Cómo pesar la Vía Láctea
4/6/2015 EurekAlert / Columbia University / The Astrophysical Journal
El cúmulo globular Palomar 5 ha sido utilizado para medir el peso de la Vía Láctea. Crédito: Chris & Dawn Schur. Fuente: spider.seds.org.
La Vía Láctea está compuesta por aproximadamente 100 mil millones de estrellas que forman un enorme disco estelar con un diámetro de 100 mil a 200 mil años-luz. El Sol forma parte de esta estructura, así que cuando miramos al cielo lo hacemos directamente a un enorme disco de estrellas. El gran número de estrellas y la enorme extensión del cielo hacen difícil medir cantidades fundamentales de la Vía Láctea como su peso.
Un equipo internacional de científicos, dirigidos por el investigador Andreas Küpper, de la Universidad de Columbia, empleó estrellas de fuera de este disco, que están en órbita alrededor de la Vía Láctea en una estructura con forma de «río», para medir el peso de la Vía Láctea con alta precisión. En el nuevo estudio, los investigadores demuestran que tales corrientes, producidas por la disolución de cúmulos globulares, pueden ser empleadas para medir, no sólo el peso de nuestra Galaxia sino que también pueden ser utilizadas como varas de medir para determinar la posición del Sol dentro de la Vía Láctea.
«Los cúmulos globulares son grupos compactos con entre miles y varios millones de estrellas que nacieron juntas cuando el Universo era todavía muy joven», afirma Küpper. «Están en órbita alrededor de la Vía Láctea y se desintegran lentamente con el paso de miles de millones de años, dejando un rastro único. Estos ríos de estrellas destacan del resto de estrellas del cielo ya que son densos y coherentes, así como las estelas de los aviones son fáciles de distinguir de las nubes normales».
Los investigadores comprobaron una técnica nueva con la corriente producida por un cúmulo globular llamado Palomar 5. Eduardo Balbinot, coautor del estudio actual, revisó los datos del Sloan Digital Sky Survey y encontró ondas de densidad en la corriente de Palomar 5. «Encontramos que las ondas son muy pronunciadas y están separadas de forma regular a lo largo de la corriente», comenta Balbinot. «Esas variaciones no pueden ser aleatorias». Utilizando la supercomputadora Yeti de la Universidad de Columbia, los investigadores crearon varios millones de modelos de la corriente en diferentes realizaciones de la Vía Láctea. A partir de estos modelos y comparando el patrón de ondas de los modelos con los observados, pudieron inferir que la masa de la Vía Láctea dentro de un radio de 60 000 años-luz es 210 mil millones de veces la masa del Sol, con un error de sólo el 20 por ciento. El patrón único de las ondas de densidad ayudó a descartar modelos de la Vía Láctea que eran o demasiado pesados o demasiado delgados.