Contando asteroides y cometas rebeldes
5/4/2017 de AAS NOVA / Astronomical Journal
Nuestro Sistema Solar no era un gran sitio en el que estar cuando nació. Las simulaciones de su formación sugieren que la pronta migración orbital de los gigantes de hielo y gas provocó que hasta el 99 por ciento de los planetesimales originales de nuestro Sistema Solar fuera expulsado al espacio, desligándose gravitatoriamente de nuestra estrella. Si este modelo es correcto, y si otros sistemas solares se formaron del mismo modo, entonces sería razonable pensar que el espacio interestelar debería de estar sembrado de planetas, asteroides y cometas rebeldes, flotando libremente. Entonces, ¿por qué todavía no hemos observado ninguno?
Para responder a esta cuestión, un equipo de científicos dirigido por Toni Engelhardt (Universidad de Hawái y Universidad Técnica de Munich) y Robert Jedicke (Universidad de Hawái) se plantearon determinar un límite superior para las observaciones de la densidad espacial de objetos interestelares utilizando datos de tres exploraciones simultáneas de gran campo del Sistema Solar.
Los investigadores simularon una población ficticia de objetos interestelares hasta una distancia de 750 unidades astronómicas del Sol. Luego propagaron las posiciones de esta población hacia adelante en el tiempo para tener en cuenta los efectos de la atracción gravitatoria de nuestro Sol sobre los objetos que pasan cerca. Usando la distribución resultante de objetos interestelares hasta una distancia de 50 unidades astronómicas, los investigadores simularon la detección de estos objetos con tres proyectos: Pan-STARRS1, Mt. Lemmon Survey, y Catalina Sky Survey.
Calcularon entonces el número de objetos interestelares en su población ficticia que los proyectos deberían de haber detectado. Como no ha sido detectado ninguno, pudieron entonces estimar un límite superior a la densidad en número de objetos interestelares en el vecindario solar. Los autores encuentran que debería de haber menos de 1.4 objetos mayores de 1 km de radio en cada 10 000 unidades astronómicas cúbicas. Esto es menos de lo predicho por los modelos aceptados de formación del Sistema Solar, por lo que los científicos concluyen que o bien la distribución de tamaños que esperamos en estos objetos es errónea, o bien que otros sistemas solares no se formaron como el nuestro, expulsando la mayor parte de su material protoplanetario al espacio.