Demuestran qué separa a las estrellas verdaderas de las aspirantes
12/6/2017 de McDonald Observatory
Las estrellas se forman cuando una nube de gas y de polvo colapsa bajo la gravedad y la bola de material resultante es suficientemente caliente y densa para mantener la fusión nuclear en su centro. La fusión produce enormes cantidades de energía, que hacen que la estrella brille. En el caso del Sol, es lo que hace que sea posible la mayor parte de la vida en la Tierra.
Pero no todas las nubes de gas que colapsan son creadas del mismo modo. A veces, la nube que colapsa forma una bola que no es suficientemente densa como para empezar la fusión. Estas estrellas fallidas son conocidas como enanas marrones. Esta definición que distingue estrellas de enanas marrones es bastante antigua. A lo largo de más de 50 años, los astrónomos han propuesto teorías sobre lo masivas que deben de ser las bolas colapsadas para formar (o no) una estrella. Sin embargo, la línea divisoria en masa nunca ha sido confirmada con experimentos.
Ahora Trent Dupuy (Universidad de Texas) y Michael Liu (Universidad de Hawái) han descubierto que un objeto debe de pesar por lo menos 70 veces lo que Júpiter para conseguir iniciar la fusión. Si pesa menos, la luz no se enciende y es una enana marrón.
Para alcanzar esta conclusión han estudiado una muestra de 31 binarias (parejas de enanas marrones o de estrellas con la menor masa posible). Su objetivo era hallar las masas de los objetos individuales que forman estas binarias ya que la masa define la frontera entre estrellas y enanas marrones. Los resultados han demostrado que los objetos de más de 70 veces la masa de Júpiter no son suficientemente fríos como para ser enanas marrones, tratándose por tanto de estrellas alimentadas por la fusión nuclear. En consecuencia, 70 jupíteres es la masa crítica por debajo de la cual los objetos están destinados a ser enanas marrones. Su determinación de la línea divisoria en masa es algo inferior a lo predicho por las teorías, pero está todavía de acuerdo con los últimos modelos de la evolución de las enanas marrones.