Blazares con emisión débil en radio
30/1/2017 de Smithsonian Astrophysical Observatory / The Astrophysical Journal
Las galaxias alimentadas por agujeros negros poseen potentes chorros que a veces están dirigidos directamente hacia la Tierra, en cuyo caso reciben el nombre de blazares. Los blazares emiten en todas las longitudes de onda, desde radio a rayos gamma, pero los astrónomos han hallado dos objetos que parecen blazares y no emiten en radio. Crédito: NASA; M. Weiss/CfA.
Un blazar es una galaxia cuyo núcleo central es brillante a longitudes de onda que van desde la banda radio de baja energía a los rayos gamma de alta energía. Los astrónomos piensan que el núcleo del blazar alberga un agujero negro supermasivo, similar al núcleo de un cuásar. La emisión se produce cuando cae materia de los alrededores del agujero negro y emite potentes chorros estrechos de partículas con carga eléctrica que radían y viajan a velocidades próximas a la de la luz.
Aunque los núcleos de otras galaxias también expulsan chorros de partículas, la clase de los blazares se cree que es resultado de nuestro particular ángulo de vista, mirando directamente hacia las gargantas de estos chorros. La emisión de radiación infrarroja de los blazares procede de los chorros, y en ocasiones es tan brillante que enmascara la luz de la galaxia, con el resultado de que en los blazares de la clase BL Lac, las líneas de emisión y absorción de la galaxia no se detectan, haciendo que sea difícil determinar la distancia a ella.
Ahora los astrónomos Raffaele D’Abrusco y Howard Smith de CfA, junto con otros cuatro colaboradores, han anunciado el descubrimiento de blazares que contradicen este paradigma general. Han encontrado dos blazares BL Lac sin emisión aparente en radio.
Dado que los blazares son por definición altamente variables, y ya que no todas las longitudes de onda fueron medidas al mismo tiempo, los científicos consideran la posibilidad de que la emisión a una o más longitudes de onda cambiara lo suficiente para explicar la peculiaridad de estas observaciones, pero también examinan otros escenarios. Al final, concluyen que incluso aún cuando la variabilidad fuera la explicación y estos se comportaran igual que los demás blazares, la variabilidad por sí sola no podría explicar el misterio del silencio en radio.