Bajo presión: el despojo extremo de la atmósfera puede limitar la habitabilidad de los exoplanetas
3/7/2017 de Phys.org / The Astrophysical Journal
Modelos nuevos de erupciones estelares masivas revelan un factor más de complejidad extra a la hora de considerar si un exoplaneta puede ser habitable o no.
Las expulsiones de masa de la corona son explosiones enormes de plasma y campos magnéticos que se producen de manera rutinaria en el Sol y en otras estrellas. Son un factor fundamental en la llamada “meteorología espacial” y se sabe ya que pueden alterar satélites y otros equipos electrónicos en la Tierra. Además los científicos han demostrado que los efectos de la meteorología espacial pueden tener también un impacto significativo sobre la potencial habitabilidad de planetas que están en órbita alrededor de estrellas frías de poca masa, un objetivo popular en las búsquedas de exoplanetas tipo Tierra.
Tradicionalmente se considera que un exoplaneta es “habitable” si su órbita corresponde a una temperatura donde puede existir agua líquida. Las estrellas de poca masa son más frías y, por tanto, deberían de tener zonas habitables mucho más cercanas que en nuestro Sistema Solar, pero sus expulsiones de masa de la corona deberían de ser mucho más potentes debido a sus campos magnéticos intensificados.
Cuando la materia expulsada de la corona choca contra un planeta, comprime la magnetosfera, una burbuja magnética protectora que le sirve de escudo. En los casos extremos, la magnetosfera puede encogerse tanto que deja al descubierto la atmósfera del planeta, que puede ser barrida arrebatándola del planeta. Esto a su vez podría dejar la superficie planetaria y las posibles formas de vida en desarrollo expuestas a rayos X dañinos de la estrella cercana.
El resultado de los modelos utilizados por los investigadores revela ahora que un exoplaneta necesitaría disponer de un campo magnético entre decenas y varios miles de veces el de la Tierra para proteger su atmósfera de las expulsiones de materia de la corona de una estrella fría. Hasta cinco impactos al día podrían producirse en planetas cercanos a la zona de mayor exposición, disminuyendo hasta uno cada dos días para planetas con órbitas inclinadas.