Los diamantes espaciales revelan los orígenes de las supernovas
15/2/2012 de InsideScience
Los diamantes espaciales pueden ser ahora los mejores amigos de los astrofísicos.
Durante años, los científicos han encontrado diamantes del tamaño de DNA en meteoritos en la Tierra. Investigaciones nuevas sugieren que estos diamantes proceden de violentas colisiones cósmicas, que podrían ayudar a los científicos a desvelar misterios que rodean a las estrellas que explotan, los lugares de nacimiento de materiales antiguos que anteceden a nuestro sistema solar.
Aunque los diamantes son raros en la Tierra, los científicos piensan que “nanodiamantes” minúsculos abundan en el espacio. Los investigadores han intentado descifrar el origen de estos minerales enigmáticos durante décadas.
En la Tierra, los diamantes tradicionales son forjados a gran profundidad en el suelo bajo un calor y una presión intensos, a lo largo de miles de millones de años. Los diamantes espaciales, por el contrario, pueden formarse en una millonésima de una millonésima de segundo, según un nuevo trabajo de investigación publicado en Physical Review Letters.
“La transformación es muy asombrosa”, afirma Nigel Marks, un científico de materiales de la Curtin University en Perth (Australia). Marks simuló colisiones de polvo espacial en su computadora y descubrió que para formar diamantes no necesitaba temperaturas abrasadoras ni aplastantes presiones. En las simulaciones, por el contrario, los diamantes se formaron cuando los granos de polvo que contienen carbono chocan entre sí a velocidades superiores a los 16000 kilómetros por hora.
Dentro de los nanodiamantes de los meteoritos se han encontrado formas de elementos como el xenon, con diferentes números de neutrones. Estos isótopos, variantes de un mismo elemento, proporcionan información sobre la estrellas que explotaron anteriormente en la historia del universo. Las proporciones diferentes de isótopos se originan en reacciones nucleares diferentes, proporcionando a los científicos pistas sobre qué tipo de estrellas agonizantes dieron lugar a estos isótopos.