El resplandor del Big Bang permite descubrir un chorro en un agujero negro lejano
17/2/2016 de Chandra / The Astrophysical Journal Letters
Descubren con el observatorio de rayos X Chandra un chorro en un agujero negro lejano, llamado B3 0727+409. Crédito: imagen en rayos X de NASA/CXC/ISAS/A.Simionescu et al; imagen en el visible de DSS.
Un equipo de astrónomos ha descubierto con el telescopio de rayos X Chandra un chorro de material en un agujero negro supermasivo muy lejano que está siendo iluminado por la luz más antigua del Universo. Este descubrimiento demuestra que los agujeros negros con chorros potentes pueden haber sido más habituales de lo que se pensaba durante los primeros mil millones de años después del Big Bang.
La luz detectada fue emitida por este chorro cuando el Universo sólo tenía 2700 millones de años, un quinto de su edad actual. En ese momento, la intensidad de la radiación del fondo cósmico de microondas (o CMB de sus siglas en inglés) resultante del Big Bang era mucho mayor de lo que es hoy en día.
La longitud del chorro, encontrado en el sistema conocido como B3 0727+409, es por lo menos de 300 000 años luz. En el Universo cercano se han detectado muchos chorros largos emitidos por agujeros negros supermasivos, pero todavía se desconoce por qué esos chorros emiten rayos X. En B3 0727+409 parece que el CMB se ve desplazado a longitudes de onda de los rayos X.
Cuando los electrones del chorro salen volando del agujero negro a velocidades cercanas a las de la luz, se desplazan a través del mar de radiación del CMB y chocan contra los fotones de microondas, elevando la energía de los fotones hasta la banda de rayos X, siendo así detectados por Chandra. Esto implica que los electrones de B3 0727+409 deben de seguir moviéndose a casi la velocidad de la luz durante cientos de miles de años luz.
Los electrones de los chorros de agujeros negros habitualmente emiten potentemente en longitudes de onda de radio, así que estos sistemas típicamente son encontrados utilizando observaciones en radio. El descubrimiento del chorro en B3 0727+409 es especial porque hasta ahora casi no se ha detectado ninguna señal en radio de este objeto, aunque es fácilmente visible en la imagen en rayos X. “Básicamente, nos topamos con este notable chorro porque dio la casualidad de que se encontraba en el campo de visión de Chandra mientras estábamos observando otra cosa”, comenta el coautor Lukasz Stawarz de la Universidad Jagiellonian (Polonia).