El pronóstico del tiempo para Proxima Cen b
4/4/2017 de Smithsonian Astrophysical Observatory / The Astrophysical Journal Letters
Proxima Centauri, la estrella más cercana a la Tierra (a sólo 4.28 años-luz de distancia) ha atraído estos días mucha atención. Alberga un planeta, Proxima Cen b, cuya masa es unas 1.3 veces la masa de la Tierra (aunque podría ser mayor, dependiendo del ángulo con el que lo estemos viendo). Además, Proxima Cen b está en órbita dentro de la zona habitable de su estrella. Proxima Cen es una estrella enana de tipo M con una masa de solo una décima parte la masa del Sol, y una luminosidad mil veces menor que la del Sol. Debido a que la estrella es poco brillante, la zona habitable del planeta se encuentra veinte veces más cerca de la estrella que la Tierra del Sol, y el planeta completa una órbita en 11.3 días.
Las estrellas enanas M son el tipo de estrella más abundante, y sus radios pequeños las convierten en objetivos más fáciles (relativamente) para observar señales de planetas en tránsito. Estimaciones estadísticas recientes han concluido que la mitad de las estrellas enanas M probablemente albergan un exoplaneta de entre 0.5 y 1.4 radios terrestres en órbita dentro o cerca de su «zona de habitabilidad». Proxima Cen y su exoplaneta, por tanto, son objetos importantes para entender las estrellas de masa baja, su planetas y los entornos planetarios.
Las estrellas enanas de tipo M suponen un peligro particular para sus planetas: una gran parte de su radiación, mucho más que en el caso de estrellsa tipo Sol, se emite en el ultravioleta, ultravioleta extremo y rayos X. Esta radiación puede evaporar la atmósfera del planeta, especialmente en el caso de planetas que se hallan en órbitas cercanas dentro de la zona habitable. Los astrónomos se preguntan si los planetas como Proxima Cen b pueden retener algo de atmósfera, por lo menos durante un tiempo suficientemente largo para que el planeta sea «habitable» desde un punto de vista práctico. La actividad magnética de la estrella supone un peligro adicional, que no sólo es responsable de la radiación corrosiva sino que también controla los vientos estelares y las expulsiones de materia de la corona que podrían ser incluso más peligrosas para la supervivencia de la atmósfera.
La fotoevaporación de las atmósferas planetarias debido a la radiación estelar ha sido estudiada en situaciones limitadas pero no se ha trabajo demasiado en el caso de estrellas M activas y su actividad magnética. Ahora los astrónomos del CfA Cecilia Garraffo, Jeremy Drake y Ofer Cohen han iniciado un programa para crear modelos de vientos estelares y del campo magnético de estrellas enanas de tipo M activas, para investigar el impacto en las atmósferas de los planetas que se encuentren en las zonas habitables.Proxima Cen es el primer ejemplo concreto. En particular han encontrado que el viento estelar en el exoplaneta es entre mil y diez mil veces más alto que la presión del viento solar sobre la Tierra. La atmósfera de Proxima Cen b probablemente también experimente vientos supersónicos. Todos estos fenómenos tienen efectos negativos importantes sobre cualquier atmósfera que pueda existir en Proxima Cen b.