Un tsunami espacial causa el tercer cinturón de Van Allen
22/6/2016 de University of Alberta / Nature Physics
Dos bandas gigantes de radiación, conocidas como los cinturones de radiación de Van Allen, que rodean la Tierra, fueron descubiertas en 1958. En 2012, las observaciones de las sondas Van Allen demostraron que, a veces, puede aparecer un tercer cinturón. La radiación se muestra en color amarillo, y el verde representa los espacios entre los cinturones. Crédito: NASA/Van Allen Probes/Goddard Space Flight Center.
La magnetosfera de la Tierra, la región dominada por el campo magnético de la Tierra, nos protege del duro azote del viento solar. Como un escudo, la magnetosfera absorbe y desvía el plasma del viento solar que se origina en el Sol. Cuando las condiciones son las adecuadas, se generan bellos espectáculos danzantes de auroras. Pero cuando el viento solar es más violento, las tormentas solares extremas pueden crear intensas corrientes eléctricas en los cinturones de Van Allen (dos capas de partículas energéticas con carga eléctrica confinadas por el campo magnético de nuestro planeta) que pueden dañar las redes eléctricas de la Tierra.
Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) demuestra por primera vez cómo el desconcertante tercer cinturón de radiación de Van Allen, descubierto en 2013, es creado por un tsunami espacial. Intensas ondas de plasma de frecuencia ultrabaja, que son excitadas a escala de la magnetosfera completa, transportan la parte exterior del cinturón de radiación sin peligro alguno hacia el espacio interplanetario y crean el tercer cinturón, algo que no se había podido explicar hasta ahora.
«Es de notar que observamos olas de plasma enormes», comenta Ian Mann, director del estudio. «Como si se tratara de un tsunami espacial, se derraman en los cinturones de radiación y muy rápidamente borran la parte exterior del cinturón, explicando así la estructura del enigmático tercer cinturón de radiación».
La investigación también señala la importancia de estas ondas para reducir la amenaza que supone la radiación espacial para los satélites durante las tormentas espaciales. «La radiación espacial es un peligro para las operaciones de la infraestructura de los satélites sobre la cual se basa nuestra sociedad tecnológica del siglo XXI», añade Mann. «Comprender cómo esta radiación toma energía y se pierde es uno de los mayores retos para la investigación espacial».