Categoría: NOTICIAS DEL COSMOS
Por el momento, solo se conocen dos planetas en el sistema circumbinario TOI-1338/BEBOP-1, pero en el futuro se podrían identificar más con observaciones similares realizadas por el equipo.
Solo unos pocos cientos de millones de años después del Big Bang, el cosmos estaba lleno de gas de hidrógeno opaco que atrapaba la luz en ciertas longitudes de onda proveniente de estrellas y galaxias. A lo largo del primer millar de millones de años, el gas se volvió completamente transparente, permitiendo que la luz viajara libremente. Los investigadores han buscado durante mucho tiempo pruebas definitivas para explicar este cambio.
Los científicos han sugerido que un planeta aproximadamente diez veces más grande que Júpiter, situado en órbita alrededor de la protoestrella FU Ori, ubicada a 1.200 años luz de nuestro sistema solar, está experimentando una «evaporación extrema» cerca de la estrella en crecimiento, perdiendo material que cae a la estrella.
Basándose en la observación de decenas de miles de GRB, los científicos han desarrollado modelos teóricos aparentemente perfectos y tienen una gran confianza en ellos. LHAASO observó la curva completa de luz de alta energía, algo a lo que otros experimentos aún no han llegado, proporcionando una base de datos perfecta para pruebas precisas de estos modelos teóricos. Dada la rareza de este evento, que probablemente ocurre solo una vez cada milenio, se espera que este resultado observado siga siendo uno de los mejores durante las próximas décadas o incluso siglos.
Un equipo de investigación de la Universidad de Umeå y el Instituto Sueco de Física Espacial en Kiruna ha descubierto corrientes de chorro en la envolvente magnética de Marte utilizando datos recopilados por la nave espacial MAVEN de la NASA. Esta es la primera vez que se encuentra un chorro de este tipo en la envolvente magnética de un planeta que no sea la Tierra.
Los investigadores estudiaron las imágenes del cerebro de 30 astronautas antes y después de los viajes espaciales. Sus hallazgos, publicados hoy en Scientific Reports, revelan que los ventrículos del cerebro se expanden significativamente en aquellos que completaron misiones más largas de al menos seis meses, y que menos de tres años pueden no ser suficientes para que los ventrículos se recuperen por completo.
En un estudio publicado el 7 de junio en la revista Science Advances, los científicos utilizaron las observaciones de NuSTAR para mostrar cómo la estrella en colapso expulsó un chorro de material que tenía una forma no observada anteriormente entre los chorros de explosiones de rayos gamma, así como otras características únicas.
Con la ayuda del telescopio espacial CHEOPS, un equipo internacional de astrónomos europeos logró identificar claramente la existencia de cuatro nuevos exoplanetas. Los cuatro mini-Neptunos son más pequeños y más fríos, y más difíciles de encontrar que los llamados exoplanetas Júpiter calientes que se han encontrado en abundancia.
Investigadores de la Universidad de Newcastle utilizaron conocimientos adquiridos del estudio de los condensados de Bose-Einstein atómicos ultrafríos para analizar el comportamiento de la materia oscura difusa, un nuevo modelo de materia oscura cosmológica que ha captado recientemente la atención de los cosmólogos.
En un nuevo estudio liderado por la Universidad Northwestern, un equipo de astrofísicos analizó 12.5 años de datos de 45 estrellas muertas (llamadas púlsares) para establecer los límites más precisos hasta ahora sobre las señales de ondas gravitacionales emitidas por parejas de monstruosos agujeros negros.
Las leyes de la física deben haber sido diferentes al inicio del universo a como son en la actualidad, según un asombroso estudio realizado por astrónomos de la Universidad de Florida, que proporciona pistas sobre por qué las estrellas, los planetas y la vida misma lograron formarse en el universo.
La sonda solar Parker de la NASA ha volado lo suficientemente cerca del Sol como para detectar la estructura fina del viento solar cerca de donde se genera en la superficie de nuestra estrella, revelando detalles que se pierden cuando el viento sale de la corona como una ráfaga uniforme de partículas cargadas.