Detectan superburbujas de gas en expansión alrededor de agujeros negros masivos en el Universo joven
30/3/2017 de Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço / Monthly Notices of the Royal Astronomical Society

Izquierda: imagen de una radiogalaxia y una masa de gas, obtenida combinando imágenes individuales en el óptico, el infrarrojo y rayos X. Derecha: ilustración de artista de la galaxia, mostrando la emisión de chorros de material. Créditos: imagen izquierda de NASA/CXC/Durham Univ./D.Alexander et al., NASA/ESA/STScI/IoA/S.Chapman et al., NAOJ/Subaru/Tohoku Univ./T.Hayashino et al., NASA/JPL-Caltech/Durham Univ./J.Geach et al. ; imagen derecha de NASA/CXC/M.Weiss.
Un equipo de investigadores, dirigido por Sandy Morais (Instituto de Astrofísica e Ciências do Espaço), ha encontrado superburbujas masivas de gas y de polvo alrededor de dos radiogalaxias lejanas, a unos 11500 millones de años-luz. El objetivo es, en última instancia, averiguar el modo en que los agujeros negros supermasivos afectan a la evolución de las galaxias en las que residen.
Los investigadores utilizaron dos de los telescopios más grandes de la Tierra, el telescopio Keck II (Hawái) y el Gran Telescopio Canarias (Canarias, España) para observar TXS0211−122 y TXS 0828+193, dos potentes radiogalaxias que albergan el tipo más energético de núcleo galáctico activo (AGN) que se conoce. Esta clase de galaxias poseen los agujeros negros más masivos y las emisiones continuas de energía más potentes de que se tiene noticia.
Los investigadores descubrieron las superburbujas de gas en expansión tanto en TXS0211−122 como en TXS 0828+193, con toda probabilidad causadas por una actividad de retroalimentación en la que el AGN inyecta vastas cantidades de energía a la galaxia en la que reside, creando un potente viento que barre gas y polvo y así crea una burbuja en expansión.
El estudio de la simbiosis entre el agujero negro supermasivo y la galaxia es clave para comprender la evolución de las galaxias más masivas. La emisión en el ultravioleta del disco de acreción del agujero negro puede inhibir la formación de estrellas temporalmente al ionizar el medio interestelar, mientras que los grandes flujos de gas que se dirigen hacia el agujero negro puede provocar la inhibición permanente de la formación estelar.