Dos caminos evolutivos estelares que se separaron a una cierta masa
6/6/2022 de AAS NOVA / The Astrophysical Journal Letters
Simplemente conociendo la masa de una estrella ¿podemos predecir si acabará su vida en fuego (supernova) o en hielo (enana blanca que se acaba convirtiendo en una enana nega fría)? Un equipo de astrónomos intenta responder a esta pregunta observando enanas blancas para encontrar cuál es exactamente la línea divisoria entre la muerte de fuego y la de hielo.
Lo que determina el final de la vida de una estrella es su masa: las de masa baja mueren una muerte fría y las de masa más alta mueren con una muerte abrasadora. Aunque se piensa que la línea divisoria se encuentra alrededor de 8 veces la masa del Sol, este número no siempre concuerda con lo que observamos.
Si todas las estrellas con más de 8 veces la masa del Sol acabaran sus vidas como supernovas, veríamos muchas más explosiones de supernovas (específicamente supernovas de tipo II) de las que vemos realmente. Las supernovas de tipo II parecen indicar que la masa máxima de una estrella que puede acabar como enana blanca su vida está más cerca de las 12 masas solares que de las 8.
Un equipo de astrónomos ha intentado hallar estas enanas blancas masivas mirando en jóvenes cúmulos abiertos de estrellas de una galaxia vecina de la nuestra, llamada Gran Nube de Magallanes. Encontraron cinco posibles candidatas en el más viejo de los cuatro cúmulos que estudiaron. Se trata de las primeras enanas blancas individuales observadas fuera de nuestra galaxia. Esto ha demostrado la posibilidad de detectar enanas blancas en galaxias cercanas con el telescopio espacial Hubble. Sin embargo, para estudiarlas espectroscópicamente y determinar sus masas y edades es necesaria una mayor resolución de los datos, lo que llegará con los futuros telescopios mayores de 30 metros.