Un nuevo mapa en radio de Júpiter revela lo que hay bajo las nubes de colores
6/6/2016 de UC Berkeley / Science
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Investigadores de UC Berkeley midieron emisiones en radio de la atmósfera de Júpiter en bandas de longitudes de onda a las que las nubes son transparentes. Los observadores fueron capaces de ver hasta a 100 kilómetros de profundidad bajo la cubierta de nubes, una región mayormente sin explorar, donde se forman las nubes.
Las emisiones en radio térmicas del planeta son absorbidas parcialmente por gas de amoníaco. Midiendo la cantidad de absorción los investigadores pudieron determinar cuánto amoníaco está presente y a qué profundidad.
Estudiando estas regiones de la atmósfera del planeta, los astrónomos esperan aprender cómo la poderosa fuente de calor interno de Júpiter influye en la circulación global y la formación de nubes. Estos estudios también arrojarán luz sobre procesos similares que se producen en otros planetas gigantes de nuestro Sistema Solar y en exoplanetas gigantes recién descubiertos alrededor de estrellas lejanas.
El mapa en radio muestra gases ricos en amoníaco que suben y forman las capas superiores de nubes: una nube de hidrosulfuro de amoníaco a una temperatura de casi 200 Kelvin (-73 ºC) y una nube de hielo de amoníaco en el aire frío a aproximadamente 160 Kelvin (-113 ºC). Estas nubes se ven fácilmente desde la Tierra con telescopios ópticos. Y al revés, los mapas en radio muestran que el aire pobre en amoníaco se hunde hacia el planeta, de manera similar a como el aire seco desciende desde las capas superiores de nubes en la Tierra.
El mapa muestra también que las zonas calientes – llamadas así porque brillan en las imágenes en radio y el infrarrojo – son regiones pobres en amoníaco que rodean el planeta como un cinturón justo al norte del ecuador. Entre estas zonas calientes hay corrientes ascendentes ricas en amoníaco que lo transportan desde zonas a mayor profundidad del planeta. «Con radio podemos asomarnos a través de las nubes y observar que estas zonas calientes están entretejidas con corrientes de amoníaco que se elevan desde las profundidades del planeta, dibujando las ondulaciones verticales de un sistema de ondas ecuatorial», comenta el astrónomo Michael Wong.