN 2011dh. La imagen de la izquierda fue tomada en 2009, y la de la derecha el 8 de julio de 2011. Crédito: Chabot Space & Science Center, Conrad Jung
Un equipo de científicos, dirigido por Gastón Folatelli del Kavli IPMU, ha encontrado indicios de la presencia de una estrella caliente compañera de una estrella supergigante amarilla, que se convirtió en una brillante supernova. La existencia de la estrella compañera había sido predicha por el mismo equipo, basándose en cálculos numéricos. Este descubrimiento proporciona el último eslabón en una cadena de observaciones que confirman la descripción teórica de esta supernova, propuesta por el mismo equipo de científicos.
La cuestión acerca de cómo transcurre la corta vida de las estrellas masivas hasta que se convierten en supernovas es de gran interés para los astrofísicos. Según la teoría estándar, que sólo es aplicable a las estrellas aisladas, sólo las estrellas frías y extensas (supergigantes rojas) o calientes y azules (estrellas Wolf-Rayet) son capaces de explotar como supernovas. Sin embargo, cada vez existen más datos que apuntan a que las estrellas más masivas no son solteras solitarias sino que pertenecen a sistemas binarios cercanos con profusas interacciones. Los episodios de transferencia de masa entre los miembros de los sistemas binarios de estrellas afectan al modo en que esas estrellas evolucionan, lo que significa que hay muchos más escenarios potenciales para las fases finales de los progenitores de supernovas.
La supernova cercana SN 2011dh, que se produjo en 2011 en la famosa galaxia M51, que se encuentra a unos 24 millones de años-luz de la Tierra, constituía un excelente ejemplo que no podía ser explicado con la teoría estándar. Se detectó lo que parecía ser una estrella supergigante amarilla en el lugar de la supernova, en imágenes obtenidas antes de la explosión, pero se pensaba que las estrellas supergigantes amarillas aisladas no eran capaces de explotar como supernovas.
Esto produjo controversia entre los científicos, con unos diciendo que la progenitora de la supernova era en realidad una estrella azul (como una estrella Wolf-Rayet) que no había sido vista; otros, entre ellos Melina C. Bersten del Kavli IPMU y Omar Benvenuto de la Universidad de La Plata, demostraron con simulaciones que la estrella que explotó debía de haber sido extensa, como una supergigante amarilla, y que debía de pertenecer a un sistema binario. Varias observaciones posteriores realizadas con el telescopio espacial Hubble han confirmado el escenario propuesto por Bersten y Benvenuto, al detectar la pequeña estrella compañera.
La huella del nitrógeno en biomoléculas y objetos extraterrestres podría proceder del Sol primitivo
30/9/2014 de University of California San Diego
La luz ultravioleta divide las moléculas del gas nitrógeno con más facilidad si un átomo o ambos corresponden al isótopo pesado, el nitrógeno-15. Los átomos libres de nitrógeno se combinan con el hidrógeno para formar moléculas de amoníaco enriquecidas con nitrógeno-15. Crédito: UC San Diego.
Las huellas químicas del elemento nitrógeno varían de forma extrema en materiales que van desde moléculas de la vida al viento solar o el polvo interestelar. Las explicaciones acerca de esta gran variedad incluyen moléculas alienígenas transportadas por cometas helados procedentes de más allá de nuestro sistema solar, y en complejos escenarios químicos.
Pero nuevos experimentos que emplean una potente fuente de luz ultravioleta han demostrado que no se necesita ninguna explicación extrasolar y que la química es sencilla, según científicos de University of California, San Diego, Hebrew University y UCLA.
El nitrógeno se encuentra en dos formas estables. El nitrógeno-14, con un número igual de protones y neutrones en su núcleo, es el más abundante. El nitrógeno-15, con un neutrón extra, es mucho más raro, pero las moléculas biológicas como las proteínas lo tienen en mayores proporciones: se encuentran enriquecidas en nitrógeno-15 en comparación con el gas nitrógeno de la atmósfera de la Tierra. Y la atmósfera de la Tierra, a su vez, posee relativamente más nitrógeno-15 que otras fuentes, como el viento solar o la atmósfera de Júpiter.
Iluminando con un brillante haz de luz ultravioleta de longitud de onda muy corta una muestra de gas con nitrógeno e hidrógeno, similar a la composición de la atmósfera de la Tierra, Subrata Chakraborty y sus colaboradores han generado amoníaco con mucha más proporción de nitrógeno-15 que la que había en el gas inicial. Las moléculas de amoníaco forman un grupo químico fundamental, las aminas de los aminoácidos, que se unen formando largas cadenas para formar las proteínas.
Este tipo de luz ultravioleta ya no alcanza la Tierra, sino que es desviada por la atmósfera terrestre. Así que los eventos químicos que produjeron aminas con nitrógeno-15 añadido habrían tenido lugar hace mucho tiempo, probablemente en las frías regiones exteriores de la nebulosa solar primitiva, según Mark Thiemens, que dirigió el trabajo. “Es el momento adecuado para que esto ocurriese: antes de los planetas, antes de la vida”.
La simulaciones revelan una muerte inusual para las estrellas viejas
30/9/2014 de University of California Santa Cruz
Esta imagen es un corte transversal del interior de una estrella supermasiva de 55000 masas solares a lo largo del eje de simetría. Muestra el núcleo interno de helio en el que la fusión nuclear está convirtiendo el helio en oxígeno, produciendo inestabilidades en el fluido (líneas retorcidas). Esta instantánea corresponde a un día después del inicio de la explosión, cuando el radio del círculo exterior sería ligeramente mayor que la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Crédito: Ken Chen, UC Santa Cruz
Ciertas estrellas primordiales (aquellas con masas entre 55000 y 56000 veces la masa de nuestro Sol) podrían haber muerto de manera inusual. Durante su muerte estos objetos, que formaban parte de la primera generación de estrellas del universo, habrían explotado como supernovas y se habrían quemado completamente, no dejando ningún resto en forma de agujero negro. Astrofísicos de UC Santa Cruz y la Universidad de Minnesota alcanzaron esta conclusión después de correr varias simulaciones en supercomputadoras.
Las estrellas de la primera generación son especialmente interesantes porque produjeron los primeros elementos pesados (elementos químicos distintos del hidrógeno y el helio). A su muerte, expulsaron estas creaciones químicas al espacio, contribuyendo a la siguiente generación de estrellas, sistemas solares y galaxias. Conociendo con más detalle cómo murieron estas primeras estrellas, los científicos esperan obtener datos acerca de cómo apareció el universo que conocemos hoy en día.
“Hemos encontrado que existe un conjunto de condiciones bajo las cuales las estrellas supermasivas podrían explotar completamente en lugar de convertirse en un agujero negro supermasivo”, afirma Ke-Jung Chen, de UC Santa Cruz. Las estrellas con masas cercanas a las 55000 veces la masa del Sol y que no giran morirían sin dejar un agujero negro. Dependiendo de la intensidad de su explosión como supernova, algunas estrellas masivas podrían, al explotar, enriquecer la galaxia entera en la que se encuentran (e incluso otras galaxias cercanas) con elementos que van del carbono al silicio. En algunos casos, la supernova puede incluso iniciar un brote de formación de estrellas en su galaxia, lo que permitiría distinguirla de otras jóvenes galaxias, posibilitando su identificación.
Cassini observa una misteriosa formación evolucionando en un mar de Titán
30/9/2014 de JPL
Estas tres imágenes, creadas con datos del radar de apertura sintética (SAR) de Cassini, muestran la aparición y evolución de una misteriosa estructura en Ligeia Mare, uno de los mayores mares de hidrocarburos de la luna Titán de Saturno. Crédito: NASA/JPL-Caltech/ASI/Cornell
La nave espacial Cassini de NASA está monitorizando la evolución de una misteriosa formación que ha aparecido en un gran mar de hidrocarburos en la luna Titán de Saturno. La estructura cubre un área de unos 260 kilómetros cuadrados en Ligeia Mare, uno de los mayores mares de Titán. Ha sido observada dos veces con el radar de Cassini, pero su aspecto ha cambiado entre las dos apariciones.
La misteriosa formación, que se ve brillante en las imágenes de radar frente al fondo negro del mar líquido, fue observada por primera vez durante el paso de Cassini por Titán, en julio de 2013. Las observaciones anteriores no mostraban ninguna señal de formaciones brillantes en esta parte de Ligeia Mare. Los científicos quedaron perplejos al descubrir que la estructura se había desvanecido cuando miraron de nuevo, durante varios meses, con el radar de baja resolución y el instrumento de imágenes en infrarrojo de Cassini. Esto hizo que algunos miembros del equipo de investigadores sugirieran que se había tratado de una estructura pasajera. Pero durante el paso de Cassini del 21 de agosto de 2014, la formación era de nuevo visible, y su aspecto había cambiado desde que fue vista por última vez, 11 meses atrás.
Los investigadores sugieren que podría tratarse de olas superficiales, burbujas que proceden del fondo, sólidos flotando, sólidos suspendidos justo por debajo de la superficie, o quizás algo más exótico. No observan indicios de que su aparición sea resultado de la evaporación del mar, pues la línea costera global de Ligeia Mare no ha cambiado ostensiblemente.
Los científicos sospechan que el aspecto de esta formación puede estar relacionado con el cambio de estaciones en Titán, a medida que el verano llega al hemisferio norte de la luna. La monitorización de estos cambios es uno de los objetivos principales de la actual misión extendida de Saturno.
Datan astronómicamente la pintura de Monet que dio inicio al impresionismo
30/9/2014 de Texas State University
El movimiento impresionista de finales del siglo XIX toma su nombre de la nostálgica y onírica pintura Impression, Soleil Levant del artista Claude Monet. Ahora, un astrónomo de Texas State University, Donald Olson, ha aplicado su particular técnica de investigación celeste a la obra maestra de Monet, descubriendo nuevos detalles sobre los orígenes de la pintura, y resolviendo algunas controversias acerca de qué es lo que está representado en el lienzo y cuándo fue pintado.
Esta investigación concluye que Monet probablemente pintó Impression, Soleil Levant desde la habitación de su hotel en Le Havre (Francia), el 13 de noviembre de 1872, a las 7:35 am, hora local. “A partir de otras pinturas de Le Havre de Monet, podemos estar seguros de que el artista representó la topografía del puerto de manera precisa”, afirma Olson. “Del mismo modo, Impression, Soleil Levant parece una representación precisa de un centelleante camino de purpurina que se extiende por las aguas del puerto, bajo el disco solar visto a través de la neblina propia de un amanecer de finales de otoño o principios de invierno”.
Olson inició su trabajo consultando mapas del siglo XIX y recopilando más de 400 fotografías antiguas de Le Havre. Una foto especialmente clara y detallada permitió identificar la habitación de hotel exacta desde la que Monet trabajó. Olson confirmó que la vista desde la habitación hacia el sureste encajaba con la de la pintura y luego calculó la posición del sol sobre el puerto, aproximadamente entre 20 y 30 minutos después del amanecer. Para reducir aún más las fechas posibles, Olson observó las mareas. Dado que los grandes barcos sólo podían entrar y salir de este puerto poco profundo durante unas pocas horas cerca del momento de la marea alta, empleó algoritmos por computadora para calcular las mareas de esa área. Al final, encontró 19 fechas posibles entre finales de enero y mediados de noviembre de 1872 y 1873, en las que el sol y las mareas coinciden con la pintura.
El examen de archivos meteorológicos permitió eliminar las fechas en que llovía, había tormenta, o fuertes vientos y marejada. Las columnas de humo sobre el puerto, a la izquierda de la pintura indican que el viento soplaba desde la derecha, del este. Sólo dos fechas registran viento del este: el 13 de noviembre de 1872, y el 25 de enero de 1873. Monet firmó el lienzo con el número “72” por lo que se piensa que la fecha correcta es la de noviembre.